¿Por qué escribimos? ¿Para qué llenar hojas con palabras, construir oraciones y formar párrafos? ¿Por qué deseamos ser escritores?, Y sobre todo … ¿lo somos sólo por desearlo?
A la escritura se llega a través de la lectura, que nos hace de puente: Un día leemos un cuento o una novela que nos emociona; entonces, de forma espontanea desearíamos escribir cosas como la que acabamos de leer, pero al comparar nuestros primeros escritos con los de los escritores que admiramos... llega la decepción. Parecía tan fácil ¡qué frustración! Y la frustración no encaja en la idea romántica que teníamos de la escritura... en fin todos hemos pasado por eso
En todos estos años de aprendizaje, de reflexión sobre la escritura, de renovar viejos conceptos y descubrir nuevas técnicas, tengo la certeza de que muchos de los que dicen querer ser escritores, en realidad sólo defienden la idea romántica que tienen de la escritura. La mayoría son buenos lectores, algunos lúcidos críticos; en los foros he leído criticas limpias, audaces, renovadoras; críticas de gran altura, por supuesto muy superiores a los cuentos de quién las hizo. He visto lectores preocupados por lo que leen, aunque despreocupados por lo que escriben. Generalmente, aquel que comienza a escribir, aun no ha dado cuatro pasos cuando encuentra algo en la escritura que le aburre, le
cansa o le hace sentir incomodo; pero como contar, y sobre todo, como aceptar que la cara oculta de la luna no es el cálido refugio que imaginábamos, si no un lugar hostil.
Yo como pésimo lector y obscuro criticador, tengo que decir que el primer escritor no tuvo ningún tipo de referencia... Hoy en dia te obligan desde niño a escribir cuentos en el colegio, así que el comienzo de cada cual es muy difuso, pero sobre todo, obligatorio... quizás la cara oculta de la luna hoy nos resulte oscura, pero quién sabe lo que nos deparará el futuro...
He disfrutado tanto de la lectura durante la mayor parte de mi vida, que desde niña quise escribir. Y me pasó lo que dice Buenaventuras...mis escritos me parecieron un asco y en un arrebato los quemé todos. Hoy día me arrepiento. De verdad serían tan malos esos cuentos de la adolescencia?
romeo8,28.05.2014
Primero escribí y luego pensé en ser escritor, al revez nunca me salió.
Complicada la pregunta, además no me corresponde responderla porque nunca he deseado ser escritor.
Siempre me he refugiado en el lugar común que escritor se nace. Debería ser como un dogma, o algo así.
Uno que emborrona un par de hojas cada muerte de papa no es un escritor, a lo sumo un escribiente, un escribidor del domingo. En esa categoría está este susodicho.
Dicho lo anterior, y sin embargo, el escribir dentro a los límites ya establecidos, es una actividad tremendamente reconfortante, es como algo medio mágico.
Si uno aferra, independiente de los resultados concretos, por ejemplo toda la alegría de un amanecer o, sin describirlo, un atardecer que se va irremediablemente, ya se puede dar por satisfecho. Aferró, si bien no un cronopio, almenos sí un recuerdo personal que había desaparecido.
El sonido de la lluvia sobre el techo de un viejo galpón que se abre a la pampa ilimitada que se queda en un par de frases, ya es mucho para un escribidor del domingo.
kpalomar,26.06.2014
Se desea ser escritor porque el mundo que rodea al aspirante a escritor no lo satisface, lo angustia, por esto desea construir una alternativa mental diversa. Algo así.
La vida, en el fondo, es un asunto mental.
ZEPOL,11.07.2014
.
Yo tengo la respuesta. No busquen más.
La cuestión, debatida desde que Hammurabi mandó redactar sus códigos ha trascendido los siglos y llega hasta nuestros días fresca como al principio, porque ningún mortal había logrado decodificar su sentido, desenhebrar su tejido psicológico ni esclarecer su contenido filosófico.
Hasta ahora.
Finalmente, con meridiana claridad y precisión conceptual que impide cualquier elucubración adicional, he aquí la respuesta a tan trascendente pregunta. ¿Por qué escribimos? La respuesta es unívoca, escribimos
No es el deseo de "Ser" escritor, es la oportunidad que se tiene de expresar lo que llevamos dentro, ese sentimiento plasmado en algo mas que el aire es lo que se desea...en el encuentro la libertad y la inmensidad de una de las formas del espiritu humano..nunca he desaso ser escritor mas bien he decidido ejercer mi libertad a traves de de la escritura..
