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Inicio / Lista de Foros / Literatura :: Crítica / Reto Prosa 11 - [F:5:9265]


ninive,16.07.2007
Las reglas básicas del Club del Reto.

1- Respetar tema y número de palabras
2- Los textos y las votaciones fuera de fecha no son válidos para la votación.
3- La fecha que marca la página es la que se toma en cuenta. La página tiene la hora de Berlín.
4 Los textos se envian con título y en privado al L.D.V de EL_RETO_GANADORES

Votación
1- La votación se efectúa en los días estipulados en el nick VotaReto (LDV en Privado) NO DEJAR VOTOS EN OTRO LADO

2- Votan sólo los participantes y sólo en la propia categoría.

3- Se vota por un solo texto.

4- Los votos no van acompañados de consideraciones críticas o amistosas.

5- El ganador es quien saque el mayor número de votos. El vice-ganador es quien lo sigue en el puntaje por un punto,exceptuando los que han conseguido un punto es decir que los participantes que obtienen un punto no acceden a la categoría de Ganadores o Vice-ganadores.

6- La votación será secreta y controlada por dos cuenteros voluntarios.

7- Se publicarán los resultados de todos los participantes excepto aquellos que no hayan conseguido ningún voto.

8- No se admiten comentarios ni agregados a los textos antes de la votación





 
ninive,16.07.2007
El reto11 comienza el17 de julio y termina el 1 de agosto. Votación 2 y 3 de agosto

Tema Prosa:memorias de ....
un médico
una monja
un pescador

elegir uno de los personajes (palabras obligatorias para todos "SILENCIO SATISFACCIÖN"), ponerlas entre comillas en el texto-
extensión máxima 400 palabras

Tema POESÍA: Profecía (título) los textos serán numerados
extensión máxima 250 palabras

Tema Haiku: fugacidad

Tema Tanka:ingenuidad

 
EL_RETO_GANADORES,18.07.2007
(Memorias de una monja)

VIDA DE MONJA


De dos en dos, en “silencio”, como un ejército de fantasmas blancos y negros atravesábamos los claustros del convento. La madrugada nos trajo un frío húmedo que calaba nuestros hábitos. De las repisas caían carámbanos medio derretidos y las hojas de las plantas, primorosamente cuidadas por nuestras manos, parecían llorar. Las columnas del claustro, como árboles sedientos de sol, parecían esperar la mañana que empezaba a asomar por encima de los muros.

La Madre Superiora, alta y adusta, precedía la doble fila. Unas catorce monjas profesas, la mayoría de mediana edad, la seguían, a continuación unas veinte monjas de hábito negro y toca blanca, las novicias, y por último, nosotras, las postulantas, de blanco impoluto como niñas de Primera Comunión.

Yo quería ser monja, desde siempre, pero aquellas altísimas tapias del convento no dejaban entrar los rayos del sol. El mundo, el siglo, como decíamos, quedaba allí fuera con sus gritos, miserias y guerras. Para nosotras las monjas, quedaba el rezar para que ese siglo no trepara por las tapias del monasterio. Tantos madrugones, el frío, la humedad y las carencias alimentarias atacaban a las más débiles. A mí, con apenas dieciséis años, me dañaron los bronquios, de tal forma que toda mi vida sufrí de asma. Sentía la “satisfacción” de servir a Dios con toda mi alma, pero Él tenía otros planes para mí. A pesar de mi enfermedad tomé los hábitos de novicia, aunque antes del año enfermé tan gravemente que el médico me obligó a salir de allí.

Los años pasaron, y a pesar de que lo añoraba, no pude volver al convento porque el asma no me abandonó. Sin embargo, y durante toda mi vida, hasta ahora en que estoy a punto de morir, he seguido cumpliendo con casi todas las normas de una monja: la humildad, la pobreza y las oraciones. Pertenezco a la Orden Terciaria de las Carmelitas, la cual te permite casarte, y eso fue lo que hice.

