A modo de exórdium sé contarles que me precipité a este abismo hace veinte años y que la caída culminó en la ciudad de Cali, Colombia... Hundido entre la opulencia, los carros con volante de oro, los niños tragando fuego en los semáforos, las córneas intelectuales, toda suerte de farsantes, la sangre de mis compatriotas, la miseria de los sobrevivientes y la indiferencia de los elegidos en las ciudades me he ocupado de relatar mis introspecciones para morbo y sedicia de quienes naufraguen en mis letras. Estudio periodismo en la Universidad del Valle ya estoy llegando al punto de tener que escoger entre la verdad y la vida... por ahora miento.