Inicio / Cuenteros Locales / Ingrid Nadina Khatcherian (inkha) - [U:inkha]
¿QUÉ APRENDÍ?
Pinto desde muy chiquita. Crecí abrazada a un pincel, a un lápiz y a un papel. Jugaba a cambiarle el ánimo a la naturaleza y a los objetos de la realidad. Otras veces, pretendía copiarla, imitarla.
Hoy, busco trazar imágenes que intenten expresar una multiplicidad de sentidos posibles; tengan o no correspondencia con el entorno visible.
Me gradué en la carrera de Ciencias de la Comunicación en la UBA. Sin embargo, elijo dedicarme a mi pasión por la pintura, la cual me permite imaginar que puedo reinventar el mundo; redescubrirlo bajo colores que combinen belleza, sensibilidad… como una forma más de comunicación posible.
Estudié Bellas Artes en el Instituto Nueva Escuela. Realicé un curso de dibujo caricaturesco con el dibujante cómico Garaycochea. Ahí, aprendí a contar historias con humorada por medio del lenguaje de la historieta. Asistí al taller de pintura del Prof. Miguel Melcon sobre “Técnicas Mixtas” en la Ex - Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. Concurrí al taller del Prof. Juan Astica sobre “El Espacio Pictórico en la Técnica del óleo” en la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes.
Participé del curso sobre "Problemáticas de las Artes Plásticas" dictado por el Prof. Osvaldo López Chuhurra en la Ex - Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. Realicé un seminario sobre “La Comunicación de la Cultura y el patriotismo” dictado por Fermín Févre entre otros y auspiciado por la AAMNBA y ADEPA.
Participé en concursos de pintura: Primer Salón Galateas; Manchas del 110º Aniversario de la Av. De Mayo (dibujo en la calle); Salón Nacional de Pintura Avon para la Mujer. Expuse un cuadro en el Salón Edea (ex - Antigua Casa de la Moneda) y gané una mención en el 9º Salón de Arte Contemporáneo Mercosur Internacional Juanito Laguna 2004, en donde expuse otras dos obras.
Actualmente, formo parte del taller de la Artista Plástica Basia Kuperman en donde aprendo a experimentar - sin miedo - el desarrollo y la metamorfosis que puede sufrir positivamente una obra, si acaso estamos dispuestos a escucharla, aprender a mirarla, verla, comprenderla y, por qué no, vivirla.
Creo que todo artista tiene algo de “autodidacta en formación permanente”, porque no termina de consagrarse nunca a sus conocimientos adquiridos sino que siempre tiene la posibilidad de encontrarse y descubrirse en una nueva obra. Tiene la oportunidad de poder mutar en cada cuadro y evitar repetirse a sí mismo, soslayar la muerte de una fórmula de trabajo adquirida; mucho más dificultoso que “pintar académicamente bien”. Todo un desafío.
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