La conoció una noche en la sala de un prostíbulo de renombre.

Antes de amarla, (según él), embriagado por los instintos del desahogo genital, propio de los animales racionales, e inspirado por la poesía del alcohol, le habló de la necesidad de tomar las estrellas por las fuerzas, y escribir un poema de amor, con el cañón de un fusil subversivo, para darle otro significado a la noche, después de la caída del Sol.

-Confusa ante sus palabras, ella le preguntó:

¿Cuál es el mejor camino para llegar al cielo?

Pero él, no supo contestarle. En su filosofía, apenas pudo hablarle de una vía Láctea. Que él tampoco conocía.

La amó. Luego se fue. Después la vio una tarde, predicando la fe, por las calles del pueblo, junto a un batallón de soldados cristianos, él me dijo que ella, había cambiado su estilo de vida.

Sucedió que un día......

El pueblo enarbolaba en sus calles, diferentes banderas, y una sola palabra se dejaba escuchar en medio de la turbulencia:

Revolución. Cambio rápido. Cambio político. Cambio Social. Cambio de estructuras.

La vociferaban los políticos, los estudiantes, los obreros, los marginados. La vociferaban las mujeres en su promoción equiparadora, por la igualdad de derechos ante el sistema.

Se preguntó: Porqué?

Recordó aquellos primeros tiempos, y desde la conversión de la luz, el polvo y la tierra, descubrió las causas que la condujeron al principio a convertirse en una prostituta.

Vio la tierra como el refugio de los dioses y las bestias. Y por primera vez; después de largos siglos de opresión y oscurantismo, comprendió que no sería un error justificar su existencia; cambiando la Biblia, que ahora tenia en sus manos, por el fusil subversivo, el fusil libertario. (Como le había propuesto aquél hombre)

Entregándose por completo a una causa justa, pero desenmascarando a aquellos que antes de llegar ese día, se hicieron héroes por décadas, asaltando caminos y campamentos anti-guerrilleros. A aquellos que después, se hicieron amigos del sistema; para ocupar un cargo en el gobierno, bien como ministros, bien como diputados, o bien como senadores.

A aquellos que se olvidaron de los otros, que aprendiendo el Marxismo-Leninismo, a lo corajazo, se enfrentaron al enemigo armados tan solo, de valor y coraje, armados tan solo, de conciencia de pueblo.

Comprendió que su lucha; debía ser a fondo, en contra del neocolonialismo y la burguesía, en contra del imperialismo moderno, pero en contra también; de los gusanos que infestan la revolución y copulan en los bares de renombres, atrincherándose en una botella de alcohol, y planteando una revolución que ellos mismos traicionan, bajo el pretexto de la incontinencia, el instinto animal y el desahogo genital, propio de los seres racionales.
Como muchos señores.. Muuchoos señores..