Tuve una riña con un gato, nos destrozamos, despulimos, atragantamos. Me dejó todo rasguñado, pero parejo, como campo arado, al otro día se arrepintió, se sentía culpable, y quiso remediarlo...
...un pájaro de parte suya, pasó volando varias veces sobre mí, me pasaba por encima y volvía a hacerlo, aleteando más fuerte sus alas que lo necesario para volar, claro, ahora entiendo, que el pájaro portaba naturalmente, como todo pájaro, pequeñas semillas en sus plumas, que se les abrojan por naturaleza, para subsistir las especies vegetales, las semillas cayeron dentro de mis surcos, en mi ex delicado cuerpo, y germinaron todo tipo de plantas y flores... digamos que ya me acostumbré a dormir con los pies enterrados en el jardín y a que el gato que produjo esto me confunda con un árbol y me orine cada noche pensándome su territorio.
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