Llegó a la casa de Merlín
donde lo esperaban las nueve casas planetarias.

La inspiración llenó el aire de iluminada energía.

El círculo estaba echado sobre la rústica madera de pino.
Y su mirada continuaba fija, expectante por la primer carta en el centro.
Notaría que su alma estaba muy lejos?
no le importaba mucho sobre el futuro de su capital.
Deseaba aferrarse al presente, y las cartas no permitirian ocultar el todo de una vida .
El colgado sonreía desde algun angulo

El mago hablaba, el no escuchaba, alejado del sonido, esperaba paciente el presente

La emperatriz, le miraba de frente, podía sentir el calor de sus venas correr impetuosamente llenando el corazón.
Había comenzado el sueño y se produciría el encuentro con el amor.

Pudo detener el tiempo

Entro en el encandilado enamoramiento.
Se marchó el hermitaño en el carro.
La estrella le guiaba hasta la sacerdotisa.
El loco lo llamó con fuerza.
Lo ignoró con inmaculada templanza.
Odín lo saludó cordialmente y la rueda de la fortuna ya no lo perseguía.
La luna irradió el camino
Se llevó una carta, que leyó
en la profundidad del bosque
Le rebelo que el ingenio y sagacidad no son eternos.
Al llegar a la torre el sol iluminó al mundo.
Cronos y Saturno observaban como el diablo disparaba perdiendo el juicio.
Ya no sería un emperador.
Hoy el sumo sacerdote casi le confiesa sus razones.
Aun así, era una persona capaz de crear una realidad en el lugar de la ilusión elocuente.