Yo cargo un dolor
del que no tienes idea.
Y hasta podría jurarte, si quisieras
que no soy yo quien lo cargo,
sino que es él quien me lleva.
Sufro, sí
Lloro, tal vez.
Muero, de a poco
Ay, sufro
muero y lloro.
Noches de insomnio, hambre, malos poemas,
Y tú en tu mundo, de todo exenta.
Mi mirada no te toca, mis manos no te encuentran.
A través del cristal contemplo
tus ojos, nariz, tu boca tan perfecta.
Si supieras cómo te amo,
con una estupidez extraordinaria y suprema.
Sin embargo yo no existo
en tu mundo de fantasmas,
por eso sufro, muero y lloro,
por tus ojos, nariz, tu boca tan perfecta,
por tus manos, tu mirada
tu cara, tu rastro, tu silueta.
Soledad de soledades,
todo es soledad.
Sin ti, sin tu presencia.
Con tan solo este dolor
que en su eterno crecimiento
yo no cargo, sino es él quien a mí me lleva. |