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Inicio / Lista de Foros / Literatura :: Talleres / El CLUB del RETO 35 PROSA: - [F:9:3098]


EL_RETO_GANADORES,05.06.2005
bEL RETO 35 COMIENZA HOY 5 DE junio Y TERMINA EL 15 DE JUNIO . DIA 16 VOTACIÓN.

5 junio---15 junio VOTACIÓN 16 junio

EL TEMA ES :
introducir en la narración la frase
¿YA LLEGARON? con expresión a elegir entre:
alegre contrariada. de sorpresa o temerosa/b

máximo 320 palabras

Suerte
 
gmmagdalena,07.06.2005
La espera

Me desperté temblando, la ventana abierta permitía el ingreso del frío aire nocturno; las sábanas estaban tan heladas como yo; estiré la sucia colcha que estaba arrollada a los pies del catre y me cubrí, tratando de recuperar un poco de calor. Me había dormido embriagado, dos o tres copas de fuerte alcohol me habían idiotizado lo suficiente para acostarme y tratar de no pensar en el mañana. Pero ahora, ¡maldición!, había despertado con la boca amarga y los pensamientos otra vez acosándome, los temores royendo mi estómago, tratando de fugarse como gusanos por mi ombligo.

Miré mi reloj, en la oscuridad sus manecillas fluorescentes señalaban las tres y media, faltaban horas para que amaneciera. Sabía bien que hasta las siete todo seguiría oscuro y que ellos no se adentrarían en la ciudad con la oscuridad.

Temblé de nuevo, pero ya no de frío, temblé pensando en las horas que restaban, temblé pensando en ese día que se avecinaba y lo que con él devendría. Sopesé la idea de levantarme e ir a buscar la botella y servirme otra dosis, pero pensar en eso revolvió mi estómago, solo quedaba cerrar los ojos y esperar; tratar de pensar en que nada es real, mejor pensar que es un sueño, que este acompasado sonido que se escucha es el de mi corazón, no el eco de pasos lejanos acercán-dose.

Finalmente me adormecí, hasta que un rayo de sol insolente clavó sus agujas en mis ojos y junto a un ruido sordo, como si una tormenta estuviera a punto de desencadenarse, terminaron por despertarme. Antes de terminar de reaccionar, la voz de alerta se escuchó clara y potente .

- ¿Ya llegaron? Pregunté, sabiendo la respuesta.
- Sí - me respondió y en ese momento escuché el primer disparo.
 
Diogenesia,08.06.2005
INFIEL

- Doctor, tengo un problema - así empezó el diálogo entre Juan y el médico esa tarde.
- Varias veces he sido infiel a mi esposa, usted sabe, se presenta la oportunidad y uno no quiere quedar mal – se justificaba – tampoco uso preservativo, les advierto a las mujeres que ellas se preocupen de evitar un embarazo – el médico escuchaba silencioso.
– Este verano recién pasado – Juan siguió contando - fui a una fiesta y conocí a una muchacha. Cuando estábamos en la cama ella insistió que usara preservativo, yo me opuse.
Juan se acomodó en la silla, había pasado el primer momento de tensión y continuó
- Estuve con esa mujer en varias oportunidades durante el verano - ahora se volvió a poner inquieto, piensa lo que va a decir pero al hablar trastabillan sus palabras - Cuando a esa mujer le dije que no nos veríamos más, porque mi esposa regresaba de vacaciones, me dijo que tenía SIDA, que por eso me pedía que usara preservativo – el médico se incorporó bruscamente de la silla, Juan se recogió, se veía pequeño.

El médico llenó unos formularios con órdenes de exámenes y pidió a Juan el nombre de la enferma de SIDA y su posible ubicación, datos que anotó.
- Don Juan, hágase estos análisis, de acuerdo al resultado trataremos el asunto con su esposa, ella deberá realizarse los exámenes.
Extendiendo los documentos a Juan, agregó
- En quince días dispondremos de una respuesta del laboratorio ¿tuvo relaciones sexuales con otra mujer?– Juan negó con la cabeza, ahora el médico se alivió – Lo llamaré cuando estén listos los exámenes.

