Hoy imposible el desvelo de la montaña
Acaece que nunca es domingo
Y si solo supieras como te extravié
Sabría el como despertarme.

Si, así es como se ve la atracción mendaz.
Atiborrada de detalles superfluos
De esos en los que uno jamas, ni aunque sea la voluntad propia,
reparara.

Busque en el bosque y te vi. Pero, la premura de la efervescencia me encegueció
y cuando intente abrazarte, me di cuenta de que me rodeaba a mi mismo
¿Acaso no es lo que todos deseamos? Ser capaces de portar la buena nueva:
Me he podido abrazar y de ahora en mas ya no me aborrezco. ¿Acaso no es eso?

Diantres, dunas de poder inimaginable. El artista no reconocido
Psiax, se yergue ante mi y me recuerda;
al igual que antaño Waterhouse me retorno el horror de la belleza desleal;
''no te olvides, la cinemática de esa beldad sigue perteneciendo a la naturaleza''

Dios aun no ha remunerado el daño que ha hecho al crearme
Y yo pensaba precipitar la historia; vi el abside de la capilla
dirigí mi aparatosa y manida cruz de órgano hacia allí
asiéndome del aparejado árbol intente vislumbrar eso que tanto me desafiaba:
No era un Platon lánguido, ni un Aristoteles deficiente o un Empedocles con su ardor,
se correspondía con el pavor, la luna ya no era ni gitana ni era luna, era mas deseo que verdad.

Por esos cuando te encuentre, aunque se que ya estas allí,
volveré en mi, me tendrá sin cuidado ya lo que sea mi satélite
lo que sea la suma o diferencia de los segmentos.
De hecho, ya no tendrá relevancia lo que yo sea
por ya se que me fui, contigo estoy yo, aunque ahora me veo
relevando al alba furiosa que en el estío mas recalcitrante
nos ha dejado sin amparo, sin carne ni intención motriz.
Si entablaras un coloquio, yo no emitiría nada, mas porque hay millares
que esperan mi misiva; tu solo anhelas la pluma.
Ahora, adiós a la luna misericordiosa
al césped reconfortante
al ave que circunda
al perro que acompaña
al libro que incrementa
a mi poema que no ilustra
sino lo que yo quisiera que percibamos.

FIN