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| LaCanela,01.09.2005
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NOCHE DE CALO
El calor no me dejaba dormir en aquella tórrida noche del mes de agosto. Sentía cómo el camisón se me pegaba a la piel, sudaba por todos mis poros. Daba vueltas en la gran cama solitaria. Miré el reloj: eran las 03:15. No podía aguantar más y me levanté a por un vaso de agua fría que me calmara. Estaba por completo desvelada. Mi máxima preocupación era saber cómo estarían mis dos diablillos en el campamento de verano. Los añoraba tanto. Sentía la casa solitaria, sin vida. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Desde niña sentía miedo de la oscuridad.
Decidí salir a la terraza, que me diera un poco el aire. No pasaba ni un alma. Las calles estaban solitarias. Al poco rato de terminar mi cigarrillo apareció una pareja joven. Iban agarrados de la mano, besándose y haciéndose carantoñas. Eran dos chiquillos, daba envidia verlos. No se apercibieron del coche negro del que salió un hombre cuarentón que se encaró con el muchacho. Desde las alturas yo no podía ver claramente lo que pasaba.
Gesticulaban y subieron el tono de voz. La muchacha lloraba cuando vió que el hombre golpeaba insistentemente al que imagino sería su su novio.
Algo brilló en la oscuridad. El filo de una navaja. Alarmada, marqué el número de la comisaría de policía más cercano, dando cuenta de los hechos. Salí de nuevo a la terraza, para mi sorpresa la pareja ya no estaba. El hombre maduro yacía en el suelo cubierto por un charco de sangre.
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| ollitsak,01.09.2005
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| Las sirenas se dejaron escuchar a la distancia con el ulular que siempre temì porque anuncian algo grave, solo que esta vez me sobrepuse y me fui acercando lentamente al cuerpo inanimado. Me agachè para ver su rostro màs por la curiosidad que lo que podìa hacer por èl. Sentì un terible escalosfrio cuando despuès para mì, aterradora exalaciòn, me sujetò fuertementemente del brazo, màs precisamente de la muñeca, siendo todo intento por zafarme, infructuoso. Su rostro se torno lìvido y esta vez si podìa asegurar que estaba muerto. Soltè el llanto cuando despuès de mirar al policìa que estaba parado frente a mì , escuchè que me decìa que lo que habìa hecho eran mìnimo, veinte años en la sombra | | |
| LaCanela,01.09.2005
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| Está equivocado, agente. Yo fuí la testigo que lo ví desde mi terraza. Yo les llamé. Lo puede comprobar en el registro de llamadas. | | |
| franjalova,01.09.2005
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El policía se rió y diriegiéndose a mi dijo:
- Me parece, señorita, que usted ignora como funcionan estas cosas. A mi no me pagan para esclarecer los hechos... para descubrir la verdad. A mi me pagan (por cierto, mal y poco) para que presente un sospechoso o, mejor, un culpable. Y por si no se ha percatado, esta señorita es sospechosa para cargar con el muerto (con perdón). No obstante, si usted dice que ha presenciado los hechos, quizá su testimonio sea interesante... aunque puede que esto alargue la investigación de una forma innecesaria. Porque si a mi se me conoce en la profesión por mi eficacia ha sido siempre porque he resuelto los casos en las primeras veinticuatro horas y algunos, como éste en los primeros minutos. ¿Que no se ganan todas estas medallas perdiendo el tiempo en disquisiciones! El contribuyente quiere resultados y que las investigaciones le cueste poco dinero. ¿Usted piensa que al ciudadano le preocupa saber realmente quien ha sido el autor material del hecho? ¡¡¡No!!! El cuidadano quiere un culpable, alguien que permanezca encerrado para que él recupere la tranquilidad porque no soporta que un criminal pueda estar suelto. No obstante acompañenme a comisaria. Veremos si su testimonio es suficiente para desmontar mis evidencias. | | |
| gaborevolucionarte,01.09.2005
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| me pasaron mil cosas por la cabeza, como las que se cuentan depues de una muerte fallida, ahora mi blusa estaba pegada a mi cuerpo por un sudor frio, mis manos temblaban, y mis rodillas a punto de ceder al peso de la incertidumbre | | |
| LaCanela,01.09.2005
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El estupor de este agente de polícia hace que no escuche nada, todo a mi alrededor dá vueltas. Me encuentro en el suelo, tirada junto al muerto. Se acercan unas caras ante mí, no las distingo. Me envuelve la obscuridad más absoluta.
Me encuentro en un cuartucho frente al agente que no cesa de apestarme con su puro maloliente.
Señorita, le informo que está aquí con objeto de esclarecer algunas cuestiones, que son de vital importancia para la resolución del caso.
Hemos comprobado las llamadas registradas en esta Comisaría, efectivamente su llamada se hizo a las 3:45 de la pasada madrugada, el 20 de agosto.
Ahora que se ha repuesto cuentemé que pudo observar usted.
- Poca cosa. No podía dormir, me asomé a la terraza y los ví a ellos, a una pareja joven. Ella de etnia gitana, de él sólo ví una cabellera rubia y rizada. Los observé con atención. Parecían felices, sus risas y besos delataban un primer amor. No tendrían más de quince años. Los observé en la oscuridad. Un coche grande, negro frenó en seco. Se bajó un hombre de mediana edad, bien vestido. Se produjo una discusión entre el joven y él, la discusión subía de tono.
