Cabeza de aborto camina por la tienda, la ropa colgada en los ganchos parecen retazos de suerpos humanos. Un torso de niña, las piernas de un hombre, suspendidas en el aire en exhibición.

Entre la selva de etiquetas la ve. Ella sonríe al señor, su cliente, le pone un traje y se lo alisa con sus hermosas y juveniles manos. Un roce por los hombros, luego sobre las mangas, el cliente se mira al espejo y está listo. Cabeza de aborto agazapado entre los descuentos mira absorto los detalles mínimos. Alguien pasa, él finge interés en una camiseta, mira la camiseta. Toma una manga y la pone sobre su hombro y se palmea la espalda con la mano imaginaria.

Cabeza de aborto siente que lo vigilan. –Hola, ¿está buscando algo en especial?—dijo la chica de cabello color chocolate. Cabeza de aborto embústero, de pronto es un cliente modelo. La chica le mide un saco negro, Cabeza de aborto se mira al espejo y piensa en su funeral.

–¿Sabes?, yo sé como eres. Apuesto que tienes un guardarropa lleno de colores tristes. No deberías tomar a la ligera tu aspecto. Tu ropa dice que eres alguien triste y negativo. Y nadie quiere estar con alguien negativo, la vida es corta para sufrir todo el tiempo. Tú no quieres estar solo, ¿verdad?
--No, no quiero—dice Cabeza de aborto.
--Necesitas ayuda y yo sé cómo puedo ayudarte—dice la chica.


Cabeza de aborto en la oficina del diseñador de imagen. El sabio de la moda, luce radiante y exitoso, se balancea en su gran silla de oficina. Cabeza de Aborto parece una mancha. Sonríe ante lo que reconoce como un caso difícil.

–Piensa en mí como en el genio de la lámpara. Yo soy un artista que diseña personas, personas agradables para las personas. Personas que viven para conquistar el mundo. Que caminan orgullosos, no porque tengan asegurada la victoria, sino porque saben que tienen las armas. Porque saben que pueden sacar de sí mismos el inmenso potencial que todos tenemos. ¿No deseas salir de tu burbuja y comenzar a vivir?
--Si--.
--Dime, ¿qué quieres que la gente piense de ti cuando te vea?
--... No sé—
--Dime, ¿qué tipo de persona eres?—
--...No sé, de las que no saben que tipo de persona son—
--Vamos, ayúdame a ayudarte amigo. Solo, defínete en una palabra, la primera que se te venga a la mente—
Cabeza de aborto se traba. El diseñador de imagen lo presiona, hasta que cabeza de Aborto dice lo primero que se lo ocurre
--… Hemorragia—
--… Ya veo. Creo que ya sé que hacer contigo. Primero iremos al departamento de caballeros, luego buscaremos algo para darle luz a tu rostro—

El diseñador de imagen lo hace ir a la ropa, le hace probarse varias cosas. Y amontona y amontona camisas, chaquetas, sacos, pantalones, calcetas, zapatos. La chica del cabello color chocolate parece disfrutar cada cambio de Cabeza de aborto y siempre tiene palabras amables para el nuevo Cabeza de aborto que parece salir cada vez de los vestidores. Cabeza de aborto es un hombre de negocios, estrella del golf, luego un joven alivianado, un fiestero, un hombre de mundo. El milagro en el espejo. Cabeza de aborto es un vampiro creyéndose Narciso en el bosque de los espejos.


Cabeza de aborto no tiene dinero más que para comprar una boina amarilla con una happy face. El diseñador le reclama a la empleada el haber perdido su tiempo por un cliente sin dinero y la despide con aspaviento y malos modos.

Cabeza de aborto la espera a la salida, necesita el perdón. Ella solo quería ayudar. La ve salir. Cabeza de aborto corre para alcanzarla en el camino se pone la tonta boina. Cabeza de aborto se inclina y pide perdón una y otra vez. La chica se detiene, lo ve bien, examina su potencial.

--Tal vez te perdone, si me invitas a tomar algo— ella sonríe, como siempre lo hace a sus clientes.
Cabeza de aborto se paraliza.
--¿Es eso lo que querías oír, imbécil?—ella se va a la distancia, se van perdiendo sus hermosas formas, impecablemente ataviadas en perfecta combinación.

La chica cansada, preocupada por su futuro. Camina hacia su casa después de pensar largo rato qué va a hacer ahora. Gira la llave para entrar al departamento que acababa de rentar. Un portazo. Cabeza de aborto escucha sollozar a su vecina tras la pared.