AMANTAE,24.08.2014
"¿ASÍ QUE QUIERES SER ESCRITOR?" de Charles Bukowski
Si no te sale ardiendo de dentro,
a pesar de todo,
no lo hagas.
A no ser que salga espontáneamente de tu corazón
y de tu mente y de tu boca
y de tus tripas,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte durante horas
con la mirada fija en la pantalla del ordenador
ó clavado en tu máquina de escribir
buscando las palabras,
no lo hagas.
Si lo haces por dinero o fama,
no lo hagas.
Si lo haces porque quieres mujeres en tu cama,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte
y reescribirlo una y otra vez,
no lo hagas.
Si te cansa sólo pensar en hacerlo,
no lo hagas.
Si estás intentando escribir
como cualquier otro, olvídalo.
Si tienes que esperar a que salga rugiendo de ti,
espera pacientemente.
Si nunca sale rugiendo de ti, haz otra cosa.
Si primero tienes que leerlo a tu esposa
ó a tu novia ó a tu novio
ó a tus padres ó a cualquiera,
no estás preparado.
No seas como tantos escritores,
no seas como tantos miles de
personas que se llaman a sí mismos escritores,
no seas soso y aburrido y pretencioso,
no te consumas en tu amor propio.
Las bibliotecas del mundo
bostezan hasta dormirse
con esa gente.
No seas uno de ellos.
No lo hagas.
A no ser que salga de tu alma
como un cohete,
a no ser que quedarte quieto
pudiera llevarte a la locura,
al suicidio o al asesinato,
no lo hagas.
A no ser que el sol dentro de ti
esté quemando tus tripas, no lo hagas.
Cuando sea verdaderamente el momento,
y si has sido elegido,
sucederá por sí solo y
seguirá sucediendo hasta que mueras
ó hasta que muera en ti.
No hay otro camino.
Y nunca lo hubo.
alipuso,30.08.2014
Gamma, ¿te quedó claro?
alipuso,30.08.2014
Si eres capaz de dejar de comer, de dormir, de salir, de convivir incluso con tu familia, porque TIENES QUE ESCRIBIR, entonces, tal vez, sólo tal vez, seas un escrtor; porque todavía faltará ver si lo eres.
Porque hace veinte años que el mundo nos hace creer que somos tal o cual cosa, cuando tan solo somos mediocres...
Yo, como tengo dinero, fama y mujeres. Quiero todo lo contrario...
kpalomar,24.10.2014
Pienso que son poquísimos, e la página, los que sientes en lo más íntimo, que son escritores potenciales y que piensan y viven como tales. Siempre en espera que esa novela decisiva nazca, finalmente.
El resto, la grandísima mayoría, escribimos por vanidad, tal vez; porque una cierta diversión nos procura juntar letras, pero en el fondo no tenemos la ilusión de ser escritores potenciales ni reales. Conscientes que la gran novela no llegará nunca.
Un día cualquiera desaparecemos de la página, y las sutiles huellas que dejamos muy pronto se borran y desaparecen para siempre. Todo aquí.
Y no es poco. Es más que suficiente; a la nada van hasta los ríos.
Quizás no deseamos ser escritores, sino, solo escribir,
kpalomar,05.01.2015
Me parece una justa apreciación y, por mi parte no queriendo ser, por no serlo, un escritor, y habiéndome aburrido completamente de escribir huevadas en esta página -a la que deseo larga vida-, me despido de toda la gente simpática que conocí por estos lados. Salud!!
Yo diria que escribir es una forma de expresarse.
Ser escritor es algo màs dificil, porque todos pueden escribir.
y muy pocos decir algo.
Es decir transmitir, llegar a los demàs que alguien tenga interes en lo que cuentas.
Es mucho màs y generalmente lleva publicidad, markenting.
Y en ùltimo lugar talento porque escribir es algo muy personal.
Y ser escritor lleva detràs una industria y muchos intereses.
En difinitiva ser escrito significa vender libros.
Algo muy dificil, escribir siempre es màs fàcil. Vender libros, que te leean y gustes es màs complicado.
