Florilandia es un lejano pais, en el que reina la abundancia, las flores y sobre todo la Cultura.
Existe academias para todo. Ateneos, universidades, todo el mundo es muy culto. Una de estas importantes academias, es la de la lengua. Todos los días, hay sesiones. Todo se somete a debate –como debe ser en un pais avanzado- se discute y al final, llega el acuerdo.
El día de nuestro cuento, en esta Academia de la Lengua Decana, se estaba celebrando una sesión en la que se ponían definiciones a las palabras. Todos los académicos ocupaban sus escaños. El secretario se levanta y pronuncia la palabra a la que hay que definir.
- Le toca hoy a la “L” y la palabra en cuestión es Lametón.
El presidente mira una lista y dice:
- Sr Obispo, su turno.
El Obispo, muy en su papel, se pone en pié y tras pensar cuidadosamente comienza a definir la palabra Lametón, muy despacito, como pensando:
- Lametón... es una peregrinación ...piadosa al lugar de nacimiento.
Fuertes aplausos de todos los académicos para el monseñor. De pronto, un joven abogado, pide la palabra. El presidente se la concede.
- Gracias, señor presidente. Discúlpeme, monseñor, pero estoy de acuerdo con su definición en parte. Me explico: Lo de peregrinación, lo veo correcto... lo de lugar de nacimiento también... pero piadosa.., yo no creo que esto tenga nada de piadoso.
El obispo, se pone en pié muy enfadado y levantando su mano, como apuntando al cielo con el dedo índice exclama:
- Amigo mío, yo no sé cómo usted lo hará, pero yo lo hago de rodillas.
Hoy el obispo en cuestión es Cardenal agregado al Consejo de Estado por nombramiento Divino.
Enduendao 21-8.2005
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