Me casé a los treinta años y a pesar de que no era mi intención. Mi marido me lo tenía reservado Dios o el destino, y aunque era un hombre bueno, tuve que pasar infinitas penas…y hasta una guerra, pero esa es otra historia.

Ahora, a las puertas de la muerte, no sé si Dios me habrá perdonado el haber dejado el convento




 
EL_RETO_GANADORES,19.07.2007
(memorias de un médico)

Bagdad

Estoy acostumbrado a la muerte, la conozco bien y la reto a diario. Se lo frágil que es la vida cuando, tozuda, en un suspiro se escapa de entre mis manos sin poder evitarlo. Me impresiona aún el tránsito, el instante fugaz que separa el pálpito de la nada. Desconozco lo que hay más allá, pero he visto ante mí la carne muerta, yerma e inútil y me he llegado a convencer de que no podrá haber resurrección. No soy un hombre religioso y si lucho por mantener vivos a mis hermanos es por mi devoción al oficio para el que nací. No puedo describir la “satisfacción” que siento cuando devuelvo el latido a un corazón. Ese es mi destino y me acompañará hasta mi propia muerte.

Estuve ejerciendo en el hospital del barrio norte de Bagdad, donde nací, hasta el año 2006 en que abandoné para irme a trabajar en Amman para una compañía médica holandesa. Los últimos tres años luché contra la muerte de forma desigual, ella me vencía fácilmente, sonriendo al ser invitada por los hombres, mis hermanos. Allí viví la impotencia ante tanta sangre inútil, gratuita, como si se hubiese olvidado que hemos nacido para mantenernos vivos y esperanzados, cuidando de nuestros padres y de nuestros hijos. Como si de repente la lucha por la vida se hubiese sustituido por una lucha por la muerte.

Cada mañana llegaba una camioneta cargada de cuerpos mutilados, vivos o muertos, daba igual, todos juntando sus sangres. Me duele aún en los oídos el “silencio” que se producía en los pasillos del hospital cuando sonaba el claxon creciente y continuo por la Avenida de los Mártires y se detenía en la puerta principal. Los miembros desgarrados y desordenados de hombres, mujeres y niños, venían después en varios envíos macabros y se abandonaban a la espera de sus dueños… no había nada que hacer, excepto llorar de desesperación. La noble lucha por la vida dejó de tener sentido para mí.

Maldije una y mil veces a los hombres que alentaban en nombre de Dios tanta destrucción, tanta derrota del ser humano. Maldije a los hombres imbéciles e ignorantes que mataban y morían en un empeño adverso a nuestra propia esencia. Maldije…

No me fui huyendo de la sangre, sino de la derrota del hombre. Ahora vuelvo a luchar contra la muerte de igual a igual, pero hay días en que ya no creo en mi trabajo.

 
EL_RETO_GANADORES,19.07.2007
(memorias de una monja)

Confesión

Esta noche, quiso que habláramos. Normalmente comentamos lo del día durante la sobremesa y luego cada uno se dedica a lo suyo. Me reúno con mis amigos y ella se encierra en su habitación a leer. Cuando era pequeño solía dejarme un rato en la cama a su lado antes de dormirme, mientras ella leía, yo admiraba su hermoso perfil hasta que el sueño me vencía. A la mañana amanecía en mi cama, bien arropado..

La miré interrogante, mis amigos me esperaban.

Nunca habló de mi padre, por eso me sorprendí cuando sin preámbulos me dijo que mi padre quería conocerme antes de morir. Mi mirada pasó de interrogante a atónita.

Quedé shockeado por la noticia. Me asaltaron imágenes de mi infancia y adolescencia cuando hubiera necesitado conocer a mi padre. En esa época era mi mayor deseo, luego me acostumbré a no tenerlo. Ahora ¿para qué? no me producía ninguna “satisfacción “, por el contrario, sentía mucha rabia .

