Yo quisiera comprender,/
y no seguir contemplando/
a los cipreses subiendo,/
y sus raíces bajando/
Su sombra de noche clara,/
condenada a muerte está,/
con sus raíces entrando/
en tumbas a descansar./
Van profanando sepulcros,/
conocen la muerte ya./
Saben quien llora o se alegra/
de estar descansando allá./
Tu viste enterrar los cuerpos,/
pudrirse los viste ya./
Los secretos bien conoces,/
al ver la tierra actuar./
¡Cipreses del cementerio,/
decidme; qué ocurre allá!/
Tú, que conoces la muerte,/
que naciste muerto ya./
Te revelas y te elevas,/
te quieres desenterrar,/
vives en lenta agonía/
y te quisiera ayudar./
Luchas por sobrevivir,/
mas no lo conseguirás./
El hombre que te plantó,/
te condenó a morir ya./
Por nacer en camposanto/
que es una cuna mortal,/
te compadezco y te admiro,/
oigo tus voces gritar,/
pero...cálmate, tranquilo,/
que has conseguido llegar/
a nacer donde otros mueren,/
y eso..., te debe alegrar.
(Siento tener que escribirlo así, con las barras para distinguir los versos.) |