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marxxiana,29.11.2002
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A pedido del PoetaSuburbano
RAFAEL ALBERTI , poeta español (Puerto de Santa María 1902). En 1920 escribió algunos de los poemas recogidos luego en Poemas anteriores a Marinero en Tierra (1969). En 1925 apareció Marinero en tierra, poemario que le valió el premio nacional de literatura, compartido con Gerardo Diego, y en el que se alían experiencias personales con influencias de Gil Vicente y de los cancioneros musicales de los ss. xv y xvi. Romanticismo y surrealismo se han detectado en uno de sus títulos señeros: Sobre los ángeles (1929), fruto de una honda crisis moral y sentimental.
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Viene luego la etapa de «el poeta en la calle», de la poesía «civil», que testimonia su incipiente compromiso político: Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos y Con los zapatos puestos tengo que morir (1930). Fundó y dirigió la revista Octubre con su compañera María Teresa León. En 1931 ingresó en el Partido Comunista de España (del que en 1983 llegaría a ser fugaz diputado por Cádiz) y ensayó el teatro vanguardista y comprometido: su «romance de ciego» escénico Fermín Calán, el auto sacramental El hombre deshabitado.
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Tras la guerra civil, después de residir en otros países, se instaló en Argentina donde su obra creció de forma decisiva, señalada por el sentimiento del destierro: Coplas de Juan Panadero, Retornos de lo vivo lejano y la obra en prosa La arboleda perdida, libro de memorias, y en teatro El adefesio (1 944) y Noche de guerra en el museo del Prado (1956). En 1963 fijó su residencia en Roma, ciudad que evoca en los versos de Roma, peligro para caminantes (1968). En 1965 se le concedió el premio Lenin de la Paz.
Antes de su retorno del exilio en abril de 1977, publicó Canciones del alto valle del Aniene y otros versos y prosas, a la que siguieron, ya en España, Abierto a todas horas (1979), Versos sueltos de cada día (1982) y Versos para A!tair (1988). En 1978 estrenó el «guirigay», según él mismo lo califica, La pájara pinta. En 1983 se le otorgó el premio Miguel de Cervantes. Figura sobresaliente de la denominada generación del 27, en su producción se entremezclan mito antiguo y utopía del futuro, lo lúdico y lo burlesco, gongorismo, tradición popular y surrealismo en una permanente búsqueda de la gracia poética. Es miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (1989), en reconocimiento de su actividad pictórica (dibujo en la línea surrealista).
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marxxiana,29.11.2002
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SE EQUIVOCÓ LA PALOMA
Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
Por ir al norte, fue al sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo;
que la noche, la mañana.
Se equivocaba.
Que las estrellas, rocío;
que la calor; la nevada.
Se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa;
que tu corazón, su casa.
Se equivocaba.
(Ella se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama.)
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marxxiana,29.11.2002
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EL FAROLERO Y SU NOVIA
—Bien puedes amarme aquí,
que la luna yo encendí,
tú, por ti, sí, tú, por ti.
—Sí, por mí.
—Bien puedes besarme aquí,
faro, farol farolera,
la más álgida que vi.
—Bueno, sí.
—Bien puedes matarme aquí,
gélida novia lunera
del faro farolerí.
—Ten. ¿Te di?
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marxxiana,29.11.2002
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Juan Panadero fue un personaje que se creó Rafael Alberti para por boca de él escupir todo el dolor que le causaba su destierro y exponer las ideas políticas que abrazaba junto a sus compañeros. En general se las conocoe como las COPLAS de JUAN PANADERO, y son muchas. Aquí van algunas:
JUAN PANADERO ENSALZA EN LA MEMORIA DE JOSÉ GÓMEZ GAYOSO Y ANTONIO SEOANE A LOS HÉROES CAÍDOS EN LA RESISTENCIA ESPAÑOLA
1
La caja de mi guitarra
no es caja, que es calabozo,
penal donde pena España.