La espera fue agónica para Juan, un miércoles recibió la llamada.
- ¿Están los análisis? ¿Ya llegaron? ¿Cuál fue el resultado? – Juan acribillaba con preguntas al médico.
- Don Juan, efectivamente usted tiene SIDA, venga hoy a mi consulta, ¡ah! y con su esposa.
Juan enmudeció, por intransigente era hombre muerto. FIN
 
blasleon,08.06.2005
LAURA, MIRADA AUSENTE.

Laura, mirada ausente, sentada en su sillón, no se da cuenta de que ha sido el motivo de la discusión. Ya se marchan. Apenas un roce en la mejilla con sus acalorados labios y un hasta mañana que no será cierto. Los niños ni eso, como niños corren a la calle y los maridos tres cuartos de los mismo, la miran de soslayo y hasta luego. Alicia queda sola, reprimiendo las lágrimas.

Convocadas por ella, las hermanas, llegan a media tarde. Como siempre, tarde.

–Paramos un momento, ya sabes –dice Lucía, la mayor.

–En mi casa, como les coge de paso –dice Sara, la de en medio.

–¿Tomamos un café?

Pablo ofrece cerveza a sus cuñados y salen al jardín. Los niños, arriba, con sus primos y la “play station”.

–Mamá empeora por momentos y yo no doy abasto –dice Alicia.

–Tú cargas con todo, claro –dice Lucía–. Pero es que yo, como vivo tan lejos y el trabajo...

–¿Qué quieres decir? –pregunta Sara–.

–Que me echéis una mano...

Vacilan, hablan, discuten largo rato.

–¡Ni soñarlo. No me ocupo de mis hijos y me voy a ocupar de ella...! –exclama Sara.

–¿Qué tal una residencia? –interviene Lucía.

–¿Tú la pagas?. Yo no suelto un euro. No puedo permitírmelo.

Alicia se harta de oír lo que esta oyendo. A Lucía, que no piensa las cosas. A Sara, que siempre, cuando se trata de dinero, barre para sí. No tiene para la residencia pero si para salir a cenar los fines de semana.

–¡Basta! –grita. No se trataba de esto. Se trata de mamá

Ahora las tres callan. Todos lo dan por bueno que todo siga igual.

A la hora de la cena un guiño del alzheimer le devuelve a Laura un minuto de vida:

–Hoy venían las chicas –dice–. ¿Ya llegaron? Quiero ver a los niños, les daré la paga.





 
Bluuuuu,08.06.2005
Día de Reyes
Jorge Cortés Herce

Pedro y Miguel crecían sin que sus padres quisieran darse cuenta de ello. Cuando niños los días seis de enero siempre encontraban un balón o un trencito que suplía la lista interminable de regalos que pedían a los Reyes Magos. Cada año, desde que se iban a la cama, se turnaban para asomarse por entre los barrotes de la escalera y descubrir si ya los Reyes habían llegado.
Muy temprano descubrieron quiénes dejaban los juguetes en la sala, pero también muy pronto descubrieron que convenía seguir el juego, para seguir recibiéndolos. Y así Pedro y Miguel fingieron por años desconocer el secreto de papá. Pero había otro secreto que tardaron mucho más en descifrar.
Los últimos años, la lista de regalos había sido minuciosamente bien surtida, incluso se cumplieron los caprichos que, jugando y como provocación habían pedido. La motocicleta y la batería habían llegado ante el asombro de los ya crecidos muchachos. Habiendo aprendido desde chicos a no hacer preguntas al respecto, no sabían por qué de pronto la fortuna había crecido como para no dejar regalos baratos que sustituyeran lo pedido.
Esa noche, como cuando eran niños, comenzaron a turnarse para ver cómo resolvían los reyes magos el cumplimento de la lista. La noche avanzó mientras alternaban la pregunta: “ ¿ya llegaron?” , con la constante respuesta negativa. Amaneció y bajaron desconcertados a la sala. No había nada, ni una nota como la vez que les dirigían al garaje a encontrarse con la moto. Desilusionados, fueron a “anunciarle” a papá que no habían recibido el vehículo todo-terreno que habían pedido, pero no le hallaron. Salieron de la casa, para ver estupefactos un Hummer amarillo, con papá y mamá a bordo, quietos... demasiado. Escritas con sangre, las palabras en la carrocería sentenciaban: “No robarás la hierba de quien te ha dado de comer”. Recordaron la voz ronca en el teléfono repitiendo: su padre vende algo que no es suyo.

 
JulioJurenito,09.06.2005
Casi noté romperse el caballo en el paso del río. Pero no se rompió. Esa sensación que da cuando lo llevas de rienda y resbala y le ves con la pata rota, muerto para todo, y luego sigue caminando como si nada, y respiras y te dices “solo un resbalón”, nada grave, y luego es como si te olvidaras, y nunca hubiera pasado.
Miré los galones del sargento Zacchary. Pensé que hubieran sido míos de no decir las cosas como las veo. Luego pensé que qué importaba.
El Viejo nos ordenó montar y prepararnos, habíamos atravesado el vado sin esperar por nadie y estábamos listos de sobras, éramos el séptimo, después de todo...

Me acerqué a los exploradores, acababan de llegar. Oí a Nath que le había dicho al Viejo que el campamento ocupaba todo el valle, que nunca había visto tantos tippis juntos “¿sabes qué dijo el Viejo? ” “que estaba de suerte”...
Sonreí y pensé en el General. Loco, pero con estilo.
Spideey soltó que había visto a los Lakota en el Sur, y que ellos también habían descubierto su unidad. Nos miramos los tres como camaradas, como sonriendo, como despidiéndonos...

Salimos al sol del valle y a una melodía de sombras negras en las laderas, camisas-de-viento, humo de rifle y tambores.
Manoseé un poco el revólver, miré hacia los reclutas, y al sargento y a mis compañeros. Monté el zaino y me mordí los labios porque no sentía la cara.
El Viejo giró hacia nosotros, sin vernos. El teniente Rupert, novato de reconocimiento, tuvo que repetirle que Caballo Loco nos había rodeado, que los Sioux dominaban todas las laderas de Little-Big-Horn. Lo dijo tantas veces, tan alto, que hasta yo lo oí. Custer le miró, y sonrió.

“Ya llegaron, entonces”

Y en el júbilo de sus ojos, y en la espuma blanca de sus labios, pude ver la muerte, un segundo antes de que ordenara cargar.
 
Hermeset,09.06.2005
bEn el hospital.../b

Los médicos esperan impacientes mi llegada, preguntan por teléfono a mi hermano Jaime – ¿Ya llegaron? – Todo lo que me rodea está nervioso, siento en mi cuerpo un temblor temible que empalidece mi cara al igual que la nieve. La luz de las farolas se apaga y enciende, se oye una sirena insoportable que genera dolor a mis oídos aunque no tanto como el que siento, la gente grita y se acerca, miran a ver que pasa, todos están interesados, todos sienten una curiosidad inmensa por saber quién hay dentro del túnel de la muerte, de que sirve tenerla, no lo acabarán sabiendo y no acabarán sabiendo lo que siento yo… la ambulancia tambalea y es veloz como un avión. Mi pobre hermano está triste, siento como caen sus lágrimas sobre mis piernas, se nota que están frustradas y enfadadas por haber nacido, lo noto, caen lentamente y están ardiendo como puro fuego. De pronto la ambulancia pierde su vida, todo el jaleo ya se ha ido, la sirena se ha callado y el tambaleo ha parado. Parece que el cielo se ha entristecido, se ha puesto a llorar de la misma manera en la que lo hace mi hermano, las nubes son cotillas, hacen lo mismo que las personas, ni el sol ni la luna están hoy para darme esperanzas, el viento aúlla mi muerte… En el hospital todo es muy triste, las paredes perdieron su blanco y ganaron amarillo, ni tan siquiera huele a limpio, hay un olor a gente, a enfermedad, a lágrimas y a tristeza, el olor a mis ganas ya se despidió en la alborotadora ambulancia, todo está pasando muy rápido, noto como corro encima de una camilla con sábanas blancas y limpias aunque ásperas y usadas, las ruedas suenan a oxidadas y el suelo resbala como el agua. Una vez en la habitación las máquinas tienen ganas de ayudarme y se muestran solidarias, los médicos dan todos sus recursos y me dan una esperanza, pero ya veo que la muerte me está esperando en aquella silla incómoda, va vestida de negro, sin mostrar su rostro, y tiene un largo bastón de hecho hueso, ella ha traído su barca de madera usada y medio rota, quebrada, me ha robado todas mis ganas, todas mis esperanzas, sigue absorbiéndome y sigue absorbiéndolas, parece ser que los médicos no la han visto, pero la verán, la muerte está impaciente y se está enriqueciendo, la vida se arrastra por las calles como un vagabundo… ya no quiero poseerla, con lo que me queda, que me lleve consigo la muerte, que ha hecho un largo viaje, ya no me importa… me iré a la paz infinita, comparado con estos momentos ya nada hay peor… solo me queda mi hermano y su gigante tristeza, aunque pronto, ni incluso eso me acompañará…
– Pase Sr. Jaime, pase… – Pasa tembloroso, nervioso y desesperado…
– Señor Jaime, lamentablemente tenemos que informarle que… – Suspira el médico…
– Lo hemos perdido… –

Hermes Manyés.
 
JulioJurenito,09.06.2005
Supongo que será hacer trampa, y para muchos, algo innecesario, agregar fuera de los corsés de las 320 palabras que la batalla de Little-Big-Horn fue la última del general Custer.

El 25 de junio de 1876 dirigió una columna de soldados, el séptimo de caballería, contra las fuerzas Sioux, Arapahoes y Cheyennes a las órdenes de Toro Sentado y Caballo loco.
Adelantado a las tres columnas que debían reunirse con él, el General cargó con 266 soldados contra una reunión de 12,000 guerreros nativos americanos, en busca de una gloria que consiguió, a costa de permitir que todas sus tropas fueran rodeadas y aniquiladas hasta el último hombre.
Al menos, tuvo la decencia de morir con ellos.
 
palcebo,10.06.2005
bEsta vez mi aporte será:

uShock emético post expiración/u

Las sabanas contenían el sudor de la desesperación de Sergio ante tales imágenes vívidas que le llegaban. –Pesadilla o realidad- se preguntó…

Se sacudió de las sabanas impregnadas de su humedad y se levantó atontado, anonadado para caminar hacia el espejo de su baño. Se vio oscuro, más gris que de costumbre…

Ya en la ducha, entre fría y caliente –extremista ducha de mierda como yo!!- pensó en un grito interior, al sentir la cambiante temperatura del agua en su cuerpo, se sumergió de lleno en su noche que ya moría junto con unas horas más de su propia existencia.

Ya en la calle, caminaba sin rumbo, buscando esa inspiración que pudiese plasmar en ese poema que desesperadamente buscaba para capturar el corazón volátil de su musa perdida.

Llego a su esquina preferida, como autómata, encendió un cigarrillo, aspiro y aspiro sin pausa hasta que se detuvo ante la angelical imagen de la mujer que se le acercaba raudamente. Le asombró el rojo intenso y natural de su corta cabellera trozada a tijeretazos, ojos, boca, nariz, labios… todo en ella sonrisa y sensualidad. Vestida destartaladamente con jeans anchos descoloridos al máximo permisible y una blusa naranja dentro de la cual se sugerían unos pechos armoniosos…

Ya frente a frente, ella sonriendo, el como viendo un fantasma, se movieron al unísono para caminar hacia el bar más próximo…

en la entrada, el garzón les señaló una mesa mientras le dirigía con manifiesto asombro: iya llegaron?/i... Señor, my lady… su… su funeral es dentro de un día no hoy…


atentamente: palcebo/b

 
Sophie,10.06.2005
Silencio y desamor


De nuevo está sola, profundamente sola.
De repente, al girarse, nota su presencia, cree adivinar en su mirada un “No te vayas”.

Ingenua, anhela el consuelo de quien no conoce la compasión. Desea un abrazo de quien ya no la ve.

Él no quisiera que se fuera, no cree que se irá.
Ella no habla, él no sabe. Ella sufre. El silencio duele.

Un abrazo no se pide, la comprensión tampoco.
El gesto de amor sólo existe en la mente de quien lo desea.

Y la mente del otro es impenetrable.

Suena el teléfono.

- ¿Ya llegaron? Ahora voy.

Él sale de la habitación, aliviado, y feliz.

Un instante de miedo, solo hubo un instante.
Al entrar, pensó que su mirada le había delatado, creyó que ella había adivinado su deseo obsesivo, su amor por otra mujer.

Pero el amor no se ve. La mente del otro es impenetrable.
 
kanenas,11.06.2005
¿Ya llegaron?

A raíz de los infinitos ¿ya llegaron? que pronuncié en mi vida puedo asegurar que vivir es esperar ,
Las expectativas no siempre se materializaron.A veces preguntaba sin palabras. La frase quedaba prendida en mi mirada o colgada del gesto de mis manos.
A los ¿ya llegaron? de la niñez, los del dia de Reyes ,los del regreso de papá y mamá de un viaje, los del arribo de mis hermanos mellizos, se sucedieron otros más decisivos para mi futuro , que estaban impregnados de impaciencia, temor y ansiedad.
Más tarde fue el turno del ¿ya llegaron los chicos? murmurado a la madrugada.
¿Y aquellos desesperados que hoy me hacen reir?, cuando los huéspedes anticipaban su llegada y el asado todavía estaba crudo y no me había vestido.
Y los alborozados cuando los hijos volvían de la luna de miel con sus flamantes parejas.
Los ansiosos en la sala de espera de la maternidad. Los nietos...
El tono se hizo impaciente y temeroso con el pasar de los años.
¿ya llegaron los resultados del laboratorio? ¿ya llegó la ambulancia?
Cuando quedé sola, la pregunta no me abandonó pero cambió de tono. Se hizo siempre más indiferente, más apática, más resignada , como cuando mis hijos vinieron para acompañarme a mi penúltima morada.

Ahora aguardo otra llegada, después no necesitaré esperar . Reconoceré sus ojos implacables y a la vez piadosos.Sabiendo que ha venido por mí esta vez, me dejaré rodear por sus brazos. Entonces habré dejado de preguntar:¿ya llegaron?

 
hemefeo,12.06.2005
La carrera

Nadie puede dar crédito a lo que están viendo. Hay quien vomita y hay quien se lleva las manos a la cabeza. Otros mantienen la calma y aguantan como pueden el asco o la confusión. Todos ellos, los comisarios y jueces de meta, se han quedado helados en medio del desierto; y el corredor, derrumbado en la arena ardiente con la deshidratación amenazando su vida; bien de risa; bien de llanto; no se puede diferenciar, gime. En sus ojos una vivacidad enajenada. Posiblemente la que le mantenga consciente. Sus labios abrasados solo pronuncian, apenas comprensibles, las mismas palabras: ‘’Somos los primeros ¿Verdad? Hemos ganado’’. A su lado un macuto que liberó de su espalda. Una radio walkie-talkie chisporrotea.

''Aquí 'Oasis' a 'Meta' ¿Me oyen?. El control de participantes ha finalizado; ya no queda nadie por pasar; recogemos y nos dirigimos hacia vosotros. Cambio''.
-Recibido ‘Oasis’, pero algo no ha ido bien. Tenemos a uno de ellos.
'' ¿Ya llegaron?''.
-Afirmativo. Con muchos problemas.
''¿Qué ocurre?''.
-Viene solo, Hornos, y a saber de dónde demonios habrá bebido porque se ha vuelto loco.
'' ¿Y su compañero?''.
-Hay está el problema y muy serio, joder. El muy hijo de puta no deja de reír ¿sabes? diciendo que han ganado, que llegaron los primeros. Hornos, escucha, lo hace señalando al macuto.
''Pero si falta el compañero no habrán ganado ¿se lo habéis dicho?''
-Si, Hornos. Se lo hemos dicho y le hemos preguntado. Tenemos un gran problema, Hornos.
''Pero habla de una vez ¿qué coño ha pasado?''.
-En el macuto Hornos, maldita sea, su compañero lo trae a pedazos en el macuto.
 
vicente1429,13.06.2005
Ya llegaron ?¿?¿? - Vicente Rodriguez


Mi madre, Diogenesia, siempre solía decir que el abuelo era el culpable de que no estuviese a su lado. Que la había criado de esa forma tan particular y revolucionaria: que por tal motivo jamás tuvo incorporada en su vocablo la palabra mamá, así, a la clásica, con las manos reventadas en detergente y cloro, con el olor sempiterno de comida en la ropa y el cabello. Ella siempre decía que los sueños de las mujeres estaban lejos del valle hogareño, que se encontraban mas bien en las colinas, o en despeñaderos bautizados como ideales. Pero también decía que debido a eso yo era una causa perdida, una oveja descarriada.

