http://www.visionsfineart.com/pino/day_dream.html
Susurro primaveral:
Cada primavera, que es cuando reverdezco, por enésimo año he descubierto tu retrato, lo dejaste aquella mañana que te marchaste, ha permanecido en el tiempo como mudo testigo del amor que nos unió.
Esa actitud de abandono que hay en ti, muestra que no hiciste gran esfuerzo en posar para quien dirigió con mano segura el pincel sobre el lienzo, una actitud tan tuya.
Parece que estás al alcance de mis manos.
Creo que te pintó desnuda y luego fue dibujando la ropa sobre tu piel.
¿Quizá sea solo un intimo deseo? Sentir esa desnudez tan conocida por mis ojos y mi ser.
Ni siquiera faltan las rosas, las robé para ti ese día en una plaza de Angol.
Esa tarde nos metimos en el trigal maduro, con el viento de la tarde sus espigas doradas brillaban y bailaban tal como lo hacía tu cabello.
Luego de ser tu jinete y tu mi amazona, te abandonaste en el trigal tal como posaste.
Te pintó tal cual, hasta percibo los colores, olores y sabores, tus mejillas sonrosadas como el pecho de la Lloica que detuvo su vuelo sobre el avellano cercano, nos miraba sorprendida.
Tus aros como guindas, tus senos alegres, danzaron al aire como duraznos zaragozos, carne dulce y firme, su piel me electrizaba cuando los tomaba, ahora los cubre tu blusa, no así cintura y caderas.
Mis manos mantienen la sensación de tu cintura ¿y como no? era cual pera que madura en abril, al morder su piel, su suave y blanca pulpa se escurre suavemente entre los dientes hasta llegar a la intimidad del ser.
Pubis de trigal maduro, aún hueles espigas sacudidas por el viento, fértiles granos que, fueron pan para saciar el hambre en algún desayuno o convertidos en Hostia, un devoto rito unió el cuerpo de ÉL con el alma del creyente.
Te marchaste dejándome solo el cuadro para mirarte en esta primavera que nuevamente reverdezco.
|