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balburg,23.01.2006
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El ritual del té
“Chuang-Tzu
y la mariposa que lo sueña”
El monje pinta untando con té
Una seda japonesa,
Soñando con una bailarina de cristal,
Que danza sobre la palma
De un emperador que quiere ser mariposa.
Entonces el uno se sueña dentro del otro,
El monje danza
Dentro del cuerpo de la bailarina,
La bailarina eleva oraciones a Buda
Dentro del cuerpo del monje.
Así el ritual se completa
Como la anciana contemplación del guerrero
A su armadura desnuda,
Como los puentes elevados
Sobre los jardines de la ciudad prohibida.
Lento es el viaje del té
Cuando derrite la miel
Dentro del sueño de las flores,
Profundo es su aroma
Como la delicada piel de la bailarina,
Infinita es su sabiduría
Como la esencia del monje
Contemplando el silencio.
Ópera China
La muchacha ciega recuerda
Que el maestro de música
Suele decir:
“En la ópera china el silencio es una máscara
representada con música”,
es así como a través del pensamiento
ella puede cantar con sus ojos
y darle vista a todas sus palabras,
dejar que el aroma de la imágenes
que la acompañan y la hacen vivir
se filtren por la estática del olvido,
y aquel silencio la visite con música
y nunca lo abandone.
Me gusta el sonido de las gaviotas
Lejos del mar
a Juan Luis Martínez
Me gusta el sonido de las gaviotas
Lejos del mar,
Porque reconocen una parte de mí
Que no conozco.
Representan el lenguaje
Que puedo hablar mientras duermo,
Definen la extensión
De un sueño profundo
Que no recuerdo mientras despierto.
Revelan la existencia
Del misterio de lo desconocido,
Descifran la ruta
Del regreso hacia mí.
“Entre los árboles”
a Colomba y Almendra
Entre los árboles
Mi hija no es más que un sueño
Que aparece y desaparece.
Es la dicha inexplicable
Que nos abandona y nos visita
Sin término.
Una gran multitud de árboles
Moldeando el silencio por las tardes,
La paz de una cama de hojas
Para la siesta del verano.
Resucitar para habitar
Sus ojos llenos de flores,
Perderse entre las sombras de los árboles
Para ser rescatado
Por el murmullo del viento.
Acariciar la luz
Nos fuimos aferrando a la luz que pasa
A través de las caricias impresas en las lámparas,
Nos fuimos aferrando a la idea de amar y ser amado,
Como si palpáramos algo divino,
Como si acariciáramos el vientre de una mujer en cinta
Por primera vez.
I
He de aludir al silencio
y voltear mi camisa
hacia el hechizo
que la contempla
Delicadamente abrir sus botones
para la violeta flor de las olas,
verla danzar
en la silueta
de un monje dormido,
creerla real
como creer que los sueños son sueños,
sentirla en el agua profunda de la roca,
asumir su sencilla
belleza
en lo constante
Benaré ;s
Cuando las fogatas aparecen al caer la noche
Las piras se alargan a través de las oraciones
Y lo que percibimos como un manto mágico
Es un cuadro más profundo
Donde se agita la vida que expira en el Ganges.
Pero hemos adquirido el insólito poder
De cantar junto a los muertos,
Verlos desvanecerse junto a los matices
Que se desprenden de las mandalas encendidas.
Ahora que todo está visto
Podemos descansar,
Podemos dejar que nuestra alma
Atraviese tranquila por la respiración de los sueños,
Que nuestro espíritu navegue
Como una semilla esparcida
En un lugar más allá de este mundo.
Pascual
Mi perro se convierte en lo que sueña
Y lleva puesto mi rostro en su rostro
Para peregrinar hasta el árbol
Más distante de la lluvia.
Espera largamente el aullido
De mi boca en su boca
Y derrama su cuerpo
En mi cuerpo
Para exorcizar su ofrenda.
Duermen sus ojos en mis ojos
Y confunde mi nombre con su nombre,
Se pierde en mi espejo
Para que yo pueda encontrarme en el suyo.
