Estoy agobiada, volví a llegar al fondo. Recorrí un nuevo tunel y llegué al final, éste, al igual que los túneles anteriores, no tiene salida.
Por ahora necesito pensar. Me retiro a Afganistán o al rincón más oscuro y solitario de la tierra, lo que encuentre primero. El asunto es que me voy (o mi mente por lo menos) muy lejos. Estaremos un poco más lejos que de costumbre... hay distancias que no podemos ignorar.
Necesito encontrar la moraleja de este último túnel. Fué sin duda más oscuro, retorcido y tormentoso que los anteriores... no sé, quizás los anteriores formaban parte de éste túnel mayor, es todo un laberinto y yo no traje un mapa para guiarme.
Me retiro a pensar. Necesito tanto a todo el mundo pero quiero estar sola.
Mi ser está agobiado, cansado... confundida.
Camino con la insertidumbre de no saber si habrá arrepentimiento.
Estoy en la penumbra y ya no puedo salir.
Que insensibles somos. Grito, pido auxilio, pero nadie vé más allá de lo que quiere ver. Quién sabe cuántos, como yo, están gritando y yo tampoco escucho.