- Ahora ¿para qué quiero conocerlo ahora? ¿se está muriendo y quiere morir en paz? Nunca dio señales de vida, nunca me hablaste de él, cada vez que te preguntaba me respondías con “silencio”, ese silencio que siempre estuvo presente entre los dos, por su culpa.
- Hijo, no es su culpa. Yo me alejé y nunca le di a conocer nuestro paradero, le llevó años encontrarnos. Hoy lo hizo y quiere que sepas de su existencia, quiere explicarte el porqué de muchas cosas.
- ¿Tu culpa? – mi rabia giró hacia ella.
- Sí, mi culpa, cuando supe que estaba embarazada, huí.
- Pero... ¿porqué? .... ¿era casado? ¿tu familia de la que tampoco nunca me hablaste, no aceptó tu embarazo?
- No Adrián, nunca te hablé de mi familia porque no tenía. Era huérfana y me criaron las monjas. Y yo... – su voz tembló – yo era monja cuando conocí a tu padre y él un refugiado político que ocultamos un par de meses en el monasterio.

Sus manos se agitaban como palomas heridas sobre su regazo.

- Nuestro amor fue instantáneo e incontenible y desbordó. Fuimos amantes, olvidamos mis votos y, cuando supe que estaba embarazada huí aterrorizada por lo que sentí como un castigo y que después fue la bendición de mi vida. Ahora comprendo mi error. Hoy nos encontró y quiere que vivamos los tres juntos, como la familia que debimos ser. La decisión está en vos.

Sin palabras la miré y salí de la casa.

 
EL_RETO_GANADORES,29.07.2007
Memorias de un pescador1

Esto pasó hace tiempo en algún bello paraje a orillas de un río célebre.
Me encontraba acompañado por mi hijo y mi antigua caña de pescar, cuando de pronto de tanto esperar la pesca, en medio del ‘silencio’ me pareció que unos pescadillos de colores fluorescentes me guiñaban un ojo diciéndome que no los sacara de la bondad del agua, porque afuera en la tierra la potencia del sol los atormentaría y le harían cruel daño. Titubeé unos segundos, y lancé la caña unos trechos más arriba donde se arremolinaba la corriente. Esperando alguna diferencia en el trato que a mi persona le hacían esos peces tan entusiastas de la vida en el agua. Estuvimos toda la noche esperando alguna señal de cualquier cosa que se moviera en la cantera del río y nada.
Entonces, confundido por las pequeñas voces de los peces, que habían quedado en mi memoria, metí mi sombrero de alas anchas y mientras el agua se goteaba de la copa con algunos entusiastas seres de las aguas y sus ojos inconfundibles, estiré el sombrero lleno a mi niño que se alegró de manera vivaz.
De pronto, alguien se acerca como caricia al amanecer y me diserta: te diré algo, amigo. Quizás te cueste escucharlo, pero a tu hijo no le tengas la caña de pescar ni le regales de tu pesca, sino, enséñale a pescar…

Luego, los gritos aturdidores me despiertan: Al final padre, has quedado dormido casi toda la jornada, te tuve la caña de pescar, pero no lo has sentido, ahora regresemos a casa a contárselo a madre, ya que tuvimos una pesca alucinante’…Nos miramos a los ojos, luego a la canasta que lucia repleta y nos reinos con gran ‘satisfacción’.

 
EL_RETO_GANADORES,29.07.2007
(Memorias de un pescador)

¿FUE UN SUEÑO?



Cada anochecer me adentraba en mi barca, con mis redes, en la mar en calma.
En el “silencio” de la noche, con el reflejo de la clara luna en el profundo mar, diviso una criatura de tierna mirada y cabellos de oro.
Sus blancas manos ondean en la mar y con su melodía, que no es canto sino un llanto, un lamento, un murmullo, me invita y señala el camino con una mágica luz.

Siguiendo la estela voy a su encuentro, en su ayuda.

Se aleja y no me deja acercar. Como quien pretende tocar el horizonte.

¿Fue un sueño, un espejismo o locura?

