Mi hada favorita es tan graciosa que quien la ve no puede resistir reír, ella es pequeña, pero su corazón es tan grande que parece increíble que quepa en su pecho.
Un día, salí a caminar por un sendero lleno de flores, de colores. Animales hermosos transitaban esos senderos, mi corazón se llenó de alegría, de paz y satisfacción, al ver tanto amor entre ellos, así fue que conocí a india, bella y dulce, tan escurridiza, tan inquieta como nunca antes conocí, en sus ojos lucia la curiosidad, tenía tanta energía para derrochar que muchas veces la envidia colmaba mi soledad, y sentía que podía quizás ser como ella, aunque más nos sea un ratito, mientras ella escapaba por el bosque en busca del genial enanito que la perseguía. Fue muy cómico conocerlo, tan pequeño y rabioso, jajaj- la risa brotaba de sus labios sin ninguna timidez- me encantaba verlos pelear, jugar y correr carreras imposibles para el ser humano.
Un día, muy de madruga sonó una campana que estaba olvidada en las altas cumbres, todos nos quedamos paralizados- jamás sonaba a no ser por algo muy importante.
Un graznido resonó en la sierras del bosque, entre mil palomas que volaban desorientadas estaba un gran cuervo, y en sus garras yacía la pequeña hada, mi corazón se estremeció, no sabía cómo ayudarla, la voraz ave me miraba y en sus ojos veía, que ella me intimidaba, no tenía miedo, solo que ella tenía ventajas, yo pobre de mí nunca podría alcanzarla. Comencé a correr detrás de su vuelo, mis gritos resonaban en el bosque que rápidamente se llenó de una gran multitud de diversos animales y aves, el enano se resintió jadeando de dolor; entendía que si no reaccionaba pronto su amada seria solo un recuerdo, tenía que ayudarlo, darle fuerza e ideas para derrotar el ave asesina.
Fue allí que descubrimos su nido, allí donde vimos que tenía varios pichones para alimentar, y así fue que se nos ocurrió una gran idea, salimos al bosque y rápidamente cazamos un conejo salvaje, me daba pena entregárselo al ave, pero mi hada tenía más que dar en ese lugar, donde muchos la querían y necesitaban ,así el ave entendió e inicio su vuelo de bajada, dejando a hada, y llevando en su pico al conejo inocente pero bravo, el hada salvo su vida, y muchas otras en el resto que le quedo de vida, maravillo su poder, su don, su gran aventura en el bosque fue dar, amar, y dejar su legado de buena hada madrina.
MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI |