|
tapondecorcho,18.02.2003
|
bLa Poética/b
(Περί ποιτικής
En su "Poética" Aristóteles hace aquella famosísima definición del arte de la tragedia que dice:
"Si se acusa a un poeta de no haber imitado las cosas tal como son en verdad, habrá de contestar que no, sino como tendrían que ser. Sófocles dijo que representaba a los hombres tal como tendrían que ser, y Eurípides, tal como son."
El buen Aristóteles encontróse, en la Grecia de su tiempo, con una realidad obvia y evidente: existía un tipo de arte cuyo medio era la palabra. Pero, ¿cómo llamarlo? ¿Cómo organizarlo? ¿Qué es?
Respondiendo a estas preguntas y llevado por su universal curiosidad y su mentalidad científica, observadora y filosófica, Aristóteles escribió su Poética, una obra que presume de ser la primera en la historia capaz de dar respuesta a la pregunta de ¿Qué es la literatura?
Pero antes de adentrarnos en los términos de mímesis o de catarsis, los cuales creó Aristóteles para explicar ciertos fenómenos del teatro, vayamos primero a comentar un poco más el por qué de la Poética.
¿Qué es la poética?
En primer lugar, ¿por qué llamar a su obra "Poética"? Su nombre original es Περί ποιτικής (perí poitikís) que en griego quiere decir "sobre la poética", pero ¿qué es la poética?
El término proviene de "poieo" un interesantísimo verbo que en griego significa hacer, fabricar, construir pero también engendrar, dar a luz. De esta maravillosa conjunción, el verbo poieo también significó crear.
Los derivados de poiéo son muchos e interesantísimos, tenemos poíema (ποίημα que viene a significar desde creación del espíritu hasta poema. El poietés (ποιητής es el poeta y la pοiésis (ποιήσις es el acto de la creación del texto literario.
Poética, en fin, no es más que un derivado de poiéo (ποιέω, en griego ποιητικά, que viene a significar, como buen neutro plural, "las cosas de la poiésis, de la creación", no existe en realidad una definición certera, sino que la más acertada es la misma "poética".
Cuando Aristóteles titula su obra "perí poietikís" no pretende ni más ni menos, que hablar sobre las cosas relacionadas con la póiesis, con la creación de literatura.
¿Por qué no se dice casi nada de la comedia en la Poética?
En su Poética, Aristóteles propone tanto una teoría general sobre la literatura como una teoría sobre los géneros literarios. Claro está que, para el caso, nos interesa más la teoría genética y, más exclusivamente, la concierte al teatro. Por suerte, Aristóteles basó su teoría sobre la tragedia griega a la que consideraba el género arquetípico por excelencia. Si embargo es curioso el hecho de que no hablara casi nada el buen Aristóteles de la comedia. Esta exclusión del género cómico del exhaustivo estudio que es la Poética, deriva del concepto mismo de mímesis - que explicaremos posteriormente - de lo que es digno de ser representado y lo que no lo es.
Basten estas palabras de Aristóteles concernientes a la comedia:
"La comedia es, como hemos dicho, mímesis de hombres inferiores, pero no en todo el vicio, sino lo risible, que es parte de lo feo; pues lo risible es un defecto y una fealdad sin dolor ni daño, así, sin ir más lejos, la máscara cómica es algo feo y retorcido sin dolor". (Aristóteles, Poética, cap. V).
Los libros perdidos de Aristóteles
Una legendaria y fantástica teoría supone que Aristóteles sí escribió sobre la comedia y otros aspectos de la Poética que apenas menciona. Para algunos, Aristóteles, analista exhaustivo e implacable, no podía dejar de analizar estos aspectos de la realidad literaria sólo porque los considerara "feos" o "indignos de ser representados". Por ello durante siglos, especialmente durante la Edad Media, se supuso la existencia de algunos libros perdidos de la Poética de Aristóteles, libros en los que hablaría de la comedia y esos otros diversos aspectos. Aparte obras literarias sobre aventureros que encuentran los libros e investigaciones al respecto de los mismos, lo cierto es que Aristóteles, simplemente, no los debió escribir, seguramente nunca existieron.