Por ese motivo es que recuerdo cuando me dijo que ya era hora de marcharme. Era de noche y estábamos sentados en el sofá, fumando y mirandonos frente a frente. Ella se me confundia con el humo, y yo me mezclaba entre la luz baja de la salita. Trató de hacer eterno aquel instante (en su infinito amor filial), y musitó que mi derrota era también la de ella.Fue entonces cuando me puse a temblar. Me sentí como la niña que mami nunca tuvo y que envian a responder por sus luchas, a enfrentar los errores que durante todo ese tiempo cometió. Me vi con faldas y con carteles encendidos. Me ví nuevamente con el arma en las manos. Me ví cobarde e incapaz de salir de sus brazos, que me cobijaron raudos y tiernos cuando comencé a llorar. En ese momento no sabía nada. No entendía que no me iría solo.

Mi madre se levantó y me dejó llorando a sus pies. Los tipos golpearon la puerta y ella les abrió rápidamente. Avanzaron hasta donde yo estaba y me pusieron de pie. Un tipo gigante tomó mi maleta (que ya estaba lista) y la subió al automóvil. Solo cuando tenía puesta las esposas le pregunte a mamá si ya era hora, si ya habían llegado. Ella me entregó de vuelta una sonrisa.
 
felipegaldoz,14.06.2005
bVOY POR TI/b
No sé porqué te fuiste. Si ya estaba tan loco como tú. Me dijiste que te encontraría de algún modo, pero no tengo idea de dónde estás; y que cuándo sucediera una de estas cosas, dejarías un mapa de cómo encontrarte, que lo dejarías encima de la cama, escrita con tinta roja.

Todo estaba tan bien entre nosotros. Yo empezaba a acompañarte al médico para tu rehabilitación y tú me enseñabas a cabalgar en tu delfín.

Me hubiera gustado que al menos no te lleves los colores de las cosas. Juraría que no ha amanecido y que en el atardecer de ayer fue el fin del mundo.

Ayer me hice el café de las noches. Le eché el doble de azúcar que antes. Todo va perdiendo su sabor. Cuando vuelvas por favor dame respiración boca a boca por unos cincuenta años, que lo extraño tanto.

No quiero creer que te fuiste solo porque ayer en la mañana discutimos. Yo me fui de la casa porque no quería verte molesta. El médico me dijo a solas que no te ponga de mal humor, pero no creo que sea por eso.

En la tarde cuando volví todo estaba destrozado. Hasta la cocina. La vajilla estaba rota y los cubiertos esparcidos. No sé que hiciste con los cuchillos. No me importa, no voy a buscarlos hasta que llegues. Me quedé esperándote en la sala, con mi (rota) taza de café.

No debí dejarte sola. Y yo que quería contarte que había una ambulancia recogiendo el cadáver de una mujer que se había lanzado por una de las ventanas del edificio.

Es hora de recoger las cosas esparcidas, cuando llegues no quiero que te molestes de nuevo.
i(Ruido desde el cuarto)/i
¿Ya llegaron?. Sí… ya llegaron.
El delfín, los cuchillos, tu respiración boca a boca, la tinta roja, y el mapa… solo faltas tú. Voy a lanzarme de la ventana para dar contigo.

