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elhaijin,07.02.2006
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Lo descubrí hace poco. Lo leí hace menos (alrededor de dos minutos) y ya espero mañana ir a comprarme alguno de sus libros.
Transcribo algunas poesías. Súmense los adictos a este poeta genial... | |
elhaijin,07.02.2006
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b31
En esta hora en que las formas se deshacen,
los fantasmas han optado por sustancias más concretas.
Así mis manos y mis pies, por ejemplo,
descalabran de pronto sus fieles trayectorias
y se deslizan como acordes de una sumergida partitura.
Gestores ya de mis íntimos fantasmas,
acunan un salto donde existe un puente,
arman un puente en la total llanura,
manotean abismos como quien abre una ventana,
se turnan entre sí como columnas alternantes,
se arrojan como galgos
al cuello de la sombra de un transeúnte cualquiera
o desaparecen repentinamente en medio de la noche
o, lo que es peor, del día.
Las cosas nos traducen una nueva estrategia,
una técnica distinta,
que viene desde el fondo.
Los pájaros se callan a veces demasiado
o inauguran extrañas secuencias de sordinas.
El agua se improvisa en insostenibles regiones.
Las palabras recogen vestiduras abandonadas
y regresan después empujando al pensamiento.
Hemos creído tan sólo en dioses o en nosotros,
mientras las raíces adquirían nuevos modos de ser el fundamento
y los fantasmas se adiestraban en nuestra propia fisonomía.
Asistimos ahora a un replanteo de las tácticas del abismo,
a un reordenamiento de los estratos, las jerarquías y las densidades.
Tal vez mañana sólo seamos nosotros lo invisible,
los fantasmas de lo que fueron los fantasmas. /b | |
elhaijin,07.02.2006
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b 77
En una noche que debió ser de lluvia
o en el muelle de un puerto tal vez inexistente
o en una tarde clara, sentado a una mesa sin nadie,
se me cayó una parte mía.
No ha dejado ningún hueco.
Es más: pareciera algo que ha llegado
y no algo que se ha ido.
Pero ahora,
en las noches sin lluvia,
en las ciudades sin muelles,
en las mesas sin tardes,
me siento de repente mucho más solo
y no me animo a palparme,
aunque todo parezca estar en su sitio,
quizá todavía un poco más que antes.
Y sospecho que hubiera sido preferible
quedarme en aquella perdida parte mía
y no en este casi todo
que aún sigue sin caer./b | |
elhaijin,07.02.2006
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b 73
Lo enterraremos todo,
los brazos, el movimiento y la pala,
la pasión de los viernes,
la bandera de andar solos,
la pobreza, esa deuda,
la riqueza, esa otra.
Lo enterraremos hasta con sabiduría,
cortando sabiamente los terrones,
o cortándolos sin darnos cuenta, sabiamente.
Un resto de mirada
quedará flotando como un pincel absurdo
sobre la tregua doblemente fiel de todo ausente.
Y menos mal que no habrá nadie
para escarbar luego bien hondo
y descubrir que no hay nada enterrado./b | |
elhaijin,07.02.2006
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b 35
Un día para ir hasta dios
o hasta donde debería estar,
a la vuelta de todas las cosas.
Un día para volver desde dios
o desde donde debería estar,
en la forma de todas las cosas.
Un día para ser dios
o lo que debería ser dios,
en el centro de todas las cosas.
Un día para hablar como dios
o como dios debería hablar,
con la palabra de todas las cosas.
Un día para morir como dios
o como dios debería morir,
con la muerte de todas las cosas.
Un día para no existir como dios
con la crujiente inexistencia de dios,
junto al silencio de todas las cosas. /b | |
elhaijin,07.02.2006
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bPoesía Vertical 1
Una red de mirada
mantiene unido al mundo,
no lo deja caerse.
Y aunque yo no sepa qué pasa con los ciegos,
mis ojos van a apoyarse en una espalda
que puede ser de dios.
Sin embargo,
ellos buscan otra red, otro hilo,
que anda cerrando ojos con un traje prestado
y descuelga una lluvia ya sin suelo ni cielo.