... cuando un hombre habla desde el corazón, en su momento de la verdad, hablará poesía…
P.34
…Para alimentar a tu Musa, entonces, debes haber estado siempre hambriento acerca de la vida desde que eras niño…
P.42
…Un hombre bien alimentado (de inspiración) guarda y calmadamente brinda su porción infinitesimal de eternidad. Ésta suena grande en la noche del verano. Y lo es, como lo ha sido siempre a través de las eras, cuando ha habido un hombre con algo que decir, y otros, quietos y sabios, que escuchen…
P.45
…¿Y qué, preguntas, nos enseña la escritura?
Primero y principal, nos recuerda que estamos vivos y que eso es un obsequio y un privilegio, no un derecho. Que debemos merecer la vida una vez que nos han premiado con ella. La vida pide por recompensas de vuelta porque nos ha favorecido con animación.
Así que mientras nuestro arte no puede, como desearíamos que pudiera, salvarnos de guerras, privaciones, envidia, codicia, vejez, o muerte, nos puede revitalizar en medio de todas ellas.
Segundo, escribir es sobrevivencia. Cualquier arte, cualquier buen trabajo, por supuesto, es eso.
No escribir, para muchos de nosotros, es morir.
Debemos tomar las armas cada uno y todos los días, quizás sabiendo que la batalla no podrá ser ganada enteramente, pero pelear nosotros debemos, así sea sólo un gentil combate. El más pequeño esfuerzo por ganar significa, al final de cada día, una suerte de victoria. Recuerda al pianista quien dijo que si no practicaba cada día él sabría, si no practicaba por dos días, los críticos sabrían, y después de tres días, la audiencia lo sabría.
Una variación de esto es verdad para los escritores. No es que tu estilo, cualquiera que sea, se derretirá fuera de forma en esos pocos días.
Pero lo que podría pasar es que el mundo te alcance y trate de enfermarte. Si no escribes todos los días, los venenos se acumularán y comenzarás a morir, o actuar como loco o ambos.
Debes quedarte intoxicado en escritura de manera que la realidad no te destruya.
Ya que escribir permite justo las recetas apropiadas de verdad, vida, realidad que te son permitidas comer, beber, y digerir sin hiperventilar y caer como un pescado muerto en tu cama…
1.
Uno escribe a partir de una necesidad de comunicación y de comunión con los demás, para denunciar lo que duele y compartir lo que da alegría. Uno escribe contra la propia soledad y la soledad de los otros. Uno supone que la literatura transmite conocimiento y actúa sobre el lenguaje y la conducta de quien la recibe; que nos ayuda a conocernos mejor para salvarnos juntos. Pero "los demás" y "los otros" son términos demasiado vagos; y en tiempos de crisis, tiempos de definición, la ambigüedad puede parecerse demasiado a la mentira. Uno escribe, en realidad, para la gente con cuya suerte, o mala suerte, uno se siente identificado, los malcomidos, los maldormidos, los rebeldes y los humillados de esta tierra, y la mayoría de ellos no sabe leer. Entre la minoría que sabe, ¿cuántos disponen de dinero para comprar libros? ¿Se resuelve esta contradicción proclamando que uno escribe para esa cómoda abstracción llamada "masa"?
Si lo supiera, tal vez no escribiría. Quiero decir, si lo supiera con certeza, si a cada momento pudiese proclamar taxativamente, sin vacilar, por qué escribo, y para qué, para quién o quiénes; si así fuera, tal vez no escribiría. O sea que escribo, en cierta medida, para encontrar respuestas al porqué. Escribir no es un acto reflejo, ni una función natural. No se escribe como se come o se ama. No se agota en el hecho de escribir el portentoso, o doloroso, o lo uno y lo otro, milagro de la escritura. No se agota, al escribir, el deseo inagotable de la escritura. Tal vez porque sea ésta la mejor forma de sobrevivir. ¿Por qué escribo? Tal vez para sobrevivir a la muerte, la necesaria muerte que me nombra cada día.
Hace unos meses, recibí un reconocimiento como ganador de cuento(cosa rara no es lo que mejor hago) en mi estado y me preguntaron lo mismo. Un señor de la televisión me llamó escritor y quedé como parpadeando porque no lo soy, creo que no me ha leído. Si para escribir soy mala, para hablar soy peor así que no sé que tontería contesté, creo que hice incapié en la estructura del cuento y hablé de la luna y los planetas, pero jamás contesté lo que se me preguntó. O sea... el ridículo me acompaña por más que trato de evitarlo jo jo. Desde que descubrí que soy ridículo traté de aceptarme . Hasta he llegado a amarme cosa curiosa, es entonces que extendí las alas y dejé mi yo ridículo a la interperie. Desde entonces sé quien es mi amigo y quien no. Quien me ama de verdad. Me gusta cuando me aman y por eso me muestro tal cual soy.