Desde aquel momento sigo mirando con “satisfacción” al horizonte y suplico al dios de lo mares que me guíe hacía “ella” o me enseñe a olvidar a esa niña de hermosos cabellos de oro con busto de mujer y cola de pez
 
EL_RETO_GANADORES,29.07.2007


Memorias de un pescador…2



Marcos observaba en “silencio” el despertar de un día más en su vida. Desde el malecón podía observar cómo se perdían los barcos de sus compañeros los pescadores.
¡Qué envidia sentía el no poder acompañarlos!
Recordó lastimosamente aquella mañana.
Estaba el mar algo picado, pero pensaban que podían ir y regresar antes que viniera la tormenta. Miguel el hijo de su compadre Inocencio, los acompañaría en su primera incursión como pescador. ¡Tenía mucha ilusión!
¡Procura hacer lo que mi compadre Marcos te diga m’ijo! Recomendó Inocencio a Miguel.
Si papá, lo haré –respondió el muchacho que también le había prometido a su madre que se cuidaría-
Habían echado ya la red. Y se encontraban bromeando mientras esperaban poder recogerla, cuando sintieron un jalón. Miguel se levantó corriendo a asomarse y tras de él todos los demás. ¡Un gran pez márlin se había enredado en la red! Era peligrosa la gran punta filosa que como espada podía traspasar a cualquiera. Marcos –que era su padrino de pila- recomendó a Miguel: ¡Quítate de la orilla!
El pez estaba retorciéndose para tratar de zafarse, jaló la red y de paso jaló a Miguel que por su inexperiencia estaba encima de ésta.
¡Lo va a matar! gritaron todos al unísono. Marcos sin pensar en el peligro se tiró para sacar al muchacho del agua. Solamente sintió una punzada tremenda en la pierna. Pero logró sacarlo del agua. Los compañeros mataron con el arpón al animal, pero Marcos estaba sangrando profusamente. Le hicieron un torniquete para que no siguiera desangrándose. Llegaron rápidamente al pueblo, lo llevaron al hospital y se salvó. No así su pierna, pues la punta filosa del márlin le traspasó el hueso deshaciéndoselo completamente. ¡La pierna se le tuvo que amputar!
Miguel al saber esto lloró inconsolablemente. Su primera vez en el mar fue traumática.
Esto le pudo suceder a cualquiera, no te recrimines. –Dijo Marcos a Miguel cuando éste lo fue a ver con lágrimas en los ojos-
Y mira; como el capitán Garfio… El tiene su garfio como mano y yo… ¡Ya tengo mi pata de palo! ja ja rieron juntos.
Luego el muchacho cada vez que salía a pescar, iba a pedir su bendición y a él le quedaba la “satisfacción” de haber salvado la vida de su ahijado que apenas comenzaba...















 
EL_RETO_GANADORES,29.07.2007
(memorias de un médico)

Salvador

No fui el padre biológico de Gabriel, pero me considero responsable de su nacimiento como si lo hubiera sido. Fui yo quien tuvo la idea de traerlo al mundo y quien controló el embarazo de Marta, que tenía 45 años y corría cierto riesgo durante la gestación. Todo salió bien, excepto un detalle.
El padre del niño se llamaba Salvador, al volver del trabajo pasaba unas horas con la esposa y luego se dedicaba a “los salvatajes” como llamaba ella a sus actividades.
Lo que comenzó siendo un gesto de buena vecindad se convirtió en una misión. Desde los ocho años, el niño acompañaba a su padre en las visitas y los vecinos lo llamaban cariñosamente “Salvadorcito”. El padre vestía una tuta de mecánico y Gabriel una idéntica. Su tarea principal era llevar la valija de las herramientas y asistirlo en las reparaciones, que eran de las más variadas; podía tratarse de bajar un barrilete enredado en las ramas de un árbol, cambiar una bombilla de la lámpara en casa de la viuda, destapar una pileta o abrir una puerta atrancada. Todos esos pequeños arreglos no merecían la visita de un profesional y sobretodo, las personas que requerían la ayuda de Salvador eran pobres y en su mayoría ancianos y no podían permitirse gastos superfluos.
Salvador murió cuando Gabriel llegaba a la mayoría de edad. El muchacho siguió asistiendo gratuitamente a los vecinos con el empeño de su padre .
Marta le tenía siempre preparada una lista de los pedidos que habían llegado durante el día. Cuando se puso de novio, el hermanito de su chica correteaba a su lado llevándole la caja de las herramientas con evidente "satisfacción". La tradición continuaba
Lo que Gabriel siempre se mantuvo en "silencio" fue que su llegada al mundo había sido programada para hacer un salvataje.