Mis ojos buscan eso
que nos hace sacarnos los zapatos
para ver si hay algo más sosteniéndonos debajo
o inventar un pájaro
para averiguar si existe el aire
o crear un mundo
para saber si hay dios
o ponernos el sombrero
para comprobar que existimos./b | |
elhaijin,07.02.2006
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bSéptima Poesía Vertical 106
Inventar el regreso del mundo
después de su desaparición.
E inventar un regreso a ese mundo
desde nuestra desaparición.
Y reunir las dos memorias,
para juntar todos los detalles.
Hay que ponerle pruebas al infinito,
para ver si resiste. /b | |
elhaijin,07.02.2006
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b 27
El silencio que queda entre dos palabras
no es el mismo silencio que envuelve una cabeza cuando cae,
ni tampoco el que estampa la presencia del árbol
cuando se apaga el incendio vespertino del viento.
Así como cada voz tiene un timbre y una altura,
cada silencio tiene un registro y una profundidad.
El silencio de un hombre es distinto del silencio de otro
y no es lo mismo callar un nombre que callar otro nombre.
Existe un alfabeto del silencio,
pero no nos han enseñado a deletrearlo.
Sin embargo, la lectura del silencio es la única durable,
tal vez más que el lector. /b | |
elhaijin,07.02.2006
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bPoemas de Otredad
17
Detener la palabra
un segundo antes del labio,
un segundo antes de la voracidad compartida,
un segundo antes del corazón del otro,
para que haya por lo menos un pájaro
que puede prescindir de todo nido.
El destino es de aire.
Las brújulas señalan uno solo de sus hilos,
pero la ausencia necesita otros
para que las cosas sean
su destino de aire.
La palabra es el único pájaro
que puede ser igual a su ausencia./b | |
elhaijin,07.02.2006
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bMenos que el circo ajado de tus sueños
y que el signo ya roto entre tus manos.
Menos que el lomo absorto de tus libros
y que el libro escondido
de páginas en blanco.
Menos que los amores que tuviste
y que el tizne que alarga los amores.
Menos que el dios que alguna vez fue ausencia
y hoy ni siquiera es ausencia.
Menos que el cielo que no tiene estrellas,
menos que el canto que perdió su música,
menos que el hombre que vendió su hambre,
menos que el ojo seco de los muertos,
menos que el humo que olvidó su aire.
Y ya en la zona del más puro menos
colocar todavía un signo menos
y empezar hacia atrás a unir de nuevo
la primera palabra,
a unir su forma de contacto oscuro,
su forma anterior a sus letras,
la vértebra inicial del verbo oblicuo
donde se funda el tiempo transparente
del firme aprendizaje de la nada.
y tener buen cuidado
de no errar otra vez el camino
y aprender nuevamente
la farsa de ser algo./b | |
derian,07.02.2006
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Si Juarroz viviera.. ay yo sería su lacayo, si me pidiera que me prostituyera, lo hago con gusto. En fin, esto pasa cuando se admira mucho a una persona o poeta. Pero me fui de contexto, hace poco editorial emecé sacó sus obras completas julio, yo ya tengo el primer tomo (en unos días lo terminé profundamente admirado de que una persona pueda escribir como el talentosisimo Roberto)
Bue, yo creo que la poesía de este tipo es toda una contrariedad, una lucha metafísica, es en ciertos casos reiterativos en sus poemas pero no menos geniales por eso. Cada línea es un mundo aparte en sí mismo, es tan enorme, un universo tan completo la poesía de Juarroz que por eso mismo es díficil a veces de entender. Yo lo amo, y espero algún día comprenderlo completamente. Enseguida pongo los poemas que más me fascinan.
(Toy juntando plata para comprarme el ansiado segundo tomo de su poesía completa, imperdible julio) | |
derian,07.02.2006
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Perdón antes que adentrarme en su vasta poética cabe destacar que toda la obra de éste brillante Argentino se titula en Poesía Vertical. El decía que ir hacia arriba es más largo o más corto que ir hacia abajo. Sus poemas todos titulados con el número correspondiente, y el número también en los poemarios. Creo que llegó hasta la 14 poesía vertical. | |
derian,07.02.2006
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uPoesía vertical 1, poema 9/u
Pienso que en este momento
tal vez nadie en el universo piensa en mí,
que sólo yo me pienso,
y si ahora muriese,
nadie, ni yo, me pensaría.