La respuesta al por qué no es fácil: ¿Por qué no se estudia novela rosa en las universidades actuales? sería una pregunta similar a la de por qué Aristóteles no incluyó la comedia en la Poética. Así como en la actualidad la comedia rosa no se considera literatura "digna" y en consecuencia no se estudia, así tampoco Aristóteles estudió exhaustivamente la comedia, apenas la mencionó, porque a su juicio, no era literatura "digna".
Teoría de los géneros
La teoría de los genética de Aristóteles se fundamenta sobre dos puntos: cómo se imita y qué se imita (es decir, cómo se mimetiza y qué se mimetiza). Sobre estas dos cuestiones y atendiendo siempre y exclusivamente a la épica y a la tragedia, Aristóteles creará un cuadro de los géneros literarios tan flexible y estructurado que las generaciones posteriores simplemente lo han agrandado, dejando como base el esquema propuesto por el filósofo. De hecho, hay quien ha asegurado que la teoría de los géneros actual, la más extendida, no es sino una "vasta paráfrasis de Aristóteles" y lo cierto es que no se hallaba tan lejos de la verdad.
"Como dijimos al principio son estas tres las diferencias que hay en la mímesis: la de los medios de imitación, la de los objetos y la de cómo se imita. De manera que Sófocles sería, en un sentido, un imitador semejante a Homero, ya que ambos imitan a gente de valía, pero también sería semejante a Aristófanes, pues ambos representan personajes que actúan y obran). Aristóteles, "Poética".
Así pues, tres formas: los medios de imitación (pintura, literatura, etc.) el qué se imita y el cómo se imita. En cuanto a cómo se imita, Aristóteles afirma que hay dos formas: imitar narrando o imitar actuando, y de aquí obtenemos los géneros: la épica (narrando) y la dramaturgia (actuando). El qué se imita nos lleva a delimitar los subgéneros: se pueden imitar, mimetizar, personajes altos (héroes, dioses...), personajes medios o personajes bajos. Siempre se depende de que lo que se mimetice sea real, y sea digno de ser imitado. De esto obtenemos seis subgéneros o "casillas ideales": épica alta, media o baja y dramaturgia alta, media o baja.
En la posición más baja de la dramaturgia encontraríamos la comedia y en la más alta, la tragedia.
La mímesis
Aristóteles comprendió que "hay creadores literarios que no componen en verso, lo cual no quiere decir que de algún modo (consciente o inconsciente) no se sometan a convención", es decir, el verso es un artificio, una elaboración gracias a la cual nos damos cuenta de que estamos ante un tipo de discurso diferente del lenguaje común.
Pero Aristóteles siempre pensó en las obras de su tiempo partiendo de una referencia que existía en la realidad, cosa que hoy no hacemos, sino que comprendemos que una obra literaria puede tener como referencia sólo la imaginación o un algo abstracto. Para él todo partía de una realidad sobre la que se daba un punto de vista y que se sometía a esa "convención", es decir, se elaboraba. Así Aristóteles llega a la conclusión de que la poética (poesía) es imitación de una realidad, lo que expresó con el término griego mímesis (imitación). Sin embargo esta traducción del término helénico deja bastante que desear, pues la mímesis no es sólo la imitación de unos personajes y unos hechos, sino que el poeta deja impreso su punto de vista, su propio yo, y ha "elaborado" unos versos. La mímesis supone hacer literatura de la realidad (o de una realidad supuesta, pues realmente los ciclos del teatro griego ¿tuvieron lugar?) lo que siempre implica una reconstrucción de esa realidad, una interpretación. Así como el pintor imita la realidad, la mimetiza a través de la pintura, el poeta lo hace a través de la palabra y necesariamente la reconstruye en sus medios (la palabra) y la interpreta. Por tanto, podríamos mencionar que la idea de mímesis se haya muy en relación a la de tópico.
