Cuando brille otra vez el Sol; volveré a pelear para conquistar estrellas.
Doblegaré la más grande de ellas, o quizás; a la más pequeña, para iluminar así, el camino de tus pies descalzos.
Adornaré los rizos de tus bermejos cabellos, con luz de pueblo, con estrellas rojas, con luceros de libertad. Y por cada despertar en las noches muertas, hurtaré los átomos del tiempo para compartir contigo, nuestros últimos segundos de vida, en la senectud del silencio.
Amaré tu cuerpo, con las fuerzas del ya olvidado, y desesperado amor del poeta ausente.
Sembraré en tu vientre, la poesía sencilla de la patria nueva, y al final, cuando ya nada tenga para soñar, regresaré a tu lado, para compartir junto a tus sueños, el follaje de una vida larga, y disparada, compartida con todas las voces proletarias del universo.
Marcharé contigo a los más lejanos pueblos, decidido y constante, con la esperanza de conquistar; nuevos Soles, y otras nuevas estrellas, para los niños de esta tierra hostil.
Escribiré junto a ti; canciones de paz, nuevas consignas de guerras, y así, con toda la seguridad con la que ahora lo escribo:
SALDREMOS JUNTOS NUEVAMENTE, ARMADOS TAN SOLO DE ESTE AMOR EXPLOSIVO; DISPARANDO CONTRA LA SOLEDAD, LA TRISTEZA Y LA MUERTE!
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