Y aquí empieza el abismo,
como cuando me duermo.
Soy mi propio sostén y me lo quito.
Contribuyo a tapizar de ausencia todo.
Tal vez sea por esto
que pensar en un hombre
se parece a salvarlo. | |
derian,07.02.2006
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u1, 15/u
El amor empieza cuando se rompen los dedos
y se dan vuelta las solapas del traje,
cuando ya no hace falta pero tampoco sobra
la vejez de mirarse,
cuando la torre de los recuerdos, baja o alta,
se agacha hasta la sangre.
El amor empieza cuando Dios termina.
y cuando el hombre cae,
mientras las cosas, demasiados eternas,
comienzan a gastarse,
y los signos, las bocas y los signos,
se muerden mutuamente en cualquier parte.
El amor empieza
cuando la luz se agrieta como un muerto disfrazado
sobre la soledad irremediable.
Porque el amor es simplemente eso:
la forma del comienzo
tercamente escondida
detrás de los finales. | |
derian,07.02.2006
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u1, 19/u
A veces mis manos me despiertan.
Ellas hacen o deshacen algo sin mí,
mientras yo duermo,
algo terriblemente humano,
concreto como la espalda o el bolsillo de un hombre.
Las oigo desde el sueño,
en su labor afuera,
pero al abrir los ojos ya están quietas.
Sin embargo,
he pensado que tal vez yo sea hombre
por eso que ellas hacen
con su gesto y no el mío,
con su Dios y no el mío,
con su muerte, si también ellas mueren.
Yo no sé hacer un hombre.
Tal vez lo hagan mis manos mientras duermo
y cuando esté acabado
me despierten del todo
y me lo muestren. | |
derian,07.02.2006
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u1, 34/u
El hombre,
maniquí de la noche,
apuñala vacíos.
Pero un día,
un vacío le devuelve la feroz puñalada.
Y sólo queda entonces
un puñal en la nada. | |
derian,07.02.2006
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u1, 37/u
Mientras haces cualquier cosa,
alguien está muriendo.
Mientras te lustras los zapatos,
mientras odias,
mientras le escribes una carta prolija
a tu amor único o no único.
Y aunque pudieras llegar a no hacer nada,
alguien estaría muriendo,
tratando en vano de juntar todos los rincones,
tratando en vano de no mirar fijo a la pared.
Y aunque te estuvieras muriendo,
alguien más estaría muriendo,
a pesar de tu legítimo deseo
de morir un minuto con exclusividad.
Por eso, si te preguntan por el mundo,
responde simplemente: alguien está muriendo.
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derian,07.02.2006
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u1, 63/u
La luna juega a la noche con mi sangre,
pero yo no soy dios para salvarla
y no quiero tampoco dios prestado.
No me caben las manos en los pies,
pero a veces toco dios con los pies
si ando descalzo.
Quizás en el extremo de mi sangre
los pies me estén salvando,
ya que yo no he podido
salvarme con las manos.
Bueno este es el último que transcribo de la primera parte de poesía vertical, más tarde sigo con la segunda. | |
amayrany,20.03.2006
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Hablar desde la ausencia,
desde las antípodas de esta inyección de sombra.
Hablar con la palabra suspendida,
con la amenaza de la palabra,
con su pasado más remoto.
Porque aquí y ahora la palabra no existe.
Tan sólo queda su identificación
en los archivos policiales
de la historia del hombre.
Su sonido es un coágulo en el tiempo.
Su escritura es un pálido diafragma
para las tácticas funestas
del corredor de la memoria.
Hablar desde la ausencia,
corrigiendo por anticipado en la palabra
ese defecto técnico
que la borra en el tiempo.
(V - 7)
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amayrany,20.03.2006
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El universo se investiga a sí mismo.
Y la vida es la forma
que emplea el universo
para su investigación.
La flecha se da vuelta
y se clava en sí misma.