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| ollitsak,02.09.2005
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El agente se acercò y la tomò del brazo, casi respetuosamente, llevàndola hacia una ventana, que al trasluz se podìa ver una habitaciòn en la que estaban dos jovenes tomados de la mano. El con el pelo rubio rizado, ella casi una niña con los ojos color miel.
- ¿Son ellos los que vio ?
-Sì, contestè aliviada
-Perra mentirosa. Lo sabìa, tu coartada es sòlo basura. El telèfono, de donde nos llamaron era pùblico y esos niños son los hijos del comisario, que no salieron en toda la noche de su casa. ¿Què te crees? ¿ Que puedes burlar a la justicia tan facilmente? Aqui estàs tratando con profesionales, profesionaaaales, entiendes. Serà mejor que confieses, de lo contrario serà peor para tì. Carceleroooooo, abra la reja, hay que encerrar a esta asesina | | |
| ollitsak,02.09.2005
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| El frìo empezò a filtrarse entre los barrotes y un par de ratas caminaba sobre el dintel de la puerta, pero ya nada podìa asustarme màs que la sola idea de continuar recluida en esta oscura mazmorra y quise traspasar los muros de esa prisiòn de la ùnica forma que podìa hacerlo , mediante mi imaginaciòn, y fue asì que mis pensamientos volaron hasta aquella tarde en que | | |
| LaCanela,02.09.2005
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Estoy en mi peor pesadilla, no puede ser. ¿De dónde habrá este enérgumeno? Me llevaron a un cuartucho, me tomaron las huellas digitales, hicieron fotografias de perfil y de frente. Era el número 637116. Estaba fichada.
No podía ser. Esto no me puede pasar a mí. Si apenas unas horas estaba en la terraza de mi pequeño apartamento.
Necesito un abogado. Este desgraciado no sacará de mi ni una palabra. Sé que tengo derecho a una llamada.
Pero ¿qué país es este? Siempre existe la presunción de inocencia. No se puede juzgar sin pruebas, sin el arma del delito, sin testigos. ¡Si el testigo soy yo!
Este mequetrefe no sabe quién soy yo, ni quién es mi marido. De momento esperaré. No les daré el gusto de hablar.
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| LaCanela,02.09.2005
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Rememoro la tarde que acompañada de mi esposo, cuando le nombraron cónsul de la embajada de México. Recuerdo la fiesta, los honores, las altas personalidades.
Ahora, después de vivir en este país me encuentro en la más absoluta soledad, mi esposo está en un Congreso Londres, para aprobar una ley que prohiba la venta de armas. Mis hijos estan en el campamento de verano. El servicio se encuentra de vacaciones en pleno mes de agosto.
¿A quién telefonearé? No encuentro salida. No sé qué hacer. Nunca me ví en algo así.
Por favor, agente ¿Podría hacer una llamada?
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| ollitsak,03.09.2005
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| -¿Una llamada?. ¿Es que no sabes a quien asesinaste?. Comprendo, es otra de tus mentiras. Pero te lo recordarè. Tu vìctima es Donald Klein, agente de la DEA y por si no sabes en este paìs, los involucrados en narcotrafico o terrorismo estàn incomunicados, entendiste ¡¡¡incomunicaaadoooooos!!!! | | |
| LaCanela,03.09.2005
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Ahora lo entiendo, se confundieron de persona. Siempre me dió poblemas mi nombre de procedencia vasca. Nekane Olazábal Goicoechea. Mis abuelos proceden de un pueblo de Alava (En el país vasco español). De jovencita, me confundieron con una terrorista que tenía el mismo nombre y apellidos. Casualidades de la vida. ¿Pero quién le hace entender a este cabeza cuadrada de que no soy quién cree que soy.
De jovencita fuí detenida en el país vasco francés al confundirme. Me costó unos días en comisaría. Para ellos yo era del Comando Vizcaya, participante en el atentado del Hipercor de Barcelona.
Aquello fué ua pesadilla, gracias a los buenos contactos salí de allí. Quizá se conserve la ficha policial, no entiendo este equívoco.
Parece que en esta Comisaría no saben de derechos civiles, ni nada de nada.
No hablaré. No diré nada. Me torturaran, aún así no firmaré ninguna confesión de algo que no he hecho.
Este es un país tercermundista. Estoy perdida si no acude un abogado.
Me torturaran, me matarán. Y nadie sabrá de mí. Estoy muy asustada.
¡Dios mío! ¿Tú también me has abandonado? | | |
| LaCanela,04.09.2005
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Un enorme estruendo hizo que se despertara. Todo voló por los aires. Gritos, llamas... Una explosión.
Nekane abrió los ojos. Estaba en su casa, era una noche de agosto. Se despertó de una horrible pesadilla. ¡Era tan real! ¡Tan vivida que parecía que le hubiese pasado en sus propias carnes!
Afuera se oía un estruendo, pero no hizo caso. No era asunto suyo. Se volvió a su cama, puso música e intento olvidar aquella pesadilla.
FIN | | |
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