Uno se roba las palabras que otros dejan colgando en todas partes y se construye su realidad, su mundo. Estos son los animales de luz que yo he vomitado de improviso, no son muy bien educados ni los he criado bien, pero me salieron y son lo que son. Con esto quiero decir solamente que he compuesto algo que no se descompone y que está vivo por sí mismo, y sin ser literatura, esa afirmación ya es pura literatura.

Y como esto es biográfico: chileno, veintitantos, científico molestoso, pensador automático, analfabeto eterno y escondido. Cariñoso. Casi libre.


Les ruego que los quieran como yo.