Y el hombre es la punta de la flecha.
El hombre se clava en el hombre,
pero el blanco de la flecha no es el hombre.
Un laberinto
sólo se encuentra
en otro laberinto.
(V - 45)
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amayrany,20.03.2006
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Todo pudo haber sido nada más que silencio.
Tendríamos que haber soñado entonces con más fuerza,
hasta que las imágenes del sueño
quedaran estampadas como figuras totales
en cualquier parte del tablero unánime.
Tendríamos que haber hecho de los ojos
un instrumento de música,
para concentrar de otra manera
los efímeros intervalos de la nada.
Tendríamos que haber convertido cada abrazo
en un único grito de materia sin dueño
y haber llevado entre los dientes una bandera de adioses,
más bien como memoria de lo que pudo haber sido
que como ondulante signo de saludo.
Y sobre todo
tendríamos que haber definido de nuevo a la muerte.
Pero todo pudo haber sido también nada más que sonido.
Tendríamos que haber recogido entonces la sombra de las cosas
y haberla guardado toda junta en un rincón del mundo,
para esconder en ella la triste anormalidad del pensamiento.
Tendríamos que haber convertido el amor
en un censo de los fundamentos del olvido,
para que creciera nada más que desde allí,
como un extraño animal
que no ocupase ningún lugar en el presente
al saltar desde el pasado hacia el futuro.
Y tendríamos que haber encogido las palabras
hasta transformarlas en neutros guijarros,
para pavimentar con ellas el camino impasible
o arrojarlas al aire demasiado sonoro
como manos suplentes del hombre.
Y sobre todo
tendríamos que haber definido de nuevo a la vida.
Pero aunque en cualquiera de ambos casos
hubiera quedado el hombre dispensado
de ser esta señal que nadie entiende ni recoge,
su forma habría seguido siendo un irónico signo
entre las nuevas definiciones,
también seguramente tautológicas,
de la vida y la muerte.
(VI - 4)
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amayrany,20.03.2006
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La vida nos acorta la vista
y nos alarga la mirada.
¿Cómo poner otra figura en el paisaje
sin desarticularlo como una feria invadida por la tristeza,
sin que las nubes o los árboles se despeguen
y salten como muñecos desarmados?
¿Cómo poner una palabra en el paisaje
sin que el silencio se asuste
igual que un animal sorprendido en el bosque
o como una procesión que ha perdido su imagen?
¿Cómo poner una muerte en el paisaje
sin que se vuelva frío
y se sumerja como una flauta
con todos los agujeros tapados?
¿Cómo alargar un sueño
hasta que sea un punto en el paisaje,
una figura, una palabra o la muerte,
sin que el paisaje se desintegre como una burbuja?
Nosotros ya no podemos dejar de estar en el paisaje siguiente,
aunque sea un paisaje en blanco.
Nosotros ya no podemos dejar de estar en la página siguiente,
aunque la hayan arrancado.
(para Laura)
VI - 15
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amayrany,20.03.2006
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Callar puede ser una música,
una melodía diferente,
que se borda con hilos de ausencia
sobre el revés de un extraño tejido.
La imaginación es la verdadera historia del mundo.
La luz presiona hacia abajo.
La vida se derrama de pronto por un hilo suelto.
Callar puede ser una música
o también el vacío
ya que hablar es taparlo.
O callar puede ser tal vez
la música del vacío.
(VI-20)
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amayrany,20.03.2006
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Hay pocas muertes enteras.
Los cementerios están llenos de fraudes.
Las calles están llenas de fantasmas.
Hay pocas muertes enteras.
Pero el pájaro sabe en qué rama última se posa
Y el árbol sabe donde termina el pájaro.
Hay pocas muertes enteras.
La muerte cada vez es más insegura.
La muerte es una experiencia de vida.
Y a veces se necesitan dos vidas
para poder completar una muerte.
Hay pocas muertes enteras.
Las campanas doblan siempre lo mismo.
Pero la realidad ya no ofrece garantías
Y no basta vivir para morir.