2
Las paredes de la cárcel
son de madera, madera
de donde no sale nadie.
3
Las cuerdas son los barrotes,
la ventanita de hierro
por donde pasan mis voces.
4
Y las clavijas, ¿qué son
sino las llaves que aprietan
la luz de mi corazón?
5
Ahora me pongo a cantar
coplas que llevan más sangre
que arenas lleva la mar.
6
¡SANGRE de los guerrilleros,
minero y campesinos,
soldados y marineros!
7
¡Toda la España leal,
la España de los caminos
que van a la Libertad!
8
¡Guerrilleros de Galicia,
de Asturias y de Levante,
de Aragón y Andalucía!
¡Valientes de todas partes!
9
Canto ahora a los caídos,
a los que estando en la tierra
ya están naciendo en el trigo.
10
¿A qué llorar, si la pena
sólo al corazón le pone
más grillos y más cadenas?
11
Mi mejor luto será
echarme un fusil al hombro
y al monte irme a pelear.
12
Y allí por descanso, el suelo;
y allí por llanto, las balas,
y el corazón por pañuelo.
13
Que nada me desalienta,
que un guerrillero es un toro
en medio de una tormenta.
14
Y no me vengan a mí
diciendo que un guerrillero
no es un toro hasta el morir.
15
Me hirieron, me golpearon
y hasta me dieron la muerte...
¡pero jamás me doblaron!
16
Que yo cien vidas daría
y otras tantas que tuviera
y el mismo morir tendría.
17
Ahora yo quiero nombrar,
no mi nombre, porque el mío
es como el de los demás.
18
¿A quién nombraré primero?
Nadie es segundo en mi lengua
cuando es de acero el acero.
19
Si uno es glorioso, en glorioso
al otro no hay quien le gane.
Si digo Gómez Gayoso,
ya estoy diciendo Seoane.
20
Canto fuerte, camaradas,
compañeros, canto fuerte,
aunque esta copla es de muerte
sin la garganta apretada.
21
¡Sangre de Gómez Gayoso,
sangre pura, sangre brava,
sangre de Antonio Seoane,
de Diéguez, de Larrañaga,
de Roza, Cristino y Vía,
valles de sangre, montañas!
22
¡Sangre de Agustín Zoroa!
¡Mar de sangre derramada!
¡Sangre de Manuela Sánchez...!
¡Sangre preciosa de España!
23
No quiero seguir nombrando
más sangre, pues mi guitarra
también se está desangrando.
24
Más aunque su voz se muera,
su voz seguirá cantando
a la España guerrillera.
25
Siempre seguirá cantando
y seguirá maldiciendo
hasta que el gallo del alba
grite que está amaneciendo.
26
Ya remontó la mañana.
¡Ya el aire se está poniendo
banderas republicanas!
COPLAS DE JUAN PANADERO AL PUEBLO ANDALUZ
1
Éste es el pueblo andaluz,
serio, puro y desgarrado,
en las tierras de la luz.
2
De los pobres campesinos
sin trabajo, jornaleros
del hambre por los caminos.
3
Tristes pájaros que van
bajo los soles quemados,
sin sueño, en busca del pan.
4
Que van más lejos, afuera,
dejando el hogar en llanto,
solos, a tierra extrajera.
5
¡Campos de un único dueño,
sin cultivar, y los toros
contra el cielo marismeño!
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dawn,09.12.2002
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El mar muerto
I
Mañanita fría.
¡Se ha muerto el mar!
La nave que yo tenía
ya no podrá navegar.
-Mañanita fría,
¿lo amortajarán?
-Los pueblos de tu ribera
-naranja del mediodía-,
entre laureles y olivas.
-Mañanita fría,
¿quién lo enterrará?
-Marinero, tres estrellas
muy dulces: las Tres Marías.
II
No sabe que ha muerto el mar
la esquila de los tranvías
-tirintín- de la ciudad.
