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rnahimla,02.05.2003
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Si les dejara aquí un texto ¿serían tan amables de despedazarlo salvajemente?, tengo la sensación de que son demasiado indulgentes con mis letras... A cambio les prometo mi gratitud eterna, pero deben ganársela a golpe de sinceridad ¿eh?. Ahí va... destrócenlo...
El príncipe lejano.
Me encontraba en una estancia amplia sin muebles, tan sólo una silla de madera en la que estaba sentada. El se acercaba a mí, clavaba sus ojos en los míos y yo permanecía inmóvil. Deseaba salir corriendo, pero mis piernas no se movían, sólo tenía que hacer un gesto y él se iría, pero permanecía agarrotada, incapaz de moverme. Su expresión no era la de los últimos tiempos, era más dulce, como al principio, sonreía divertido mientras se acercaba.
Llegó a mi lado y me miró desde arriba, me sentía tan pequeña en comparación que bajé la vista, él se arrodilló enfrente de mí, levantó mi barbilla hasta que sus ojos quedaron a la altura de los míos. Yo permanecí con las piernas juntas, unidas por las rodillas que parecían estar soldadas. Creí que iba a besarme, notaba la proximidad de su aliento y el olor de su piel, mis latidos se hacían más profundos, intenté hablar y explicarle que no podía ser, que salía con otra persona, que no estaba bien, y que además él no me atraía.
De hecho así era, nunca me gustó su físico, tan sólo sus manos, tenía unas manos preciosas, de dedos largos y tendones marcados, manos sensibles y fuertes. Solo pude decir dos palabras ahogadas con una voz que no era la mía, una voz temblorosa y cascada, apenas audible: No puedo.
Sus manos se posaron en mis rodillas y aquel gesto que me resultaba amenazador me provocó una extraña cólera muda. Después, con las dos manos intentó separar mis rodillas, mientras toda la fuerza de mi cuerpo se centraba en tenerlas unidas. No hubo ninguna protesta verbal, ningún quejido lastimero, únicamente apreté las rodillas con tanta fuerza que el resto de mi cuerpo empezó a temblar.
Las separó venciendo mi resistencia, apoyó cada mano en la cara interna de uno mis muslos, luego, se introdujo en el hueco abierto de mis piernas y aproximó su cara a la mía, pero en lugar de besarme, reclinó su cabeza en mi pecho, como los niños pequeños cuando buscan un abrazo. Aquel gesto tan contradictorio, me hizo perder la razón, me enamoré en aquél mismo momento de tal forma, que nunca pude separar al hombre brusco y decidido que abrió mis piernas provocándome un mar de deseo, del niño necesitado de afecto que reclinó su cabeza en mi regazo buscando un abrazo y que me produjo una ternura infinita .
En esos dos sentimientos tan contradictorios se basó nuestra relación, en la fuerza bruta de nuestras voluntades luchando entre sí, y en la ternura que me debilitaba como si fuera un infiltrado de otro bando luchando contra mí. A partir de ese momento, mantuve dos guerras abiertas una por el control de mi cabeza y otra más sorda por el control de mis sentimientos.
En el sueño sucedió algo distinto, mientras su cabeza permanecía en mi regazo y mis brazos colgando alrededor de mi cuerpo en un abrazo inexistente, levantó un momento la vista y susurró:
-Un día, la muerte vendrá a buscarte y tendrá mis ojos.
Cuando bajé la vista sorprendida por sus palabras descubrí que no era Antonio a quien tenía en mi regazo, si no a la muerte que había robado sus ojos. Me desperté sobresaltada y no pude dormir más. Permanecí en la cama sin moverme con los ojos muy abiertos y negándome a pensar y mucho menos a recordar. No deseaba recordar nada, de haber tenido alma la hubiera vendido a cambio de que se llevaran todos mis recuerdos.
Lloré sin hacer ruido, sin apenas ser consciente de llorar, salvo por la humedad de mi cara, lloré sin pasión, y sin dolor, maquinalmente, sabiendo que si recordaba porqué lloraba no podría parar de hacerlo nunca. Mis ojos se arrasaban de lágrimas, la sal me picaba en la piel, y sin embargo mi respiración era pausada y tranquila. Sentía una indiferencia fría hacia mi persona, mis sentimientos y mi vida en general.
