Las asperezas de la vida día a día me demuestran que soy yo quien está en la tierra. Una cruda realidad que muchas veces me gustaría negar. Pero de algo debe servir todo tanto sufrimiento… Un largo crecimiento que finalmente conlleve al paraíso que no me ha prometido Dios, sino los humanos que lo representan, porque si Él bajara del Cielo y me dijera toda la verdad… ¿Qué sentido tendría? Por eso mi fe tiene algo de sentido, debido a que yo quiero creer. Espero que te interese de algo lo que escribo, estas pobres palabras de un joven que acaba de terminar cuarto medio en un colegio jesuita. Un hombre al cual le preocupa lo deshumanización de la sociedad, y que después de muchos conflictos religiosos ha decidido finalmente creer en Dios e intentar seguir su camino forjando un sentido de la vida que sea de su agrado… Un momento…. ¿debe todo tener un sentido?

Espero que mis narraciones sean llamativas a tu mente, estando cargadas fuertemente de este matiz religioso y tal vez en algún caso sobre la maquinización de la humanidad. ¡Nos vemos!