La única hija de Marta y Salvador tenía veinte años y estaba gravemente enferma. Hubiera necesitado un transplante de médula ósea para seguir viviendo, pero no se hallaba ningún donador adecuado. En cierta oportunidad dije que era lamentable que no tuviera un hermano, porque éste con toda probabilidad podría ser el donante ideal. La pareja puso todas sus esperanzas en la idea de traer una criatura al mundo a pesar de la edad de Marta. Así nació Gabriel, pero la enfermedad no esperó y la muchacha falleció antes de que su hermanito estuviera en condiciones de salvarla.



 
EL_RETO_GANADORES,30.07.2007
(Memorias de una monja)

Angélica.
(Diario de una monja.)

Cuando hallaron muerta a la hermana Angélica yo acababa de tomar los hábitos. Recuerdo ahora releyendo su diario, la crisis profunda de fe a la que me condujo su primera lectura.
Ella y yo nos habíamos hecho amigas de inmediato. No había labor en el convento que no emprendiéramos juntas con “satisfacción”, ni rincón que no retuviese nuestras cómplices risas cuando la hermana portera nos buscaba llamándonos a voces: ¡Angélica! ¡María!...
Angélica hacía honor a su nombre. Era un ser celestial que decidió quitarse la vida para estupor de la Orden… para soledad mia.

La madre superiora conocedora del profundo cariño que nos profesábamos, me permitió quedarme con el diario de Angélica. Al principio me pareció una violación a la intimidad proceder a su lectura, pero fue la necesidad y no la curiosidad la que me hizo abrir sus páginas por la última carilla; aquella que recogía el gran pesar de su espíritu y que como trasiego de almas se vertió en el mío.

Diario de una monja. Viernes. 14 de mayo.

La decisión está tomada. De nada ha servido la aflicción a la que sometí a mis carnes, de nada mis plegarias a Dios rogándole misericordia para mi alma. Hoy, en el que será mi último día, yo me rebelo contra su falta de compasión, pero antes de partir le haré una pregunta cara a cara con la cruz de su hijo sobre mis labios; quizás la pena que encierra el eco de mi voz, llegue hasta Él y me redima.

¿Por qué Dios mío? por qué yo que jamás sentí deseos de varón, que jamás me enamoré, he sentido mi alma y mi cuerpo invadido por un nombre de mujer. La dulce María, mi tierna María que no merece ser el objeto de mi pecado. No he tenido redaños para abandonar la orden y dejarla aquí sola. Me ha faltado el valor para decirle la verdad de lo que siento y correr el peligro de quebrarle la fe; a ella, precisamente a ella que lleva el sello de la luz en el rostro.
Pero ya no puedo más Señor y tú lo sabes. El peso del pecado me está dando la muerte en vida, así que si mi alma está muerta, también debe partir mi carne. Ojalá me recibas con misericordia y amor. El mismo intenso amor con que me despido de María en “silencio” .




 
EL_RETO_GANADORES,30.07.2007
memorias de un pescador)
Título: La Leyenda

Adoro el aroma a brea que se desprende de las barcas en las noches de estío. Aguardan la próxima madrugada para faenar mar adentro; los domingos hasta parece que lloran la ausencia de su patrón, derraman barniz y alquitrán por todos los poros de su quilla.
Adoro desnudar mis pies, que las olas rompan en mis pantorrillas sedientas de frescura por el calor del verano.
Adoro recorrer su vientre azul y sabroso como quien recorre un cuerpo viril y joven, como joven es mi mar.