El mundo era un lugar hostil, lleno de gente que podría hacerte daño y pensé si no hubiera sido mejor, abrir los ojos cuando la muerte aún estaba allí y evitar todo el resto de una vida miserable. Me sentí agobiada por el peso de un escepticismo cruel y sarcástico, que se me introducía en las venas y me enfriaba el corazón por dentro, odiaba al mundo entero, incluso a mí. Pero en algún lugar recóndito de mi angustia, supe que este sentimiento pasaría de largo, ya lo había hecho otras veces. | |
dulcilith,03.05.2003
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si la envidia fuera tiña los hombres no se afeitarian ni las mujeres se depilarian... | |
rnahimla,03.05.2003
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el título de mi tema se refiere a que no bien vi el texto de vlado un ramalazo de envidia me recorrió toda mí y pegué el mío a continuación, ..., bien aclarado ese punto¡¡¡ y aparte de eso mi dulci adorada ¿quiere usted corregir algo de este su humilde texto?? se lo ordeno¡¡¡¡ jarrrr¡ a corregil sin compasión... | |
dulcilith,05.05.2003
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¡ Cuantas veces la idea de la muerte nos ha consolado! En mas de una noche miserable, la idea de desaparecer adorna instantaneamente los planes mas abrutos: si ya no estuviera entonces...si no tuviera ke existir mas...tal vez haria esto y esto...
Asi lentamente consolamos el cansancio y dejamos la solucion drastica hasta la nueva oportunidad...
El Principe lejano aun espera el momento de llevarnos en su negro corcel al lejano reino de nuestras humedas esperanzas...
¡Bien rnhimla! ke podria corregir?? tu tienes siempre un 100 | |
rnahimla,05.05.2003
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Así no me vale... tienes que buscar algo que suene mal o que hubieras escrito de otra forma o que te chirríe con el resto... pero de todas formas- dijo ella batiendo las pestañas con coquetería- muchas gracias linda... (por cierto me llamo rosa, por si quieres abreviar...) | |
dulcilith,06.05.2003
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ya..ok...tu lo pediste (grito con voz de trueno la pekeña vengadora)
kieres saber??
aca te va:
me cargo el punto final... | |
rnahimla,06.05.2003
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ays mi chica guapa¡¡¡¡¡ muchas gracias, ahora mismo lo releo y trato de arreglarlo.... besos mil | |
yoda26,15.10.2003
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se te extendió un poco perdiendo la idea principal, se me hace confuso y por momentos poco llevadero, pero me gustó.
Espero que te sirva mi comentario.
Era lo que estabas buscando?
Un beso | |
the_man_who,09.03.2005
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lo ke tu quieres es que te lean a webo, aun para destrozar tu texto..mmm..no,yo no le entro a esas cosas. | |
franjalova,17.03.2005
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Yo hubiera entremezclado más el sueño con la escena... y hubiera llevado a un encuentro la desolacion de la muerte con lo que nos sugiere la apertura violenta de las rodillas... y hasta el orgasmo lo habría mezclado con la misma muerte y el gozo con las lágrimas. Es decir, no me ha gustado. Son, para mi como dos partes independientes. Y carece de interés. Sobra mucha reflexión que hubiera sido mejor que los lectores las hubieramos tenido sintanta dirección por parte del autor.
¿Cómo están los brazos para que cuelguen alrededor del cuerpo? Se me hace dificil entender esto.
No sé si es esto lo que quieres que te diga pero me he esforzado por complacer ese deseo de que te destrozemos el texto.
Por lo tanto me reservo lo que sinceramente opino para que no creas que te estoy adulando.
Un saludo | |
Newen,08.04.2005
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Quizás extemporáneo, pero no resisto esa invitación a destrozar. jajaj, perdón me atoré de reirme.
Tu Texto es poco homogéneo (no se si es aplicable ese concepto a un texto) Pero mi impresión que lo quelogras en la primera parte, debes continuarlo en la segunda, el despertar es del personaje, no tuyo, por tanto debes darle unidad, la que siento se pierde desde "Lloré sin hacer ruido, sin apenas ser consciente de llorar,..." hasta ahí es unitario, y puede perfectamente prescindir del resto, gana. (es una excelente descripción del llanto y de la angustia, doble angustia diría yo, pero diluye lo anterior. Las lagrimas y la reflexión terminan por despertarlo a uno, y eso no debe pasar.
Un abrazo fraterno
Pewkayal | |
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