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| Marcelo_Arrizabalaga,07.09.2022
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(A pedido de Guy)
Escribe un relato basado en alguno de estos gifs:
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Cita el número del gif que usas.
Participas por un concurso.
El ganador obtendrá una entrada al cine y recibirá la crítica gratis de la película a cargo de Cafeína, antes de entrar a la sala.
Pueden comenzar. No se amontonen. 
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| Marcelo_Arrizabalaga,07.09.2022
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| Marcelo_Arrizabalaga,08.09.2022
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La charla
Terminé de aburrirlo con la historia de mi vida.
Fue un resumen, que no le interesaba.
Sin interrumpirme, se limitó a dejar que yo hablara.
Luego bostezó.
- ¿Y qué me dices de tu vida? – le pregunté.
Se encogió de hombros, y me dijo con una sonrisa que parecía sincera:
- Tal vez lo interesante esté por venir
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| cafeina,08.09.2022
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buscá otro premio
nadie quiere una crítica mía, los tengo hartos
yo 'espoileo' todo, esa es mi diversión
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| Annr-,09.09.2022
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Estaba preso, cadena perpetua por un delito que no cometí. De repente un da cualquiera, Doctor, vino a visitarme miprimo Alejandro co la noticia de que el que me metió preso habia muerto. Me dio un ataque de risa ta grande que desde entonces no he podido parar ja ja ja ja ja ja ja. Vamos a ajustarl la dosis de clonazepan. En vez de 20 mg serán 20 divididos en 3 tomas a ver si para con la cara de idiota.
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| Clorinda,09.09.2022
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Risa
Terminé de contarle la historia de mi vida y se puso a reír con ganas. No podía parar, y a cada rato arremetía más y más hasta desternillarse de la risa. Había enrojecido y a cada rato se tapaba la cara para ocultar una nueva tentación, que amenazaba ser incontrolable.
Luego, serenándose un poco —solamente un poco— me pidió perdón y, resoplando todavía, se excusó diciéndome que se le había hecho tarde.
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| Annr,09.09.2022
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Habia pasaod toda la noche pensando y dandole vueltas vueltas y mas posando en aquello que guardaba bajo la cama. El placer qu me daba a media noche y a medio dia!! Me salia y me metia al cuarto de nuevo para volver a la salita y pensando siempre en el placer ue queria tener de nuevo!! Pero no queria que nadie supiera el secreto!! Me fue y afuera llame auna amiga para olvidarme del secrteto hasta que callo el telon de la noche y no pude mas y desesperada agarre para mi cuarto y levante la cama dispuesta a darle una buena chupada........................... cual!! seria mi sorpresa al ver a mim prrito COQUITO DANDOLE UNAS MORDIDAS a la pierna de cerdo que escondia ahi mismo!!!
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| Glori,09.09.2022
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Contrastes
Cuando nos despedimos, luego de un mes de relación, no hubo conflictos ni recriminaciones.
Había llegado a mi vida en el momento justo: estaba harta de la rutina, y él desbordaba alegría.
Lo conocí en un bar. Su risa contagiosa llamó mi atención. En realidad, todos lo miraban. Había cierta desfachatez en su manera de reír, como si se tratara de un desafío. Vestía de manera informal: una remera y un jean. Lo vi algo desaliñado, parecía que nada le importaba. Supongo que ese contraste con lo que yo sentía me atrajo de inmediato. Vivía pendiente de todo, preocupada por mi aspecto, mi trabajo, mi esposo, mis amistades.
Hice algo que nunca había hecho: me senté en la barra y lo miré fijamente.
Al cabo de un par de minutos se acercó, me invitó a tomar algo. La charla fue divertida, fresca, diferente a lo que yo estaba acostumbrada. Reí como una niña hasta que propuso ir a un lugar más tranquilo. Lo pensé un segundo y acepté. Jamás me arrepentí. | | |
| Glori,12.09.2022
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Seducción
Pertenezco a ese tipo de mujeres que siempre intentan llamar la atención. Si voy a un casamiento no me visto de blanco, eso sería opacar a la novia. Prefiero un buen vestido rojo ceñido al cuerpo para que todo el mundo vea que estoy ahí.
Por lo general, termino bailando con el tío que se emborracha, el cuñado que cuenta chistes de mal gusto o el que se dedica a armar trencitos.
Pero el que me atrae es el tímido que permanece en un rincón y no habla con nadie. Aflora una especie de instinto maternal en mí. Es como si algo me impulsara a sacar a ese espécimen de su letargo, quiero que se divierta, que baile, que se integre a la fiesta. Entonces no dudo en invitarlo a bailar, le sonrío, le guiño un ojo, le ofrezco canapés, tragos y hasta peleo por el ramo con tal de que me mire. Los resultados son catastróficos. Solo consigo intimidar al pobre tipo.
Aquella noche quise probar algo diferente.
Estaba cerca de un hombre que se veía bastante aburrido, y decidí esperar a que fuera él quien se atreviera a invitarme.
Permanecí tranquila, visualizando todos los resultados imaginables de esta decisión. Él me miraba. Yo mantuve a raya mi desesperación. No recurrí a ningún truco para seducirlo.
Cuando por fin se acercó, mantuve la compostura y simplemente lo dejé hablar.
Pasamos un rato agradable, y luego nos despedimos. Me fui sola pero contenta.
Luego de unos días recibí su llamado. | | |
| Clorinda,14.09.2022
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La cita
Nos habíamos contactado por Internet y pronto tuvimos la primera cita. Quedamos en encontrarnos en un parque maravilloso que siempre me encantó, situado a las orillas de un lago y rodeado de palmeras.
La noche anterior no pude pegar un ojo. Me hacía la película sobre su reacción hacia mi persona. ¿Notaría que soy un poco tímida, y que me cuesta entablar una conversación y sostenerla sin que me quede sin argumento? ¿Se mofaría de mis gafas y de mi nariz de conejito? ¿Me dejaría plantada antes de tan siquiera intercambiar alguna palabra? En fin, no quería ni pensar en una desilusión, ya que necesitaba urgentemente alguien que me elevara la autoestima.
Todavía no era la hora. Me había adelantado para intentar tranquilizarme recorriendo ese paraje maravilloso, cuando de repente lo vi. En realidad lo reconocí por las fotos intercambiadas antes de la cita. Era muy buen mozo, pero me sorprendió que estaba bostezando, como si estuviera aburrido de antemano, aún sin mi presencia.
Después de las presentaciones nos quedamos mirando y no supimos de qué conversar.
Yo ya desesperaba. Nada me molesta más que el silencio en estos casos, y había llegado el momento de preguntarle la causa de sus bostezos.
—Es que anoche no pude dormir pensando en este encuentro —me respondió.
No tuve más remedio que confesarle que a mí me había sucedido lo mismo y más de una vez había ahogado los bostezos para disimular.
Comenzamos a reírnos con ganas y ese hecho nos produjo tal distensión que comenzamos a hablar animadamente y a contarnos anécdotas mutuas de nuestra vida, lo que llevó a que termináramos entendiéndonos y derribando las barreras que nuestra timidez había creado.
En adelante seguimos dándonos cita en ese lugar maravilloso rodeado de palmeras, al que decidimos llamar "El parque de los bostezos".
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