No lo sabe nadie, nadie.
¡Mejor, si nadie lo sabe!
Ni tú, joven vaquerillo,
que llevas tus dos vaquitas
tan de mañana a ordeñar.
No lo sabe nadie, nadie.
¡Mejor, si nadie lo sabe!
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Ceniza,11.08.2003
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A MISS X, ENTERRADA EN EL VIENTO DEL OESTE
¡Ah, Miss X, Miss X: 20 años!
Blusas en las ventanas,
los peluqueros
lloran sin tu melena
—fuego rubio cortado—.
¡Ah, Miss X, Miss X sin sombrero,
alba sin colorete,
sola,
tan libre,
tú,
en el viento!
No llevabas pendientes.
Las modistas, de blanco, en los balcones,
perdidas por el cielo.
—¡A ver!
¡Al fin!
¿Qué?
¡No!
Sólo era un pájaro,
no tú,
Miss X niña.
El barman, ¡oh, qué triste!
(Cerveza.
Limonada.
Whisky.
Cocktail de ginebra.)
Ha pintado de negro las botellas.
Y las banderas,
alegrías del bar,
de negro, a media asta.
¡Y el cielo sin girar tu radiograma!
Treinta barcos,
cuarenta hidroaviones
y un velero cargado de naranjas,
gritando por el mar y por las nubes.
Nada.
¡Ah, Miss X! ¿Adónde?
S. M. el Rey de tu país no come.
No duerme el Rey.
Fuma.
Se muere por la costa en automóvil.
Ministerios,
Bancos del oro,
Consulados,
Casinos,
Tiendas,
Parques,
cerrados.
Y, mientras, tú, en el viento
—¿te aprietan los zapatos?—,
Miss X, de los mares
—di, ¿te lastima el aire?—.
¡Ah, Miss X, Miss X, qué fastidio!
Bostezo.
Adiós...
Good bye...
(Ya nadie piensa en ti. Las mariposas
de acero,
con las alas tronchadas,
incendiando los aires,
fijas sobre las dalias
movibles de los vientos.
Sol electrocutado.
Luna carbonizada.
Temor al oso blanco del invierno.
Veda.
Prohibida la caza
marítima, celeste,
por orden del Gobierno.
Ya nadie piensa en ti, Miss X niña.)
Rafael Alberti
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dawn,22.11.2005
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PARAÍSO PERDIDO
A través de los siglos,
por la nada del mundo,
yo, sin sueño, buscándote.
Tras de mí, imperceptible,
sin rozarme los hombros,
mi ángel muerto, vigía.
¿Adónde el Paraíso,
sombra, tú que has estado?
Pregunta con silencio.
Ciudades sin respuesta,
ríos sin habla, cumbres
sin ecos, mares mudos.
Nadie lo sabe. Hombres
fijos, de pie, a la orilla
parada de las tumbas,
me ignoran. Aves tristes,
cantos petrificados
en éxtasis el rumbo,
ciegas. No saben nada.
Sin sol, vientos antiguos,
inertes, en las leguas
por, andar, levantándose
calcinados, cayéndose
de espaldas, Poco dicen.
Diluidos, sin forma
la verdad que en sí ocultan,
huyen de mí los cielos.
Ya en el fin de la Tierra,
sobre el último filo,
resbalando los ojos,
muerta en mí la esperanza,
ese pórtico verde
busco en las negras simas.
¡Oh boquete de sombras!
¡Hervidero del mundo!
¡Qué Confusión de siglos!
¡Atrás, atrás! ¡Qué espanto
de tinieblas sin voces!
¡Qué Perdida mi alma!
-Ángel muerto, despierta.
¿Dónde estás? Ilumina
con tu rayo el retorno.
Silencio. Más silencio.
Inmóviles los pulsos
del sinfín de la noche.
¡Paraíso perdido!
Perdido por buscarte,
yo, sin luz para siempre.
