http://kokepato.blogspot.com

De que nací; ¡nací!, de eso estoy seguro y fue por allá por el año 1973 un día lunes 2 de abril; el mismo día en que murió el Papa Juan Pablo II, pero 32 años después; y 1231 años después del nacimiento de Carlomagno.

En fin, nací en Santiago en un Hospital con un exquisita historia llamado San Juan de Dios y que inicialmente se llamaba Hospital de Nuestra Señora del Socorro y que adoptó el nombre actual gracias a la orden hospitalaria de San Juan de Dios, que estuvo a cargo de su administración a contar de 1617; no existe registro exacto de su fundación, pero se estima que fue por allá por el año 1552, al final del gobierno de Pedro de Valdivia.

Prosigo, mi madre, mujer de 16 años en ese entonces (me refiero a mi nacimiento no al final del gobierno de Pedro de Valdivia); me parió a las 6:50 de la mañana, y mi abuelo, quien la había maldecido por el hijo que llevaba en su vientre, tuvo que sucumbir sonriente y emocionado al ver a su primer nieto coloradito y llorón; debe haber sido el contra hechizo que mi madre hizo sin querer, cuando le contó que estaba embarazada y tuvo que cubrirse de los golpes bajo de la mesa del comedor de la casa del pasaje dos, desde ahí le gritaba lloriqueando; “acuérdate viejo’e mierda…, va a ser el nieto que más vas a querer”; y así fue, por lo menos hasta que llegaron los bisnietos.

Continúo, me crié siendo el más grande de todos (lo digo en sentido figurado, quiero decir “el mayor”; lo que pasa que al escribir “el más grande” en lugar de “el mayor”, alimenta mi ego y hace que mi autoestima sonría).

Decía que, me crié siendo el más grande de los primos entre once que somos, el más grande entre dos hermanos , y por tanto con el karma de enseñar inconscientemente al resto; lindo lío, todos hacían lo que yo, ahora debo cargar con una mochila en la espalda que tiene 1 prima egocéntrica y maniática, 1 prima sumisa y sin proyecciones, 1 primo milico y separado, 1 primo drogadicto, 1 prima aburrida, 1 primo y 1 hermano trabajólicos y algunos otros que casi ni pesan. Pero la culpa no es toda mía, aunque por mucho tiempo me la adosé. Viví por mucho tiempo en un ambiente autoritario, machista e intransigente; a los 17 años opté por dejar mi casa, ese mismo año terminé mi enseñanza media, comencé a trabajar y perdí contacto con todo lo que hasta ese momento era mi mundo, aunque ahora he retomado gran parte de ese mundo mío, pero me parece tan ajeno, tan extraño, tan diferente a lo que me crió, que muchas veces me hace sentir un extranjero. La historia entre los 17 y los 35 es larga, habrá tiempo en otra oportunidad para escribir de eso; por lo pronto, falta decir que, tengo dos hijos, estuve casado 7 años desde 1995 al 2002, la relación con mis hijos, al igual que con mi ex, es estupenda.

Para finalizar (por el momento) resta decir que, estudié Análisis de Sistemas, carrera que terminé el 2001, luego seguí con Ingeniería en Informática, terminé el 2003; y el año 2007 terminé mi Maestría en Tecnología de la Información. Ahora solo me queda vivir.