¡Ya está aquí!
Adoro verlo llegar en estas horas de insomnio. Me enamora la fragancia de su tabaco de pipa.
Pasea en silencio, fuma y charla con las barcas sin despertarlas, acaricia los bancos de boga de unas de ellas, recordando las madrugadas en que se batió con las olas; fue el mejor y lo sabe.

Se que tuvo una nieta de mi edad y yo tuve un abuelo pescador en otras playas.
Cuentan que enviudó muy joven, que eso agrió su carácter y que desde entonces vive sólo para el mar; que se obsesionaba con la limpieza de su barca y sus aparejos, que era la más bonita; “Martina” era su única “SATISFACCIÓN”. Le llaman “La Leyenda” por su valentía; dicen que salía a la mar brava cuando nadie se atrevía a hacerlo. El día que tuvo que jubilarse quemó a “Martina” y esparció sus cenizas como si de su esposa se tratara. Creyeron que moriría así, ahogado bajo el “SILENCIO” de una ola salvaje.

Yo también enviudé hace un año y me trasladé a este pueblecito de pescadores. He de buscar el valor para contarle que trato de escribir sus memorias, he de hacerlo antes de que termine el verano y decida si vuelvo a mi ciudad; sé que mi libro, a través de su historia, en cierta forma hablará de mí.

Desconozco su nombre, nadie parece recordarlo, la gente habla de él sin nombrarle; dicen que sus ojos se volvieron azules a fuerza de faenar, que su piel bronceada se tornó blanca la noche que quemó su barca, que sus canas las tejió la misma espuma, y dicen…
Recojo mi libreta y mi toalla y entro en una taberna cercana, alguien pregunta mi nombre:
-Soy la nieta de La Leyenda y estoy aquí para cuidar de mi abuelo.

Suena una guitarra y una voz canta:
Cuando en la playa mi bella Lola…

 
EL_RETO_GANADORES,31.07.2007
Mañana último día para presentar textos
 
EL_RETO_GANADORES,01.08.2007
Aquella mañana....(memorias de una monja)

-Aquella mañana de mi desgracia no paraba de llover- dijo mi abuela mientras me servía un té con menta.- En esos momentos yo ignoraba la realidad, pero entendí todo unos meses después cuando la desesperación, ya era parte de mi vida y la pena mi fiel enemigo-

-Me alejaron del convento- continuó explicando -. Me humillaron frente a las otras monjas llamándome ramera, adúltera y pecadora; lo hicieron con palabras más pomposas, claro está, cuando mi único pecado se llamaba amor.- La Abuela recordó aquello con una sonrisa triste y se hundió en el "silencio". Las dos tomamos nuestro té sin decir nada, mientras ella mordisqueaba con ganas una de las galletitas de chocolate sueco que le traje de Madrid.

-La vida de monja no era para mí- intentó justificarse - Siempre me dejé llevar por mis pasiones, empezando por ésta por los chocolates.- Ahora sonrió con picardía y terminó su galletita en un bocado. - Ay, Martín…- suspiró- sus ojos negros eran mi debilidad y mi desgracia y sus brazos largos mi morada y refugio.- su mirada nostálgica cambió por otra más pícara. – Por las noches solíamos escaparnos. Él me esperaba al otro lado de la muralla baja, y yo la trepaba en silencio hasta caer en sus brazos. Los días se nos hacían largos y las noches terriblemente cortas. En ocasiones me susurraba al oído que cuando acabase la guerra, iría a mi casa a pedir mi mano al comandante, pero sólo logró cumplir una parte.
- Puedo decir que este cuerpo viejo y cansado de tantas batallas entre sí, ha conocido el amor verdadero, por más pecado que fuera.-

- Nuestro amor duró lo que dura una promesa. luego Martín retornó a Madrid para terminar su servicio militar. Encontró un refugio para mí en la casa de una vieja y desquiciada viuda, en Granada. Martín le dijo que en mi vientre crecía un milagro y le hizo jurar que me cuidaría y guardaría de todo mal hasta que él regresase, pero no volvió jamás.

