Si por casualidad,
te llega a preguntar,
que cuanto me querías,
no digas la verdad,
te puede perjudicar,
dile puras mentiras.
No digas que mis besos
te hacían delirar,
ni que en un tiempo dijiste,
" No te dejaré de amar"
No le cuentes
de aquellos lindos paseos,
ni lo intentes,
puede mirarte muy feo.
No le digas
de aquellas madrugas,
ni tampoco maldigas,
nuestras horas soñadas.
Los besos que me diste,
nunca se los comentes,
ni en donde tu estuviste,
tú nada le comentes.
Recuerda que lo nuestro,
no se debe contar,
y si hay otro encuentro,
volvamos a inventar.
Aquello maravilloso,
nos llevó hasta el cielo,
todito fue hermoso,
debo reconocerlo.
Las noches en mi lecho,
nunca las voy a olvidar,
juntita a mi pecho,
te ponías a soñar.
Llorabas de alegría,
me lo decías a mi,
más ese triste día,
tuviste que partir.
Marchaste de mi lado,
yo digo, para siempre,
y aún no he encontrado,
quien tenga ese tu temple.
Si un día tu regresas,
recuérdalo cariño,
tú llegas y me besas,
y seré feliz como un niño. |