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leante,14.10.2005
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DEDICADO CON TODO CARIÑO A ANAPOLAR.
(Es el único sitio donde puedo golgar algo. Disculpar si me equivoco)
EL MURO.
Querido padre. Me he sentado en lo alto de la escombrera, para vernos pasar junto a las vías del tren. Yo de tu mano, distraído, despreocupado. Tú, ensimismado, como siempre. Así un domingo tras otro, en ese camino de fantasías acurrucados por un entorno de acero y humo.
Un día deje de acompañarte y un muro infranqueable nos separó. La muerte vino a buscarte y tu me diste el testigo de algo que no alcance a comprender.
¿Sabes?. Tu nieto ha dejado de acompañarme. Se hace mayor. Me las tendré que ingeniar sin su apasionante compañía.
Tengo miedo de que todo lo que quisiste ser y no fuiste, sea lo mismo que yo quise ser y no he sido. ¿Es ese el muro? Tengo mucho miedo de que el testigo se llame “soledad".
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