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Inicio / Lista de Foros / Literatura :: Cuentos Comunitarios / Libro de retazos - [F:7:12501]


Crystal-Azul,17.01.2013
En realidad no sé si este es el lugar indicado para poner esto. Pero como en este foro hay "cuentos comunitarios", entonces me pareció el lugar que mejor se adecuaba a mi idea-propuesta.
NO tenemos que continuar un escrito previo, acá solo van retazos. Retazos de una poesía, cuento o reflexión, retazos de una descripción, retazos de una idea. Como puse en mi reflexión del mismo nombre, hay veces que una escena irrumpe en mi cabeza, pero no siempre quiero escribir todo, tal vez con escribir un retazo de esa escena me basta.

Retazo 1:
Para ello necesitaba una voluntad fuerte. Aina suspiró. "Nací sin voluntad, o a lo sumo una voluntad mediocre, de esas voluntades que se contentan con el día a día y desisten ante cualquier contratiempo".
Tal vez ella ignoraba que su voluntad era mayor de la que creía capaz, pero cuando de voluntades se trata, ignorar su trascendencia es quizás, lo que aumenta el valor del desafío.
 
gsap,17.01.2013
Retazo 2:
Una noche de verano, Aina, se encontraba con su amiga Patricia, con quien, como buenas adolescentes, verborreaban incansablemente, hasta altas horas de la madrugada, la temática del presente era "la justicia", revisaron diversas definiciones, desde Marcel Planiol, hasta Santo Tomás, hasta que, finalmente, decidieron crear una entre ambas.
Mientras el trabajo se llevaba a cabo, Patricia se manifestaba cansada y Aina, le decía:
-Terminemos nuestro trabajo, vamos, anímate!!
 
Crystal-Azul,03.02.2013
Retazo 3: Ella y su hermano eran iguales, una mezcla de las personalidades de sus padres. Dulces y pacientes como su padre, la mayor parte del tiempo. Fuertes y decididos como su madre, cuando las circunstancias lo requerían.
Su hermano era alto y de rasgos delicados, con cabello ondulado color caramelo. Sus ojos miel, eran cálidos y mostraban un poco el artista que llevaba dentro.
 
lunazaul,04.02.2013
Retazo 4: Era una noche oscura, penetrante,
con una luz de luna fria, desde mi ventana, miraba
hacia la calle. No pasaba ni un alma, la soledad
era palpable, llevaba dias sin salir de mi habitaciòn. Algo me impedia cruzar esa puerta, era agarrar, el picaporte para abrirla, y mi mano
de repente no me respondia,
Una fuerza interior me decia que no era el momento, debia de esperar, a mañana.
Asi llevaba varios años mirando por la ventana.
Nadie pasaba por las calles no habia un alma.
Sin embargo, la nevera siempre estaba llena,
solo debia mirar por la ventana. Solo debia mirar
como la luz de la luna fria, penetraba en mi habitaciòn.
Mañana serà otro dia, pero siempre que miraba
nadie pasaba, mi ùnica compañia era esa luna fria
siempre luna llena, siempre la nevera llena.
Pero mañana serà otro dia.
 
rezsito,23.05.2013
Retazo 5:

Erick se tambaleaba por las calles chocando con tachos de basura y transeúntes despistados que no reparaban en la presencia de esos dos cuerpos inestables hasta que chocaban con ellos. Llevaba en brazos a Emile, quien tenia los ojos vueltos hacia el cielo, ocultos por unos párpados blanquecinos y quien derramaba sangre por las comisuras de los labios y a borbotones cuando abría la boca para aspirar una bocanada de aire faltante; el cuerpo de Emile se sacudió con estrépito resbalando de los brazos de Erick y golpeándose la cabeza al caer sobre la acera y rodar escaleras abajo. El ataque de sacudidas continuó en el piso mientras Erick lo arrastraba hacia un costado para evitar que el resto de personas que por ahí transitaban les golpearan los ya magullados cuerpos. Abrazó a Emile tratando de controlar las sacudidas epilépticas hasta que su cuerpo quedo quieto, flácido, tocó con sus dedos el cuello de su delgado amigo, pálido como la luz del fluorescente que le alumbraba la cara en la entrada del Metro parisino, no sentía el fluir de la sangre por las venas de Emile, su respiración había cesado. Los ojos de Erick se llenaron de lágrimas y abrazó fuertemente a su amigo, gritó de impotencia y muchos curiosos ya les rodeaban preguntando que poder hacer ante aquella escena impensable. Un joven se acercó a los dos muchachos acostados junto a las escaleras del metro, palpó el cuello de Emile y con aire fatalista miró a Erick, meneó la cabeza de un lado a otro y en casi un susurro le hizo saber que Emile ya no estaba entre los vivos. Nuevamente las lágrimas inundaron los ojos de Erick y soltando el cuerpo de su amigo se incorporó gritando, maldiciendo y golpeando la mayólica blanca de las paredes; una mujer cuarentona llamaba desde su teléfono celular a alguna ambulancia, una pareja de enamorados se alejó rápidamente de la escena, un hombre calvo comentaba lo sucedido con una joven que se encontraba a su lado, un hombre en terno oscuro y cigarrillo en los labios se acercó a Erick y cogiéndolo de los hombros como para calmarlo le susurró al oído: “Uno a muerto... Solo sigue las instrucciones”.

(Transcripción de un sueño que tuve unos años atrás...)
 
rulosodemonserrat,10.07.2013
Retazo 6:

Miro a su rededor indiferente, la tibieza del cuarto le ayudaba a relajarse aún más.
Como un periscopio un mechón de duros pelos se dejaba ver dando vueltas por el perímetro del sitio.
Volvió a estirarse y comenzó a acicalarse lentamente, en forma vanidosa alzo los ojos y me dedico una mirada.
Se me escapo una sonrisa, le escena se repetía todas las noches llenándome de envidia, su capacidad superaba largamente a cualquiera de los métodos conocidos y supuestamente comprobados que se nos permite.
El mechón peludo seguía dando vueltas, con un constante movimiento, el de tanto en tanto le dirigía una atenta mirada y seguía haciendo lo suyo.
Di vuelta la página del libro que leía, y fije la vista en el texto. Un brusco movimiento me sobresalto haciéndome caer el libro, un par de garras peludas aparecieron sobre la manta, después escuche el gruñido previo característico de Dolfina, antes de dar el salto sobre la cama.
Nicui se paró sobre sus patas, se desperezo y comenzó a correr sobre la cama generando más excitación a Dolfi, el juego que se repetía todas las noches terminaba con un llamado de atención a ambos, indicándoles su lugar a los pies de la cama y sobre la alfombra lateral de mi lado.
 



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