Venid a mí todos y todas vosotr@s;
los agobiados, los enfermos, los desesperados.
Los marginados. Los pobres. Los olvidados, los sin empleo, los que nada aportan.
Los condenados. Los diferentes y por ello segregados. Los inmigrantes. Los asqueados y los que dan asco.
Los pecadores que ya están marcados.
Los irritables y sin memoria.
Explotadores y explotados.
Los que se esconden y callan.
Los que secretan ignominia.
Los que no ven y no oyen.

Los de corazón grande y los generosos.
Los chiflados que "pierden" su vida.
Los que sirven en silencio
y aquellos que lo hacen expuesto a lo público.
Los educadores que esperan, buscan, creen y acompañan.
Los de manos fuertes y hombros dispuestos.
Los pastores que lo dejan todo.
Los ancianos que pese a ... continuan amando.
Los jóvenes que ebullen de anhelo de servicio y
se desviven por sentido.

Venid a mí tod@s, Yo los aliviaré y
los enviaré a amar y servir;
así renovaréis la faz de la tierra.