JOSE AGUSTIN VASQUEZ

Y más acá la vena
ventosa al cráneo casi desnuda
como hija de la sal, desamparada
ora boquiabierta,
tronada sin talento
sobre la encalada piedra réquiem de mi arcángel
estampido tiro y puro,
ora pupa
bajo la sombra titilante del ciprés
desde el padre nuestro.


Sin alimento purgando su propio turbio
de los hijos que le viven todavía está José
Sin honrar
la perforada sien
y el agujero familiar de culpas
desangrando en cada uno de los Vásquez.
Eso yo lo sé.
baronrojo

POEMA PARA KUCHO Y ANTONIETA

Pasaron treinta años,
pasaron lentos...
Tú, la esbelta Diosa
de corola roja,
mi guerrera.

Sueño inalcanzable que escapabas
ciego a mi anhelo
hasta que corriste la bruma
y supiste de mi antigua mirada
de acariciarte en los vientos.

Sé que te viste en el amor mío.

Crecí como montaña,
amplié mi base, erguí mi estatura,
solté mis valijas de ladrillos huecos,
me colgué del viejo campanario
para alertar del nuevo punto de partida.

Aquí estás...
después de treinta sin sentidos,
plantada a mi derecha, mi amapola.
Aquí estoy...
desnudo y abstraido
en la riqueza de tu halo
mitigando sus cicatrices.

Los treinta que vendrán
avalancha serán del deshielo
liados al ocaso intrépido de tus cabellos,
a la franja ingobernable de tus muslos,
hasta que estrene mi último verso
sepultado inmortal en tu tierra eterna.
lilianazwe