Mi ascendencia genética es oriental, nací y me crié en uno de los países de fuertes raices incas y radico en otro ubicado en el corazón de sudamerica. Por ello el conjunto de sabores y colores que matizan mi forma de ser y mi formación personal, es producto de una combinación cultural.

Durante mi adolescencia creí tener vocación para la ingeniería, pero con los años descubrí que mi verdadera vocación era otra. Me apasiona conocer al ser humano como ente activo en la construcción de su personalidad y de sus conocimientos, las formas en que es posible, desde la educación, potenciar sus capacidades para que en convivencia con los demás sea no sólo constructor sino también transformador de sí mismo y de la realidad. Así, mi profesión es la psicopedagogía.

No soy poetiza pero escribo poemas como un medio para expresar mis pensamientos, sentimientos y demás; en algunas ocasiones he escrito cuentos, pero no son mis preferidas fuentes de expresión.

Aspiro poder dejar huellas al recorrer el camino que forje durante la vida que me conceda Dios y encontrar o reencontrarnos en ése tránsito, al ser con quien compartirla.

Mi visio es el cine; me gusta la música a pesar de no saber mucho sobre ella, disfruto del teatro y de la buena lectura, de la natación y caminatas a solas, y de macota un perro.