Asemeja su vida en mi vida
Y desaparece su muerte con mi muerte.
Convoca su perdón con el mío
Y regresa mi sueño a su sueño.
Retoma su edad en mis años
Y hunde sus pasos
Donde ya no llegan los míos.
La zona
Ya del otro lado
el aroma de las flores
no existe
es una constancia
voltearse
en el follaje
y sentir
que la realidad se disipa
al sueño
de otros
como el agua aquí
lleva la consistencia
de la sangre
lo erguido está envuelto
en otro latir
debajo de este espacio
nace una formación invisible
un rezo que no es para dios
palabras que calladamente
van cerrando las bocas
que duermen
pasos que se hunden
en el reflejo
de una fuente perdida
noción de un árbol
que respira
por dentro
de nosotros
semillas que se
vuelven
hacia el color
de lo que aún no nace
fragilidad
que se desprende
de lo
que no conocemos
puertas y ventanas
que entran
en nosotros
sol oscuro
espejo
de una nieve
nacida
de otro mundo
debemos adaptarnos
a ese flotar de oraciones
al altar
que no deja nada afuera
al perfume que los tiburones
concitan en su ciclo
a la respiración que se
abstrae
en la humanidad
de Shiva Brhama o Vishnu
a la escalera
de niebla
donde los
abuelos
nos cuentan
cómo éramos
antes del cuerpo
a los ojos
perfectamente abiertos
en la oscuridad
al signo
que encuentra
significado
en el ritual
que hace
cotidiana
la santidad
del sadhu
al imperio de nubes
que se aquieta
en los ojos del pobre
Fruta
Como si la ciudad estuviera
Completamente ciega de ti,
Flotas a la deriva
En la cifra de ternura
Que se abre al otro lado de mi voz.
Entonces enmudezco
Para que hables con todo tú silencio
En mi silencio que siempre te aguarda.
Entonces la luz te devuelve
Y te ocultas en cada una de mis noches,
Entonces creo ver tus cabellos
Que se enlazan
Como una guirnalda salvaje
A los míos,
Creo sentir
Como tú boca
Es una fruta que voy mascando
De mi sueño a tú sueño
Sin jamás acabarla.
Mi silencio en tú silencio
Llegas por la tarde
en el oleaje
que los autos dejan al pasar,
el mundo parece abrirse
para darte paso
en medio de los silbidos del viento
y los rostros que se pierden
en el incesante llamado del mar,
mas donde quiera que voy
entonces te vas conmigo,
te extiendes
en una larga estela de azogue
que ilumina toda la oscuridad
donde me pierdo,
pero descubro una puerta
que se abre a través del sueño
que me lleva a tú sueño,
firmemente cierro mis ojos en los tuyos,
entonces mi silencio se enamora de todo tu silencio.
El leñador
Cada leñador
Posee una oración
Para derribar un árbol.
Sabe muy bien
Que el hacha debe enterrarse
A la altura del misterio
Desde donde crecen los árboles.
Sabe muy bien
Que cada golpe,
Con esa hacha,
En ese árbol
Es un golpe dado a sí mismo.
Sabe muy bien
Que en ese movimiento
Debe esforzarse hasta el final
Para ser un árbol,
Y el árbol debe esforzarse
Hasta el final para ser un hombre.
Cuando el árbol
Es derrumbado finalmente
Queda la pulsación en la mano
De esa caída
Y muy en el fondo
El leñador sabe
Que en el ciclo
De la vida y la muerte
Un leñador siempre será un árbol
Y un árbol siempre será un hombre.
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derian,23.01.2006
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Están lindos. Son versos sutiles, me agradan. | |
lihnterna,24.01.2006
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Oficio, belleza, misterio, sutilidad, Teillier, Barquero, Cárdenas, árboles, rocío, brisa, madera, sur, hogar (lar), pasado, nostalgia, paraíso perdido... dan ganas de acostarse en estos versos... | |
lihnterna,16.08.2008
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Se me olvidaba: poesía china, ZEN, budismo, espiritualidad... | |
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