Volviéndome loco, derrochando la bolsa y la vida la fui, poco a poco, dando por perdida.
Joaquín Sabina
_________________________________________
A lo lejos distingo tu silueta, inconfundible, tan segura de ti misma. Caminas hacia mí con pasos firmes, como siempre has hecho y empiezo a imaginar la frase perfecta para recibirte después de tantos años. No puedo confesarte que casi te he olvidado, pero tampoco que secretamente te estaba - y te estoy - esperando.
Ya estás casi frente a mí, ahora puedo ver tus ojos. Tus bellos ojos, tristes, melancólicos, como los de quien ha buscado algo que sabe que no encontrará.
También percibo tu olor. "Hueles a jardín de kinder", te dije la primera vez que te vi, reiste y terminamos recorriendo juntos el difícil camino de la existencia.
Pero un día nos separamos, y hoy te vuelvo a encontrar, tan diferente, tan cambiada, pero eres tú, lo sé, porque conozco esa silueta que se acerca, ese caminar, esa mirada triste, ese olor a jardín de kinder. Y no sé qué decirte después de tanto tiempo.
Pasas a mi lado, no sonríes, no volteas a verme, quizá no me reconociste.
Sigo caminando y recordando los momentos tan felices que algún día vivimos juntos. Me prometo no entristecer porque no me hayas reconocido y me resigno a casi olvidarte y a seguir, secretamente, esperándote.
- Y además... ni siquiera sabía qué decirte. |