(VI - 25)
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amayrany,20.03.2006
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El silencio que queda entre dos palabras
no es el mismo silencio que envuelve una cabeza cuando cae,
ni tampoco el que estampa la presencia del árbol
cuando se apaga el incendio vespertino del viento.
Así como cada voz tiene un timbre y una altura,
cada silencio tiene un registro y una profundidad.
El silencio de un hombre es distinto del silencio de otro
y no es lo mismo callar un nombre que callar otro nombre.
Existe un alfabeto del silencio,
pero no nos han enseñado a deletrearlo.
Sin embargo, la lectura del silencio es la única durable,
tal vez más que el lector.
(VI - 27)
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amayrany,20.03.2006
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Una rosa en el florero,
otra rosa en el cuadro
y otra más todavía en mi pensamiento.
¿Cómo hacer un ramo
con esas tres rosas?
¿O cómo hacer una sola rosa
con las tres?
Una rosa en la vida.
Otra rosa en la muerte.
Y otra más todavía.
(VI - 33)
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amayrany,20.03.2006
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Hay corazones sin dueño,
que no tuvieron nunca la oportunidad
de regir como un péndulo casi atroz
el laborioso espasmo de la carne.
Hay corazones de repuesto,
que esperan sabiamente
o por quién sabe qué mandato
el momento de asumir su locura.
Hay corazones sobrantes,
que se descuelgan como puños de contrabando
desde la permanente anomalía
de ser un corazón.
Y hay también un corazón perdido,
una campana de silencio,
que nadie sin embargo ha encontrado
entre todas las cosas perdidas de la tierra.
Pero todo corazón es un testigo
y una segura prueba
de que la vida es una escala inadecuada
para trazar el mapa de la vida.
(VI - 88)
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amayrany,20.03.2006
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La trampa de estar solo
no se abre en la trampa mayor de estar con otro
ni tampoco en la trampa del cero,
sino en la montaña de reflejos que danzan
o en la última luz sobre una vida
enceguecida de ocasos.
El hombre es la oración de dios
o dios es la oración del hombre.
Demos las gracias entonces a lo que no existe,
por nuestra inexistencia que existe.
Y después,
abramos o cerremos del todo
la puerta de la trampa.
(VI - 101)
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amayrany,20.03.2006
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El cielo ya no es una esperanza,
sino tan sólo una expectativa.
El infierno ya no es una condena,
sino tan sólo un vacío.
El hombre ya no se salva ni se pierde
tan sólo a veces canta en el camino.
(VI - 102)
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amayrany,20.03.2006
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No nos mata un momento,
sino la falta de un momento.
No nos mata una sombra,
sino la ausencia aleatoria de una sombra,
perdida probablemente en un declive
de esta insensata eternidad despareja.
No nos mata la falta de la vida,
sino el azar de un claroscuro
que se proyecta sobre una pantalla invisible.
No nos mata morir:
nos mata haber nacido.
(VII - 106)
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amayrany,20.03.2006
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El centro del amor
no siempre coincide
con el centro de la vida.
Ambos centros
se buscan entonces
como dos animales atribulados.
Pero casi nunca se encuentran,
porque la clave de la coincidencia es otra:
nacer juntos.
Nacer juntos,
como debieran nacer y morir
todos los amantes.
(VIII - 13)
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amayrany,20.03.2006
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Las múltiples metamorfosis de la locura
no se esconden ya en los tristes cajones de los armarios
ni en los zurcidos disimulados de los trajes,
sino que se pasean como tranquilos animales en equilibrio
por las cornisas de los edificios
y por las cabelleras que se odian caritativamente con el viento.
De allí suelen saltar a algunas casas bautizadas
con el agua lustral de las negaciones de la memoria
o también a las oficinas y las plazas detenidas,
para amonestarlas por no andar flotando por el aire.
La locura se ha visto obligada a confundirse
con los hilvanes de los libros
y las caratuladas formalidades
de las rituales antilocuras.
¿Pero dónde está la diferencia
entre los amores que pasan y los amores que no pasan?
¿Y dónde está el pensamiento
que puede deslizarse igualmente
por la línea recta, la línea curva o la ausencia de todas las líneas?