El silencio ahora era el silencio de un duelo. –Martín se había presentado en mi casa mi casa para pedir mi mano, pero el único saludo de mi padre fue el de un disparo que le llenó de "satisfacción".

Aquella mañana de mi desgracia no paraba de llover.- repetía con tristeza- Sólo yo no sabía que tenía que llorarlo, sólo yo sin saber.
 
VotaReto,02.08.2007
Hoy mañana se reciben los votos para el reto 11 en mi libro de vivitas VotaReto en Privado
2 y 3 de agosto
 
VotaReto,04.08.2007
RESULTADOS RETO 11

PROSA :
Tema: memorias de un médico, una monja o un pescador (10 participantes)

* Ganador :fmorgan con Bagdad --3 votos

Viceganadoras :Gadeira con Diario de una monja y colometa con La leyenda
--2 votos cada una.

Han recibido1 voto:

kanenas con Salvador(médico)
gmmagdalena con Confesión (monja)
clepsidra con memorias de un pescador 1

No han recibido votos:
margarita-zamudio con:Vida de monjas
miedoso con Fue un sueño
maranti 2 con Pescador 2
NatalieNa con aquella mañana
--------
POESIA 11 (5 participantes)
Tema: Profecía
Se declara desierto. Ninguno de los participantes superó el primer voto

Con 1 voto
Margarita-zamudio: profecía 1
clepsidra: profecía 2
gmmagdalena: profecía 3
Ignacia: profecía 4
Gadeira profecía 5
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HAIKU
Tema: "ifugacidad"
(8 participantes)

Ganadora colometa 4 votos
> Haiku 3
Vice-ganadora : margarita-zamudio con 3 votos Haiku 1

Ha recibido 1 voto gmmagdalena Haiku2

No han recibido votos:
clepsidra h 4
kanenas h 5
india h 6
gadeira h 7
fmorgan h 8
--------
TANKA (6 participantes)
Tema: ingenuidad

Ganadora: colometa tanka D con 3 votos

Viceganadora: margarita-zamudio tanka A con 2 votos

Ha recibido 1 voto :
Gadeira

No han recibido votos:

gmmagdalena Tanka B
clepsidra Tanka C
india Tanka E


A los ganadores y a todos en general FELICITACIONES

El reto se va de vacaciones por 15 días y yo le acompaño Yvette

 
colometa,04.08.2007
Muchas felicidades a todos, compañeros!
y muchas gracias por vuestros votos, millones de gracias!

Felices vacaciones!
 
maranti2,04.08.2007
Bueno!! ¡Felicidades a los ganadores! Gracias a Yvette por darnos la chispa de ponernos a escribir. Y Felicidades a todos los demás porque tenemos diversidad de lecturas. Seguiremos en el camino de las letras aprendiendo y plasmando las imágenes que nos vienen a la mente. Esto solo nos anima a seguir. ¡Felices vacaciones Yvette!! Besitos a todos...
 
fmorgan,04.08.2007
Gracias por vuestros votos y felicidades a Colometa por su impresionante record. Y, como siempre, muchas gracias a Ninive por su dedicación y paciencia.
 
Gadeira,04.08.2007
fmorgan ganador y yo compartiendo con mi colometa. Ufff ...¡Un verdadero premio, un honor! Los tres formamos un trío de amigos que se quieren muchísimo. Gracias por vuestros votos chic@s. Feliz descanso a todos, participantes y dirigentes en este foro. Sois un amor.
 
margarita-zamudio,04.08.2007
Fmorgan. Felicidades. Genial tu relato.
Y a las vice, también mi enhorabuena.
 
gmmagdalena,05.08.2007
Felicitaciones fmorgan! me encantó tu cuento! felicitaciones Vices y todas las que participaron, fue muy difícil de elegir. Gracias maestruchi. Besos
 



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