Inicio / Cuenteros Locales / nam56 / El río
Hurgaba en el cajón entre viejos papeles, cartas, recortes, recibos, mientras encontró la fotografía amarillenta, pero nítida : allí estaban ellos, todos. Una foto de hacia más de treinta años. La fotografía le tembló en la mano, así como el pasado lo hacia en su vida…. los recuerdos regresaron.
Afuera la lluvia caía torrencial. Fangosos brazos de aguas rojizas se precipitaban, ladera abajo, hacia un río que, cada vez más torrentoso, arrasaba a su paso con todo aquello que se le interponía. Una tenue cortina de vapor se elevaba desde el suelo y las plantas, al tiempo que las gotas repiqueteaban sobre el empedrado de los patios.
- ¡Don Juan! – Sonó grave la voz de Mocobí llamándolo desde el zaguán. - Ya todo está listo, podemos partir cuando usted lo diga, la señora Rosa María lo está esperando.
Juan Andrade miró el cuarto, los cuadros y los muebles. Tuvo el presentimiento que era la última vez que contemplaba el lugar donde él y Rosa María se entregaron uno al otro en cuerpo y alma. Desde entonces ella había sido su mujer; su primera y única mujer. A poco de conocerse se casaron y decidieron quedarse a vivir en la hacienda.
Fue entonces cuando dio comienzo un temporal que parecía no terminar nunca y los obligó a regresar a la ciudad.
Los caminos estaban anegados. Tres semanas de incesantes lluvias lo habían borrado todo. Las ruedas del coche resbalaron sobre el barro y mordieron el borde del camino. La caída al río fue inevitable. Troncos y ramas arrastrados por la corriente se confundieron con los efectos personales y ropas de los pasajeros. El temporal no cesó por varios días lo que dificultó aún más la búsqueda. Todos los esfuerzos por encontrar a Rosa María y a Mocobí fueron inútiles.
Treinta años desde aquel día; Don Juan no había logrado superar la pérdida de su esposa y por eso nunca regresó a aquel lugar donde la vio por primera vez, bella como una ninfa a orillas del río. De ese mismo río inclemente que celoso de su amor se la robó para siempre.
© Norberto Adrian Mondrik
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Texto agregado el 30-05-2006, y leído por 260
visitantes. (5 votos)
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Lectores Opinan |
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17-06-2006 |
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Tus descripciones se hacen tan reales en mi imaginacion...excelente!!!!***** Ciiara |
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10-06-2006 |
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Qué lindo escribís Norberto! Hermosa y triste historia. La naturaleza cuando se desboca arrasa con vidas y todo lo que encuentra, deja dolor y frustración, como este dolor de 30 años que tan perfectamente nos relatas. Besitos mi amigo y todas las estrellas. Magda gmmagdalena |
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01-06-2006 |
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Una triste historia. Bien redactada. 5* RESTORACH |
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01-06-2006 |
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Adrián, soy una afortunada.Todos te leen, yo además te escuché leerme este texto tan lindo, tan ajustado.Te quedó relamente hermoso Don Juan.***** Gadeira |
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31-05-2006 |
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¡Qué hermoso! El amor siempre lo es. lebana |
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