Y aunque la locura nos salve a veces de nosotros mismos,
termina siempre por reducirnos a nosotros mismos,
aunque alguna vez,
en uno de sus saltos de gato que se aprieta la cola,
descubra y franquee su intención funambulesca
de empujarnos y acompañarnos
a las franjas sosegadas de los nuevos abismos.
Entonces comprendemos que ella es la cordura de otra parte
y también que no estamos tan completamente solos,
como nos afirman nuestras habitaciones tapizadas de discordias,
nuestros maestros especializados en ciénagas
y los huecos excavados en todas las cosas.
La milésima parte de estos reanimados animales de la locura
bastaría para poblar los cascabeles mudos
del desgastado tapiz del decrépito universo.
Pero como la ley apunta en su obcecación hacia otra parte,
estas huérfanas criaturas no tienen más remedio
que mirarnos cada vez más fijamente a los ojos
y hacernos buscar como a excéntricos geómetras empedernidos
las perpendiculares absurdas,
pero extrañamente válidas,
de todos los caminos abandonados.
(VIII - 41)
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amayrany,20.03.2006
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Me están dictando cosas,
pero no desde otro mundo u otros seres,
sino, más humildemente, desde adentro.
Pero ¿quién está adentro,
además de estar yo?
¿O tal vez no estoy yo
y he dejado mi lugar
para que otro me dicte?
Si esto es así,
no importa que el dictado
no lo comprenda nadie.
No importa ni siquiera
que lo comprenda yo.
Ser no es comprender.
(VIII - 86)
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amayrany,20.03.2006
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Insistir demasiado en sí mismo
es gastar sin sensatez la sustancia del mundo
y abusar de la luz y sus reflejos,
del prorrateo abierto del mirar,
del reparto de los colores
y también del corazón de las tinieblas.
Tal vez fuera preciso
moderar, recortar el existir
y retener la prepotencia de ser uno.
Y que eso nos permitiese morir menos
o simplemente no quedarnos sin fondo,
como patéticos odres
que no supieron contener su vino.
Insistir demasiado en sí mismo
es trastocar las figuras visibles
y embadurnar las invisibles
con el menguado alquitrán de nuestra furia.
Es preciso insistir en otra parte,
por ejemplo allí donde las líneas retroceden
y las manos se enguantan
para evitar el tacto sin regreso.
O allá, por lo menos,
donde sentimos cómo se desgastan
la piel tenaz del pensamiento,
las secreciones de todos los amores
y las suelas metafísicas
de nuestros últimos zapatos.
Sí. Es preciso insistir en otra parte.
(1)
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amayrany,20.03.2006
|
Morir, pero lejos.
No aquí,
donde todo es una aviesa
conspiración de la vida,
hasta las otras muertes.
Morir lejos.
No aquí,
donde morir es ya una traición,
más traición que en otra parte.
Morir lejos.
No aquí,
donde la soledad descansa de a ratos
como si fuera un animal tendido,
olvidando su espuela de locura.
Morir lejos.
No aquí,
donde cada uno se duerme
siempre en el mismo sitio,
aunque despierte siempre en otro.
Morir lejos.
No aquí.
Morir donde nadie nos espere,
donde haya lugar para morir.
(Para Jorge Luis Borges)
(5)
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amayrany,20.03.2006
|
La soledad es la usanza más difícil
pero es la única y legítima madre,
porque en ella se encuentra
no sólo el amor a lo que existe
sino también el amor a lo que no existe.
Y ese amor drásticamente dispuesto
lo único que nos cura del otro,
de los inverosímiles espejos
donde se autodevoran los dones.
La soledad denuncia en cambio el límite
y si no puede abolirlo
va recogiendo rosas y guijarros
y los arroja por encima del muro.
(25)
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amayrany,20.03.2006
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Una soledad adentro
y otra soledad afuera.
Hay momentos
que ambas soledades
no pueden tocarse.
Queda entonces el hombre en el medio
como una puerta
inesperadamente cerrada.
Una soledad adentro.
Otra soledad afuera.
Y en la puerta retumban los llamados.
La mayor soledad
está en la puerta.
