EL DESEO DE ELLA POR ÉL
Yo vengo sola en el silencio
de la mujer madura
que con ansias renueva
el chip de su sexo,
sonríe con holgura
y cambia su tiempo…
Mientras el colectivo
-autobús en trayecto-
se come la carretera,
de alguna manera,
-sin estar contigo-
te comes mi cuerpo.
Con mis ojos cerrados
imagino tus labios
que recorren mi cuello.
Puedo imaginar tu sonrisa,
cuando observas mis gestos
con gemido de brisas…
Tus labios son cálidos,
carnosos, dulces y traviesos…
cómplices de tu lengua
que resbala en mis senos
y no me deja tregua.
Más abajo,
se mueven mis entrañas;
cariño.. ¡es un sueño!
¡Cuánto deseo llegar
observar tu mirada,
meterme en tus brazos
y encajar en tu cielo!
Llegué al terminal,
después de haber soñado
tu cuerpo sobre el mío
durante casi tres horas
de camino…
pero ya todos bajaban
y mis piernas aún duermen
y debían despertar…
-Me observa la gente…-
¿acaso se me nota
el amor que me mueve?
Pongo mi bolso, al hombro
y de mi nube bajo …
he de tomar un coche
para mirar tus ojos,
para besar tus labios,
para sentir tu roce
para tocar tu cuerpo…
“Linda… ¿necesita un taxista?”
¡Qué tono más excitante
hace coito en mi oído!
No es un taxista que me llama,
-mis ojos también se excitan
y mi sonrisa radiante-
es mi hombre que ha venido
y demuestra que me ama:
“Mi amor, estoy esperando
y casi desesperaba…"
-cortaste palabras
sin decir que me amabas-
rodean mi cintura tus brazos,
tu suspiro en mi oído
tus mejillas, tu pelo,
tu lengua, tus labios…
¡Ya!!!...
dejemos para luego.
Del mundo las sonrisas
circulan y resuenan
nos miran, nos critican,
nos aplauden o aprueban…
-que se mueran de envidia-
¡el amor es el dueño!
iMila |