Nos aleja, enfría los segmentos y las albas, arremete, desestima, confiesa los deseos de los otros, camina senderos paralelos, desconfía, nos abraza entre los sueños, escapa. Desfallece, atenúa, siente el latir de las entrañas, se incorpora, trasciende, idealiza, obnubila los instantes, perdura, nos arrastra, magnifica, vuela entre los espacios y las gentes, desafía, lesiona. Llora, perdona, atestigua el reflejo de las cosas, se humaniza, arrincona, estremece, habita esos pasillos de la aurora, gime, hurga en los semblantes, se emociona, aguarda, participa, nos incorpora en el laberinto de sus fauces.
Ana Cecilia.
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