El esclavo se obstina en clavar
la mirada sobre el súcubo enloquecido
sobreviviendo para el acto carnal:
envuelto en una botella de coca cola y vino.
Por el fondo de la ciudad
los fantasmas observamos
como os desenvolvéis en la tempestad
de la vida diaria echa para sobrevivir.
A fronte praecipitium a tergo lupi
Texto agregado el 02-07-2006, y leído por 270
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Lectores Opinan
08-03-2007
Uno siempre termina eligiendo saltar a ser devorado. Me gustó. Saludos. Profugo
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