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twilight,01.11.2005
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Era otoño ya. De esas tardes en la que recuerdas lo cortos que se hacen los días, y los recuerdos que te ha traído durante el verano esas tardes. Unos recuerdos que impregnaban esas tardes de una olor a madera ardiendo y a libros nuevos. Pero cuando los vives sólo consigues vivir esa sensación a través del recuerdo de años pasados. Va cayendo la noche, y sólo el mirar por la ventana a todas esas luces de neón que pueblan la ciudad, te hace sentir perdido en un océano de ausencias. Ausencias ansiadas, ya que si desaparecieran esos vacíos, no te ibas a sentir mejor. Así que cerrando la libreta donde apuntaba sus ideas para componer nuevos ritmo, y que cada vez encontraba más ridícula, se enfundó en su gabardina y se dispuso a salir camino a "La luz negra". Hoy tocaba su amigo, Salvador Desia, y le había prometido que iría. Otra vez ese ambiente, humo, oscuridad y el romanticismo elitista de sentirte especial en algo tan bello. | |
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