El Paranoico:
Subo las escaleras y mi corazón se acelera cada vez más. - ¿Para qué me habrá llamado, habré hecho algo mal?... seguro!!, seguro que me equivoqué, pero no se en qué. ¡Uhh... ¿y si alguien le contó que cuando él no está me la paso saliendo a la calle?, o si se dio cuenta de que a veces, en la siesta, me pongo a dormir en su sillón...
Me va a echar... seguro... para colmo me tiemblan las piernas y tengo la garganta seca.
- ¡KEEEVIIIIN!
Otra vez me gritó pero ya estoy llegando, ¡¡Qué miedo!!...estoy temblando entero pero hay que disimular.
- ¡Ah! por fin apareciste... ¿qué has hecho hoy?.
Mmm, por qué me lo preguntará, he hecho lo de siempre.
- Vení, acercate, que te quería contar algo...
¡Qué será!, por las dudas mejor no digo nada porque, no es por alabarme pero si hay algo para lo que soy bueno es para escuchar...
- La cosa viene muy complicada, los números no me cierran...
¡¡¡Nooo!!!, ahora sí que me despide, nada más me lo está demorando un poco para que el golpe no sea tan duro.
- ...y tengo que hacer varios recortes...
Mmm, ya no me quedan dudas.
- ...creo que no va a haber vacaciones para nadie, es más...
Ahí viene, fuerza que no quiero llorar.
- ...si todo sigue así, vos vas a ser el principal afectado...
¡Sea lo que sea que lo diga ya!... ¡por favor!.
- ...porque está muy caro el alimento que te compramos siempre.
¡¡Uhh!!, era eso no más, si a mí me encantan las sobras de la comida, ¡qué difícil es ser un perro en estos días!¿no?.
Sasá
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