 
ollitsak,14.06.2005
No les voy a decir que no sentì miedo. No señor. Tengo que confesarlo, aunque para mì esto arruina mi autoestima. En el barrio me decìan Juan sin miedo, porque cuando nos mandabamos unos piscos con la gallada, iba a cantarles al cementerio a ese par de chamacas que se suicidaron por mì. Es que uno tiene que ser agradecido. Mientras yo afinaba la guitarra veìa a mis amigos temblando de miedo como unos verdaderos maricas.
!Carajo! -les gritaba- que le van a hacer los muertos, pedazos de babosos. Los muertos descansan tranquilos, pero eso si, les gusta que de vez en cuando le canten algo. Por eso vengo. Ahì tienen la chata, chupen su trago para que les pase
la tembladera. Asì les gritè, porque yo soy un hombre francote, no me gustan las medias tintas ni que me vengan con hipocresìas, no señor, las cosas me la tienen que decir de frente, aunque me duelan no importa. Por eso es que me daba bronca cuando el Gitano, que nos conocemos desde que eramos chuiches, le decìa al papanatas del Josè si ya traìan el cadaver del Juan. Si ya llegaron, ya estàn a la entrada, le contestò el idiota, con esa cara de mosca muerta que le acompañò hasta el dìa que lo arrojò el caballo y se partiò la nuca en dos . Y fue asì como vi que me traìan cargando. Primera vez que sentì miedo carajo, es que uno no se muere todos los dìas...
 
TheWillow,14.06.2005
bLos Muy Desgraciados/b

---¿Ya llegaron?

---Casi, emperatriz. ¿Los ve?

---Los veo.

---Parecen hormiguitas, ¿verdad?

---Lo son.

---Sí, tiene usted razón, emperatriz. Su genética los asocia más con las hormigas que con seres inteligentes. Pobres. Carecen de lógica, son tan salvajes.

---Quizás debamos darles azúcar como regalo.

---O tal vez hojas rotas para cargar.

---Jajajaja. Eres un pésimo anfitrión, mi querido Perkins. No te burles de nuestros huéspedes. Por lo menos no hasta que me haya dado el lujo de burlarme primero.

---No lo haré, mi emperatriz. Me disculpo por mi falta total de tacto.

En pocos minutos la caravana con los invitados llegó al castillo. La emperatriz salió a recibirlos, dándole la mano a aquellas extrañas criaturas bípedas, de piel carente de escamas.

---Bienvenidos a mi planeta ---dijo la emperatriz---. Son ustedes nuestros primeros invitados del planeta Tierra.

---Gracias ---dijo el capitán Kirk, sonriendo con picardía, como sólo uno de esos desgraciados humanos podría hacerlo.

La emperatriz y su fiel compañero Perkins parecieron no notar la otra mueca del capitán, esa con los labios en O y el guiño travieso del ojo. Tampoco advirtieron el bip del localizador, ni las luces lejanas desde las montañas, los extraños equipos que complementaban sus atavíos, las alarmas, ni esa especie de semblante seguro, soberbio, absolutista, pedante, bélico, que suele ser muy frecuente en ellos, los muy desgraciados, los tipos esos del planeta Tierra.

Apenas se dieron cuenta de lo que pasaba cuando un ejército salió de la nada, armados con esas cosas a las que llaman láseres de alto alcance, otro desgraciado invento de esa desgraciada raza proveniente de la desgraciada Tierra.

Ya habían anulado a nuestros guardias, destruido nuestras atalayas, apresado a nuestros dirigentes, asesinado a nuestra emperatriz e invadido nuestros edificios gubernamentales, cuando yo, siempre perdido, habitante permanente de una nube, lunático, ensoñador, reflexivo, pendejo, desgraciado, salí entusiasmado al balcón del castillo y exclamé a viva voz:

---¿Ya llegaron?
 
Ninive,14.06.2005
bMañana último día para presentar los textos. Votación días 16 y 17

Se recuerda que pueden votar sea en Prosa que en Poesía, que los votos fuera de fecha (antes o después), no se tomarán en cuenta y que pueden votar sólo las personas que hayan participado al reto. Gracias/b