Rafael Alberti | |
dawn,22.11.2005
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Oh tú, mi amor
Oh tú, mi amor, la de subidos senos
en punta de rubíes levantados,
los más firmes, pulidos, deseados,
llenos de luz y de penumbras llenos.
Hermosos, dulces, mágicos, serenos
o en la batalla erguidos, agitados,
o ya en juegos de puro amor besados,
gráciles corzas de dormir morenos.
Oh tú, mi amor, el esmerado estilo
de tu gran hermosura que en sigilo
casi muriendo alabo a toda hora.
Oh tú, mi amor, yo canto la armonía
de tus perfectos senos la alegría
al ver que se me abren cada aurora.
Rafael Alberti
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curiche,22.11.2005
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Juan panadero de España un dia cruzó la mar....
marxxiana, gracias por colocar los datos del viejo lindo, y las tres ultimas veces que vino a Chile, lo vi, le oi, cuando se es camarada de ruta, lindos versos | |
gaviotapatagonica,23.11.2005
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esto si es un foto q da gusto...!!! viva!!! iupiiiii!!! | |
Aniuxa,23.12.2005
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bMe viene, hay días, una gana ubérrima.../b
Me viene, hay días, una gana ubérrima, política,
de querer, de besar al cariño en sus dos rostros,
y me viene de lejos un querer
demostrativo, otro querer amar, de grado o fuerza,
al que me odia, al que rasga su papel, al muchachito,
a la que llora por el que lloraba,
al rey del vino, al esclavo del agua,
al que ocultóse en su ira,
al que suda, al que pasa, al que sacude su persona en mi alma.
Y quiero, por lo tanto, acomodarle
al que me habla, su trenza; sus cabellos, al soldado;
su luz, al grande; su grandeza, al chico.
Quiero planchar directamente
un pañuelo al que no puede llorar
y, cuando estoy triste o me duele la dicha,
remendar a los niños y a los genios.
Quiero ayudar al bueno a ser su poquillo de malo
y me urge estar sentado
a la diestra del zurdo, y responder al mundo,
tratando de serle útil en
lo que puedo, y también quiero muchísimo
lavarle al cojo el pie,
y ayudarle a dormir al tuerto próximo.
¡Ah querer, éste, el mío, éste, el mundial,
interhumano y parroquial, proyecto!
Me viene a pelo
desde el cimiento, desde la ingle pública,
y, viniendo de lejos, da ganas de besarle
la bufanda al cantor,
y al que sufre, besarle en su sartén,
al sordo, en su rumor craneano, impávido;
al que me da lo que olvidé en mi seno,
en su Dante, en su Chaplin, en sus hombros.
Quiero, para terminar,
cuando estoy al borde célebre de la violencia
o lleno de pecho el corazón, querría
ayudar a reír al que sonríe,
ponerle un pajarillo al malvado en plena nuca,
cuidar a los enfermos enfadándolos,
comprarle al vendedor,
ayudar a matar al matador —cosa terrible—
y quisiera yo ser bueno conmigo
en todo.
Rafael Alberti | |
Aniuxa,23.12.2005
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Error!
nunca confien en mi!!
Eso es de César Vallejo! | |
Aniuxa,23.12.2005
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Uno de Alberti por mi error:
bA galopar/b
Las tierras, las tierras, las tierras de España,
las grandes, las solas, desiertas llanuras.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
al sol y a la luna.
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
A corazón suenan, resuenan, resuenan,
las tierras de España, en las herraduras.
Galopa, jinete del pueblo
caballo de espuma
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
Nadie, nadie, nadie, que enfrente no hay nadie;
que es nadie la muerte si va en tu notura.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo
que la tierra es tuya.
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
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cromatica,21.09.2012
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Tanta poesía guardada, y tanta por leer aún.....
Diálogo entre Venus y Príapo
Príapo:
...Despierta, sí, cerrada
caverna de coral. Voy por tus breñas,
cabeceante, ciego, perseguido.