(22)
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amayrany,20.03.2006
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Me doy vuelta hacia tu lado,
en el lecho o la vida,
y encuentro que estás hecha de imposible.
Me vuelvo entonces hacia mí
y hallo la misma cosa.
Es por eso
que aunque amemos lo posible,
terminaremos por encerrarlo en una caja,
para que no estorbe más a este imposible
sin el cual no podemos seguir juntos.
(para Laura otra vez, mientras nos acercamos)
(44)
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amayrany,20.03.2006
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Un árbol es el bosque.
Tenderse bajo su follaje
es escuchar todo el sonido,
conocer todos los vientos
del invierno y del verano,
recibir toda la sombra del mundo.
Detenerse bajo sus ramas sin hojas
es rezar todas las oraciones posibles,
callar todos los silencios,
tener piedad por todos los pájaros.
Pararse junto a su tronco
es levantar toda la meditación,
reunir todo el desapego,
adivinar el calor de todos los nidos,
juntar la solidez de todos los reparos.
Un árbol es el bosque.
Pero para eso hace falta
que un hombre sea todos los hombres.
O ninguno.
(X, 71)
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amayrany,20.03.2006
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Digo palabras frente al espejo.
Unas veces se fugan por el aire.
Otras veces duplican el espejo
y encuentro dos espejos mirándose.
Pero algunas veces
las palabras entran en el espejo.
Las palabras no han aprendido a reflejarse
porque reflejarse es mantenerse afuera.
El reflejo es el comienzo de la pérdida.
(XI - I - 18)
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amayrany,20.03.2006
|
Cada poema hace olvidar al anterior,
borra la historia de todos los poemas,
borra su propia historia
y hasta borra la historia del hombre
para ganar un rostro de palabras
que el abismo no borre.
También cada palabra del poema
hace olvidar a la anterior,
se desafilia un momento
del tronco multiforme del lenguaje
y después se reencuentra con las otras palabras
para cumplir el rito imprescindible
de inaugurar otro lenguaje.
Y también cada silencio del poema
hace olvidar al anterior,
entra en la gran amnesia del poema
y va envolviendo palabra por palabra,
hasta salir después y envolver el poema
como una capa protectora
que lo preserva de los otros decires.
Todo esto no es raro.
En el fondo,
también cada hombre hace olvidar al anterior,
hace olvidar a todos los hombres.
Si nada se repite igual,
todas las cosas son últimas cosas.
Si nada se repite igual,
todas las cosas son también las primeras.
(a la memoria unitiva de
Antonio Porchia)
(XI - 2-25)
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amayrany,20.03.2006
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Sacar la palabra del lugar de la palabra
y ponerla en el sitio de aquello que no habla:
los tiempos agotados,
las esperas sin nombre,
las armonías que nunca se consuman,
las vigencias desdeñadas,
las corrientes en suspenso.
Lograr que la palabra adopte
el licor olvidado
de lo que no es la palabra,
sino expectante mutismo
al borde del silencio,
en el contorno de la rosa,
en el atrás sin sueño de los pájaros,
en la sombra casi hueca del hombre.
Y así sumando el mundo,
abrir el espacio novísimo
donde la palabra no sea simplemente
un signo para hablar
sino también para callar,
canal puro del ser,
forma para decir o no no decir,
con el sentido a cuestas
como un dios sin espalda.
Quizá el revés de un dios,
quizá su negativo.
O tal vez su modelo.
(1)
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amayrany,20.03.2006
|
Interrumpir todos los discursos,
todos los esqueletos verbales,
e infiltrar en el corte
la llama que no cesa.
Empezar el discurso del incendio,
un incendio que inflame
estas rastreras chispas malolientes
que saltan porque sí,
al compás de los vientos.
Y entretanto sellar la incontinencia
del verbo del poder y sus secuelas.
La palabra del hombre no es un orden:
la palabra del hombre es el abismo.
El abismo,
que arde como un bosque:
un bosque que al arder se regenera.
(2)
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amayrany,20.03.2006
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Rostros que van,
rostros que vuelven.
Hay una sola diferencia:
la lluvia, en el camino,
moja más a los que vuelven.
