Naturalmente
duele la caída
este repliegue de alas
que nunca busqué.
Yo, que solía confundirme
con los cirros en el cielo
hice mi oficio vender esperanzas.
Al fin y al cabo
fui solo eso: un traficante de palabras.
Porque en la crueldad también hay belleza:
Mi sonrisa -bellamente inocente-
(como el pico de un águila
incrustado en la carne)
se fue perfeccionando.
Pero también tuve miedo
y no pude evitar el espejo
ni la terrible sensasión de despertar
cada mañana.
Intenté cerrar los ojos
pensar que todo era un mal sueño
Al fin y al cabo
nuestro amor fue eso:
una repetición agotadora
de despedidas en los terminales.
Algo de ti me duele todavía.
La certeza de saberme vivo.
Esa fe que no proviene de este mundo.
Texto agregado el 14-11-2008, y leído por 142
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
05-12-2008
Esa palabra , certeza , suena tan linda , cambia según la vida y en tu poema se embellece más aún... naiviv
23-11-2008
'Algo de ti me duele todavía.
La certeza de saberme vivo'..que bonito eso..Saludos. Mildemonios
14-11-2008
el amor siempre duele, bello texto.*5
saludos nectar
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