Ábrete a mi llamada,
al mismo sueño que en tu gruta sueñas.
Tus rojas furias sueltas me han mordido.
¿Me escuchas en lo oscuro?
sediento, he jadeado las colinas
y descendido al valle donde empieza
el caminar más duro,
pues todo, aunque cabellos, son espinas,
montes allí rizados de maleza.
¿Duermes aún? ¿No sientes
cómo mi flor, brillante y ruborosa
la piel, extensa y alta se desnuda,
y con labios calientes
-coral los tuyos y los míos rosa-
besa la noche de tus labios muda?
¡Despierta!...
Venus:
¿Quién me nombra?
¿quién persigue mis óleos seminales,
quién mi gruta de sombra
y navegar oculto mis canales?
Príapo:
Quien solamente puede y se desvela,
levantado por ti, de noche y día,
se atiranta en candela
y no se dobla hasta que el mar lo enfría
¡Deja que te contemple!
Venus:
Que te mire
déjame a mí también. ?Siempre eres bello!
Príapo:
¡Déjame que en tus selvas te respire!
Venus:
¡Que me despeine en tu robusto cuello!
Príapo:
¿Por qué dormías?
Venus:
Todo era fingido.
Mi dormir no era más que desearte.
Tú alzas mi sueño cuando estás dormido.
Nací tan sólo para levantarte.
Príapo:
¡Oh noche clara!
Venus:
¡Oh clara luna llena!
¡Rayo directo que me inundas!
Príapo:
Eres taza de espuma azul,
concha marina,
alga abierta en la arena,
paraíso de sal de las mujeres
secreto erizo que en la mar trasmina.
Golfo nocturno, ábrete a mí, bañadas
del más cálido aliento tus riberas.
Sabes a mosto submarino, a olas
en vivientes moluscos despeñadas,
a tajamares, soles de escolleras
ya rumor de perdidas caracolas.
Sabes también...
Venus:
Repósate un momento...
Príapo:
El reposar es mi mayor tristeza.
Venus:
También yo quiero repetir al viento
toda mi admiración por tu grandeza.
Príapo:
Hincho las velas. Habla.
Venus:
Eres trinquete,
palo mesana, ,torre indagadora
y, ardido del más rojo gallardete,
cresta de gallo al despuntar la aurora.
Sales de un bosque, lanza o jabalina.
Redondos aramboles, de espejuelos
te alumbran cuando cazas.
Pende en los dos la gloria masculina.
Llenas las nubes, los cargados cielos
rebosan de sus tazas.
Príapo:
¡Oh, ven más cerca! ¡Ven!
Venus:
¡No! No me riegues,
amor, de blancos copos todavía.
Guarda, mi bien, esas nevadas flores
hasta que al fin me llegues
a lo más hondo de mi cueva umbría
con tus largos y ocultos surtidores.
Príapo:
¿Qué quieres más?
Venus:
Anhelo que me cantes
cosas que faltan. Mis alrededores
prometen sima al sur y al norte cumbres.
Príapo:
Hacia ellas van mis rayos penetrantes,
su flor certera, sus certeras lumbres.
Venus:
¿Qué ves, qué me iluminas?
Príapo:
¡Oh precipicio, oh noche bordeada
de oscuridad también! ¡Despeñadero
que hacia las sombras sólo me encaminas!
Te miro y más se hunde mi mirada.
si la dicha es redonda, está en tu cero.
Venus:
Pasa a los altos, sube a los alcores...
¿qué ves ahora, dime?
Príapo:
Un baluarte
de clavel y de nieve a cada lado.
¡Oh fortalezas! ¡Claros miradores
para clavar en ellos mi estandarte
y descender al bosque enamorado!
Venus:
Dime si escondes para mi ventura
cosas que acaso yo no sepa.
Príapo:
Escondo,
también allá en lo hondo
de una caverna oscura,
de blancas y mordientes
almenas vigiladas,
una muy dulce y de humedad mojada
cautiva...