(55)
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amayrany,20.03.2006
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Contar las campanadas del reloj
es contar el silencio.
Detrás de cada una está su sombra.
Y más atrás el cero.
Pero adelante está el que cuenta,
poniendo puntos al silencio.
Y aunque dejase de contar las campanadas
no podría suspender la otra cuenta.
(19)
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amayrany,20.03.2006
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Derian ... le cedo la estafeta. ya regreso ... luego
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elhaijin,26.07.2006
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Nadie posee nada. Para poseer algo es preciso desnudarlo, apoderarse de su centro y tener un espacio donde protegerlo. Nadie puede, para poseer una rosa, desvestirla de sus pétalos y retener su fragancia. Las manos del hombre son siempre manos vacías. Tal vez nuestro ejercicio fundamental consista en aprender a amar y escribir con las manos vacías.
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elhaijin,26.07.2006
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En una calle, un hombre esperaba que pasara alguien. Y no pasaba nadie. El esperó, esperó. Y no pasó nadie. Entonces salió huyendo. Y tampoco encontró a nadie. Aquel hombre terminó por darse cuenta: él era nadie.
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elhaijin,26.07.2006
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El amor nunca se consuma. Antes de su supuesta consumación, porque falta algo. Después, porque sobra algo y sobrar es otra manera de faltar. Y el instante de su aparente consumación no es más que un vértigo que huye, un relámpago fantasmal que superpone aproximación y alejamiento, lo lleno y lo vacío. Un punto que se borra en el momento mismo de colocarlo. Sólo queda el recuerdo de una posibilidad que pareció realizable. En consecuencia, llamamos consumación a una pérdida. Tal vez una pérdida necesaria. O quizá no.
[69] | |
elhaijin,26.07.2006
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Hay que dejar que se forme en cada uno el negativo de su imagen. No para ver lo que no somos, sino para reconocer lo que somos. Es el primer paso para liberar nuestra imagen, para acceder a la forma libre de nuestra imagen. Pero hay una condición: no revelar el negativo.
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elhaijin,26.07.2006
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¿Qué poner entre lo que una cosa es
y aquello que no es,
para que pueda serlo?
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desdeluego,26.07.2006
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hay un poema en la 3 poesía vertical, creo que dice: el signo igual parece a veces la duplicación encimismada del menos. alguien lo tiene por favor para ponerlo aquí? | |
derian,26.07.2006
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Yo estoy enamorado de robertito | |
elhaijin,27.07.2006
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4
Si uno no es igual a su despertar,
si el despertar lo excede
o es menor que uno,
¿quién ocupa la diferencia?
Y si uno no es igual tampoco a su dormir,
¿adónde se queda su costado despierto
o qué otra cosa se duerme con uno?
¿Y si uno no es igual a uno?
El signo igual parece a veces
la duplicación ensimismada
del menos.
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desdeluego,27.07.2006
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elha, IMPRESIONANTE muchas gracias!!!!! | |
elhaijin,27.07.2006
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Somos dos, derian jajaja dos putos amantes de Roberto! Pero fuera de joda, es un genio. | |
elhaijin,28.07.2006
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Qué bueno, desdeluego, que seamos varios los seguidores de este poeta.
Hay una página excelente y no tomada en cuenta:
http://www.robert... | |
hugoprimero,28.07.2006
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Aunque nada se vaya todavía,
todo nos abandona.
Hasta el amor se duerme,
la palabra se duerme,
dios se duerme.
Y así vamos quedando
más solos que solos.
Pero hasta la soledad
también se duerme.
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hugoprimero,28.07.2006
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Vaivén de la ternura,
que llega o se retira
como el sueño en un niño,
manejando distancias
que se acortan o alargan
sin cambiar de medida.
El encuentro y la separación
usan el mismo espacio,
que despierta a veces hacia un lado
y a veces hacia el otro,
como un hombre en su lecho,
compartido o a solas.
La ternura disuelve
esa línea ilusoria
que divide las aguas
de la separación y del encuentro.
Cerca y lejos no existen.
Los crea la ternura
com el mar crea la playa
con el borde inasible
de sus sabias mareas.
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