Cuanto he anhelado decirte
que fuiste mi amor primero;
ese que no se olvida
pues cuajó mi alma
y me envolató entero.
Un amor simple y redondo,
como una esfera,
como tu sonrisa y tus manos suaves.
Ese amor, me sacó a pasear.
Entonces dejé de verte.
Yo no lo quise así.
Muchas otras huellas,
tanto más de decisiones.
Mucho tiempo.
De ese tiempo calipso y pletórico;
de ese tiempo de entrañas,
de profetas y augurios;
de ese tiempo de desplome...
pero en él, en todo él;
siempre ese paseo
ha quedado prendido en mi alma.
Texto agregado el 05-09-2006, y leído por 134
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
19-12-2006
Me gusta eso de "tiempo Calipso".Saludos. guanachinerfe
06-09-2006
Soy tu seguidora, me encanta tu espíritu, agradecida Puerto_Montt
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