 
mauricejardiner,15.06.2005
Tal vez estaba un poco nervioso cuando escuchó ese pequeño ruido que quizá hubiera sido imperceptible de no ser el silencio que embargaba todo el ambiente de la casa, pero el hecho es que como nunca, sintió que sus mecanismos de defensa actuaban aceleradamente haciendo más perceptible su capacidad de alerta. Sus ojos se empezaron a preparar para mirar, ver u observar cualquier sombra que se acercara a él por mínima que sea, así como su olfato que sólo aspiraba el olor a incienso del palillo que prendió al llegar a la casona. El ruido del portazo le congeló la sangre y puso tranca a la puerta no sin antes echar un vistazo a la noche brumosa divisando ese algo inesperado que esperaba durante las últimas noches, que sabía ocurriría, aunque la sensación de inseguridad flotaba en su mente y en todo el ambiente, esperando, siempre esperando, martillando minuto a minuto su cerebro, conociendo lo ineluctable del proceso, que justamente esta noche le parecía más cercano que nunca, como si aquello, se hubiera apiadado de sus angustias y quisiera despejar de una vez por todas sus temores y sería por eso que no sintió miedo cuando empezó a escuchar los pasos, al principio suaves como la de un niño caminando sobre un piso de madera de un segundo piso, con un leve chirriar, hasta hacerse cada vez más fuertes y plurales, que hasta ella lo sintió, cuando desde la otra habitación preguntó con su voz agónica:
¿ Ya llegaron ?...
 
Ninive,16.06.2005
16 Y 17 VOTACION

VOTAN SÓLO LOS PARTICIPANTES AL RETO
 
puraletraw,16.06.2005
Voto por kanenas
 
Sophie,16.06.2005
Mi voto para blasleon
 
gmmagdalena,16.06.2005
Mi voto es para Palcebo. Al resto mis felicitaciones. Magda
 
PALCEBO,16.06.2005
miren que coincidencia con gmmagdalena... pero no puedo votar por mi, lo haré por el de ella, pues tiene muchas coincidencias fortuitas.

bmi voto para gmmagdalena/b
 
blasleon,16.06.2005
Mi voto es para Sophie
 
Bluuuuu,16.06.2005
Voto x Palcebo
 
Hermeset,16.06.2005
Voto por gmmagdalena.
 
mauricioarollo,16.06.2005
Gmmagdalena.
 
SandiLaguna,16.06.2005
Permiso, si no entendí mal, los participantes del reto de poesía pueden votar acá también ¿Cierto?

En tal caso, dejo mi voto:

bEs para Palcebo/b

iShock emético post expiración/i
 
JulioJurenito,16.06.2005
hemefeo
 
TheWillow,16.06.2005
Palcebo.
 
JulioJurenito,16.06.2005
"su compañero, Hornos, maldita sea, su compañero lo trae a pedazos en el macuto". enormísimo. Enorme de veras. Felicidades.
 
ollitsak,17.06.2005

Mi voto: Mauricejardiner
 
KANENAS,17.06.2005
Mi voto es para
hemefeo
 
hemefeo,17.06.2005
theWillow
 
Diogenesia,17.06.2005
Me abstengo de votar:

Hay tres cuentos que exceden la cantidad de palabras, y han sido votados.

Para la próxima...

Atte. Dío
 
EL_RETO_GANADORES,17.06.2005
bLos votos que lleven fecha 18 de junio de la página no se tomarán en cuenta aunque en el país del votante aún sea 17.

Los textos de quienes han excedido el numero de palabras no se tomarán en cuenta.

Atenerse a las reglas es requisito para mantener la seriedad del club del reto./b

 
hemefeo,17.06.2005
mi voto es, ahora sí, para juliojerenito.
Lo siento.
 
vicente1429,17.06.2005
Es poco serio que se vote por gente que no cumpla las reglas. Mami Diogenesis: espero que le haya gustado mi texto. Era para usted, no para ganar....Un beso, y gracias por arroparme. De aquí mejor me voy, a , y casi lo olvidaba, mi voto es para "nadie".
 
neus_de_juan,17.06.2005
Mi voto: palcebo
 
felipegaldoz,18.06.2005
mi voto es para gmmagdalena
 
felipegaldoz,18.06.2005
bah... ya no es valido.... bueno no importa...
 
EL_RETO_GANADORES,18.06.2005
Heaquí el resultado de la votación:

GANADOR: palcebo
VICEGANADORA :gmagdalena

A los dos, felicitaciones vivísimas.
 
EL_RETO_GANADORES,18.06.2005
.
 
gmmagdalena,18.06.2005
Muchas gracias a todos y besitos. Magda
 
pAlcEbO,20.06.2005
bohhhh!!!, que honor es este, gracias a todos los que me leyeron y votaron por mi escrito..... saludos, isergio/i/b
 



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