Venus:
Yo prosigo. Son los dientes
los que fijos la rondan y dan vela.
También yo otra cautiva
como la tuya aguardo. ¿No la sientes?
A navegar sobre su propia estela
mírala aquí dispuesta, siempre viva.
Príapo:
¡Oh encendido alhelí, flor rumorosa!
Deja que tu saliva
de miel, que tu graciosa
corola lanceolada de rubíes
mojen mi lengua, ansiosa
de en la tuya mojar mis carmesíes.
Venus:
¡Flor contra flor!
Príapo:
¡Qué blandos oleajes
ya por mis flancos tu alhelí resbala!
Venus:
Gira la noche...
Príapo:
Cantan los cordajes...
Venus:
Cambia el viento... Dan vuelta los paisajes...
Príapo:
Y hace en tus labios mi navío escala,
mientras tu fuente oculta, prisionera
de mi boca, entreabriendo
su dócil ya y sumisa enredadera,
dulce y quejosamente va fluyendo.
Venus:
¡Oh bonanza!
Príapo:
¡Oh tranquilo
descanso ahora! ¡Calmas, aunque plenas,
nuncios ya de los hondos y más duros
combates!
Venus:
¡Desflecadas, hilo a hilo,
tus espumas descienden mis almenas.
Príapo:
Tus arroyos y peces más oscuros
me corren por los labios todavía.
Venus:
Un sabor a jazmín me permanece
ya tallo donde nada antes crecía.
Príapo:
A tallo que por ti de nuevo crece.
Venus:
¡Oh asombro! ¡Prodigiosa,
mágica fuerza!
Príapo:
¡Abismo que me atrae!
Venus:
¡Oh cima misteriosa!
Príapo:
¡Cima que sólo en ese abismo cae!
Venus:
Qué mármol jaspeado!
¡Pálida, arquitectónica belleza!
¡Qué alto fuste estriado
de azules ríos! ¡Capitel armado
para elevar el mundo en su cabeza!
Príapo:
Avanzo ya.
Venus:
La noche abrasa.
Príapo:
Gotas
de esperma verde tiemblan los luceros.
Venus:
Las dehesas remotas
de la luna, sus albos ventisqueros
se llenan de bramidos.
Del cielo penden signos genitales.
La Vía Láctea rueda sus henchidos
torrentes de amorosos sementales
Príapo:
Gruta sagrada, toco tus orillas.
Abre tus labios ya, siénteme dentro.
Venus:
¡Oh maravilla de las maravillas!
¡Luz que me quema el más profundo centro!
Príapo:
Se confunden los bosques, las lianas
se juntan y conmueven.
en el pomar revientan las manzanas
y en el jardín copos de nardos llueven.
Venus:
¡Qué bien cubres mis ámbitos! Sus muros
¡cómo me los ensanchas y los llenas!
¡Qué pleamar, qué viento acompasados!
Príapo:
Jaca y jinete, unísonos, seguros,
galopan de corales y de arenas
y de espumas bañados.
Venus:
Detente, amor. No infundas ese aliento
tan rápido a las brisas. Aminora
un poco el paso. Da a tu movimiento
un ritmo nuevo ahora.
Príapo:
Pondré en mis alas un volar más lento.
Venus:
¡Dulce vaivén! rezuman mis paredes
las más blandas esencias.
Príapo:
Desasidas de sus más hondas redes,
ya mis médulas saltan encendidas.
Venus:
Ten más el freno.
Príapo:
¿El freno? Querencioso,
mi caballo se pierde a la carrera.
Venus:
Sigo también su galopar furioso,
antes que derramado en mí se muera.
Príapo:
¡Amor!
Venus:
¡Amor! La noche se desvae.
Nos baña el mar. ¡Oh luz! El mundo canta.
Cae la luna... El viento...
Príapo:
Todo cae
cuando el gallo del hombre se levanta. | |
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