Agosto se desvaneció entre las olas, y las nubes sonreían y abrazaban la bahía, y yo sentado en el puerto, soñando conque de una vez por todas aparezca esa mujer de mis sueños, pero las gaviotas sólo buscaban basura entre las redes de los pescadores, y las pocas que pasaban por allí lo hacían casi de forma invisible, sólo la espuma parecía leer mi pensamiento, pero la espuma no es nadie, aunque a veces es mejor estar con nadie que estar con animales.
En fin , septiembre besaba en la boca a la ciudad cuando volví al centro para comprar un libro de Saramago, y las calles ya no estaban tan abastecidas de almas como el las semanas anteriores, y hasta los edificios se ven más viejos, pero el paso del tiempo es rápido , pronto , como en un abrir y cerrar de ojos, me veré en otro verano, y apenas recordaré éste, pues al fin y al cabo , ya lo dijo alguien , la memoria es nuestro peor amigo, el que nos da la puñalada por la espalda...
Qué cosas escribo...
Qué cosas...Más raras...
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