Cuentero absolutamente aficionado, de mucho amor por la pintura, la música, la fotografía y las letras, aunque no necesariamente en ese orden, sino más bien estrictamente en ese desorden; supero ya el medio siglo, sin conseguir arrepentirme de lo que he hecho y espero hacer unas cuantas barbaridades más, en lo que queda de mi disfrutada vida...
Por ejemplo, aprender a tocar el violín, después de haber pasado ya por la guitarra y algo de flauta; o pintar una gran marina, después de haber garabateado los muros de mi patria; o quizás terminar la novela que empezé poco después de los '70s, y que en todos estos años lleva algo más de 10 hojas de cuaderno... (de los antiguos...); o visitar Lima, donde buscaré aquellos ojos que una vez inflamaron aún más mis deseos...