La catarsis
El otro gran "elemento" de la tragedia sobre el que Aristóteles pone hincapié es el de la catarsis. Si la mímesis estaba directamente relacionada con el acto de la creación literaria, la catarsis tiene que ver con el receptor del mensaje literario, es decir, el lector, o mejor al caso, el espectador. No es ni más ni menos que lo provoca en el espectador la recepción de la obra dramática.
En la "Poética", Aristóteles nos habla de las "peripecias" que son como "giros" en la consecución de los actos para llegar al desenlace de la obra. La catarsis, en el fondo, tiene que mucho que ver con las peripecias. La catarsis viene a ser la "purgación" de los males que también se lleva a cabo en el espectador. Es decir, en las últimas peripecias, cuando el desenlace se está ejecutando, o cuando ya lo está, el espectador protagoniza, "desde su asiento" como una "liberación" en sí mismo de los males. Cuando las fatalidades de una tragedia han sido finalmente vengadas, o cuando el personaje ha alcanzado su destino trágico, el espectador experimenta un cierto "alivio", como si, digamos, "respirara tranquilo" al fin cuando llega el desenlace y pone fin así a la tensión trágica que ha sufrido a lo largo de la representación.
| |
Newen,30.07.2005
|
| |
mandrugo,01.08.2005
|
La Poética de Aristóteles es un libro del cual todos hablan, pero muy pocos han leído, o leído de tal manera que era mejor no haberlo leído. No hablo, naturalmente, de los estudiosos de Aristoteles, sino del normal lector, donde este servidor se encuentra muy cómodo, transcurriendo su existencia.
La primera vez que leí la Poética fue por curiosidad, la segunda por tratar de sentir la presencia grata y fecunda del pensamiento antiguo rondando por mi espíritu. Los resultados, en ambos casos, fueron sólo de atmósfera, de asombro, pero no de contenido y espesor.
Sin haber estudiado y meditado el entero corpus de la obra del tal Aristóteles, este ejercicio de la lectura de una obra, cuya vitalidad ha permanecido inalterada desde la antiguedad hasta el día de hoy, es entretenida, pero insuficiente, sobretodo cuando dicen, que son meros apuntes del sabio de Estagira, escritos incompletos, salpicados, perdidos, chispas de un fuego gigantesco que arde en otros lados.
En resumen, la lectura se vuelve un verdadero desastre para los no del oficio, pero, paradojalmente, y a pesar de la traducción, etc., sentimos que circula un aire vivificador, que da significado a la experiencia de caminar y reposar, y perplejidar, por sus páginas.
Esta obra es reconocida unánimememnte, en su atravesar los siglos, como el primer tratado de Estética, o de Teoría de la Literatura, y como tal es visitada, estudiada, interrogada según los nuevos avances, dudas e interrogantes que va produciendo la teoría literaria, en su desarrollo permanente. Como ese es un asunto, justamente, de estudiosos, a ellos les dejo sus placeres del conocer.
Por mi parte digo, que es un libro que hay que leer, que es imprescindible hacerlo, cualquiera sean los resultados obtenidos, porque si amamos la literatura debemos ir a la génesis de su sistemática, de su dar un orden, de clasificar, no definitivamente, la creación literaria de su tiempo. Así es posible admirar e intuir, ese grandioso esfuerzo de una mente genial y única.
Naturalmente el sentido de esta obra hay que tratar de encontralo en el contexto cultural en que fue escrita y a quiénes iba dirigida, es decir, a lúcidos ciudadanos griegos de unos dos mil trecientos años atrás, lo que no es algo de poco conto.
Pero bueno, estas palabras se me salieron leyendo este foro, y así las dejo, más fragmentadas que una lectura de la Poética.
| |
|
|