Esa mañana hubo sol pero fue diferente, mis ojos inválidos no se abrían por que las chinguiñas me lo impedían. Ya que la canija noche estuvo muy fría, que hasta los moscos me pidieron chance de meterse en mi sleeping sin cenar y dije:-bueno con tal de que no me molesten-.

Algo estaba raro, pues me torcí la pata -!ay como duele¡-. Ora recuerdo fue al voltearme
que por no apachurrar a los moscos me fregué -¡ay como duele!-

-Ancelmo prende la bomba-

No es posible... desvelado, torcido y gritoneado, vaya que ha sido diferente, no lo había notado, parece que la luz del sol me sigue a donde voy cual reflector de teatro o lámpara sorda, pero... ¿por qué a mí? ¿Qué hice?.

Y comenzaron a suceder cosas... todo se viro a color azul, mis cabellos se pusieron morados, mis manos amarillas, mi cara parecía arcoíris, lo que traía puesto se tiño de verde fosforescente.

De nuevo esa voz atronadora me hablo:
-Ancelmo ¿te has dado color?-
-Sí señor
-Pues te pintas de colores
-Pero... ¿más?
-Claro, como el Mago de Oz, sigue el camino, pero este es blanco.
-¿Pero qué debo hacer?

-Haz caso, píntate de colores por el camino blanco para la línea de respuestas.
-Solo una pregunta, aquí también hay un Mago de Oz
-Nel mi rey, el mero mero es Prisma Chroma

Algo extraño me paso a mí, sin más ni más mi cuerpo se fue evaporando de pies a cabeza y me materialicé sobre el camino blanco, recuperando mis colores naturales, mi alrededor continuo virando a verde agua y otros colores contrastados.

El sol dejo de apuntarme y pues bueno a seguir el camino hasta ver que me encuentro.
¿Por qué a mí? haciendo memoria la verdad no he dañado a nadie, no me considero borrego u hombre de masa. ¿Cuál será la cuestión de este asunto?
-Y esto último que les cuento es lo que hizo que aquella mañana fuera diferente.

Avanzaba observando a todos lados dándome cuenta de que en realidad no era el mundo común de siempre. En este la brisa era colorida, pues me veía las manos y se pintaban un momento, los rayos del sol eran separados con los diferentes colores en cada objeto. Continuaba por el camino blanco, a varias horas, minutos o el tiempo en que realicé el trayecto fui encontrando las respuestas. Llegue al final del camino. Al tocar el piso aparece una mesa de color negro con una hoja blanca y un lápiz gris.

-Camino hacia ella y escribo “ya sé por qué estoy aquí”
-Prisma Chroma sácame de aquí- grite.

Me di cuenta que estaba en el sleeping soñando en el día de las dos noches con una charola con varios platos vacíos y a un lado de mi cabeza varias carpetas con phantones de colores.