Mientras camina por su casa tratando de advertir cualquier cosa fuera de lugar,mira el cuadro de la esquina y se da cuenta de que está torcido.
Camina hacia el y, suavemente, toma una punta entre sus manos para ponerlo de nuevo en su sitio.
Mientras lo hace se dá cuenta de que hay algo que le está humedeciendo la mano;levanta el cuadro y, sin poder esconder su horror, ve como un dedo ensangrentado sale a través de un pequeño hueco en la pared.
Se queda mirándolo por unos segundos, hasta que se percata de un leve movimiento. Sin saber qué hacer, pone el cuadro en su sitio y va a sentarse en su cama presa de una angustia que crece a cada momento. Se mira en el espejo, y se escandaliza al pensar que tal vez, no sea una mala idea ignorar el asunto y hacer como si nada hubiera sucedido...en ese momento una fuerte sacudida y un grito de: " ¡vamos camila ya es muy tarde!" la despiertan.
Se dá cuenta de que está en su cama y de que todo fue un sueño. Con una inmensa alegría se baña, se viste y baja las escaleras. Coge su maleta pero, antes de irse se acuerda de la pluma que prometió prestarle a carlos y que dejó olvidada encima de la mesa de la sala.
Se devuelve y abre la puerta. Va hasta la sala, coge la pluma y dá la vuelta para volver a salir. Pero en ese momento, un grito sale de su boca y la pluma cae de su mano dejando pequeños charcos de tinta...al llegar y encontrar la puerta abierta, Marta piensa lo peor, y recorre cada habitación comprobando que todo esté en su lugar. Entonces ve la maleta de Camila a la entrada de la sala y, extrañada, se dirige a ella. Cuando entra, ahoga un grito y se queda pasmada sin saber qué es más horrible: la cara congestionada y llena de lágrimas del cadaver de Camila, o el dedo goteante que descansa sobre la mesa, y que ha dejado un rastro de sangre desde la pintura de la esquina. |