En los bares de mala muerte,allí donde sólo la gente de mi edad, las putas y los borrachos nos atrevemos a entrar, en esos Paraísos desiertos, ocurren cientos de historias , y para historia me diréis, y atengo yo la mía, pero joder, porqué iva a estar tecleando las teclas sino es para deciros algo... Algo de lo que me he olvidado. En fin , con vodka encima apenas podemos pensar , y apenas podemos levantarnos del sofá. Bueno no me voy a liar más y os voy a contar una de esas historias de mala muerte.
Los besos que ella me dió salían más caros, seguramente porque sabían a fracaso, el sabor del fracaso no se conoce hasta haber fracasado; ¿Que cuándo se fracasa? Joder, pero vosotros os creéis que yo soy psicólogo o filósofo o algo así? En fin , a lo que iva. Algunos decían que el culo suyo lo movía el diablo, para mí lo que manejaba el diablo si esque existe es su cabeza, porque siempre iva borracha y se caía por las escaleras. En fin . Un primo mío me llevó a aquel bar de mala muerte hace varios años para que esa puta me iniciara en temas sexuales. Subí las escaleras y cuando llegué al piso de arriba y ví la puerta entreabierta casi me desmayo o me meo encima, pero los nervios hay que saber manejarlos, porque sino viene lo que vino. Pasé allí, al pie del pasillo unos tres minutos hasta que la puta salió de la habitación harta de esperar a que subiera, y yo, en uno de esos repentes me caí por las escaleras... Bueno, no salí tan mal parado, en vez de iniciarme aquella noche sólo estuvimos hablando y hablando mientras me daba un ligero masaje en la espala. Mi opinión sobre las putas varió esa noche, y dejé de verlas como me había impuesto la sociedad que debería verlas , como criaturas del demonio.
Al día siguiente mi primo volvió a llevarme al burdel y esta vez si me oriné encima cuando , llegado el momento, me metió en la habitación y sin mediar palabra me bajó los pantalones y me puso sobre la cama... Pobre puta, y todo por los nervios, los malditos nervios. Yo que creía que sólo ívamos a estar hablando como la noche anterior y ella que tenía ganas de trabajar... En fin.
Aquella noche fué la última vez que la ví . Años más tarde fuí al cementerio con mi abuela a llevarle flores a mi abuelo, y ví la foto de la puta en una lápida reciente.
Mujeres que en vez de labios te ofrecen la succión de una bañera y convierten las camas en un charco, como dijo un tal Rodolfo con apellido de jamón.
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