Señor y señora hormiga caminaban tranquilos cuando lo vieron; era un elefantito recién nacido abandonado. Se asustaron al principio, pero luego se apiadaron de él y lo adoptaron.
Bueno, no era tan fácil como parece. Tuvieron que ampliar el hormiguero y tratar de explicarle al “pequeño” cómo llegó al mundo (por un huevito como las demás hormigas, claro) y la razón por la que era tan grande.
— Eres una hormiguita especial, hijo— le decía la mamá.
— Pero muy grande— respondía llorando éste.
— Así te queremos, mi niño— agregaba el papá.
Aún así, vivían felices. Dicha felicidad acabó el día en que, por accidente, mató a sus padres mientras caminaba despistado. En ese momento, las demás hormigas del hormiguero, que ya se aburrían de él, le contaron la verdad de su procedencia.
Ni se imaginan la tremenda crisis existencial que le provocaron. Bueno, pasar de ser una hormiguita “un poco crecidita” a un elefante, no era para nada un tema fácil.
Muy triste, se fue lejos, muy lejos, más allá de su hormiguero. Conoció al alcohol y la droga, la depresión y la cárcel. Ha estado innumerables veces preso por robo con intimidación.
Las hormigas, que al principio estaban felices por quedar con una gran mansión (hubo que ampliar mucho el hormiguero), se arrepintieron de haber provocado ese mal cuando vieron las noticias de su última captura (por ser menor de edad, lo dejaron libre de inmediato) y lo fueron a buscar…
… Muy tarde. Se había ahorcado con su propia trompa (tristemente, de elefante, no de hormiga)
PD: lo escribí (y publiqué) mucho antes de qe saliera la era del hielo 2, así que cualquier semejanza no fue copia xD
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