Se escucha el estruendo
de una escopeta
en medio del silencio
de la noche
y todo el pueblo
se despierta confuso
y sale corriendo
al jardín
de aquel rancho
de una sola habitación
donde un hombre
semidesnudo
nervioso
y sollozante
abre las puertas.
Mientras tanto
ella derramaba
sus ultimas
gotas de sangre
tendida en el suelo
y dos palabras
escritas al rojo vivo
se levantaban gritando:
- Él fue.
Texto agregado el 14-04-2008, y leído por 143
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
29-08-2008
Me gust{o mucho, un cuento en verso y muy bien hecho. Te saliste del tema preferido, muy bien. doctora
14-04-2008
Es de admirar lo bien estructurado y narrado del texto. sergiomp
14-04-2008
Buen robo del estilo de Quiroga, corto, bien narrado. Buen trabajo, muy buen trabajo. (5*) Rauzan
14-04-2008
muy buen poema, toda una novela en pocos versos divinaluna
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login