El asunto es que... Escribo porque es una necesidad y a veces un reto. Quisiera ser como Galeano o muchos de ustedes para expresarme como lo hacen, pero tengo cerrado el mecanismo y creo por eso no soy un escritor, tan solo autor de mis obras que bien o mal son parte mía. Me gusta mucho lo que hago aunque estoy muy lejos de obtener la calidad que deseo. Quisiera tener un léxico más elevado, expresarme con palabras rimbombantes y cosas así, pero no soy así y estoy muy vieja para leerme el diccionario y aprenderlo de memoria. Suelo olvidar las palabras que no escucho de manera cotidiana. Cuando leo tengo que hacerlo con un diccionario a la mano. Nunca me salto una palabra que no entiendo aunque siempre estoy olvidandolas no sé porque. Puedo consultar la misma palabra cincuenta o cien veces y seguro que volveré a hacerlo. Tengo la rae al clic hasta para leer el periódico.
No deseo ser un escritor porque no tengo la capacidad, pero si el autor que soy desde el día que nací. El día que deje de hacerlo estaré muerto. Los seres humanos somos creadores por naturaleza y cada quien se inclina a lo que más le agrada. A mi me agrada externar el pensamiento. Me agrado cuando alguna frase golpea conciencias y transforma o motiva. Luego vuelvo a olvidar.
No creo que todos los que escriben, me incluyo, deseen ser escritores. Los escritores no pueden hacer otra cosa que ser escritores es un condena y un trabajo excesivo. Basta leer lo que dicen de sus procesos de escritura, de las dudas, los borradores infinitos. La frase que no logra el ritmo, la melodía, el tono, la palabra que se niega a instalarse en la silla de reina, y ella es la única que puede hacerlo. Son fatigas y obsesiones que atormentan sus existencias.
La historia poco importa al lector exigente si ésta está escrita con palabras sin una melodía interior, sin esa belleza personal que se llama estilo de un escritor. Una escritura correcta, pero plana, chata no tiene futuro en el mundo del espíritu, sí los errores, flujos y reflujos pero en la maestría del concatenarse de ideas y formas. Flores, malezas, y paisajes.
Los que escribimos irremediablemente mal, creo escribimos para detener algunas fracciones del tiempo personal, y por el placer de la escritura en sí misma. De vez en cuando logramos encontrar el paso, el todo, el afinar la frase en el modo mejor para hablar de nuestro huerto, y ya es más que suficiente.
Claro, si alguien escucha algunas frases susurradas al oído por el "tío" de Rulfo, entonces significa que va en la dirección justa para llegar a ser un escritor, un día.
Yo me considero, con suerte, un escribidor de domingo, uno que escribe principalmente reseñas de los libros que lee por la simple felicidad de hacerlo. Convencido que en la vejez profunda, esa donde la memoria inicia a quedarse sola al final de calle, el releer esas emociones que me dejaron los miles de compañeros de ruta que fueron los libros leídos, la memoria recibirá una brisa fresca y volverá a conversar con ellos. Sería hermoso!
Cuando pienso en la escritura de Vargas Llosa, un tipo que me es antipático porque le dejó un ojo negro a Gabito, me viene una flojera al cuerpo como para irme a una siesta. Este ser es un escritor a tiempo completo, además de haber leído bibliotecas y escrito libros muy malos, y otros buenos también.
El hecho es que escribe miles de páginas, para después corregir obsesivamente y dejar algunos centenares de páginas. Siempre experimentando estilos buevos, siempre tratango de descubrir misterios y potencialidades en cada palabra. Un obseso del idioma en toda la línea. Un escritor.
Otros, como Sábato que hablan que sólo puede escribrir desde obsesiones profundas que lo atormentan, lo mandan a los infiernos, y para no morirse debe escribir. Es decir la escritura es un asunto muy serio y leer acerca de la génesis de ciertas obras y no solo en el campo literario es una feliz experiencia.
El mexicano, y chileno, Bolaño pone en alto plano a los escribidores y a los malos escritores, esos que juegan en canchas de tierra, dice, porque esas escrituras permiten apreciar a los que realmente conocen y aplican el arte de la verdadera escritura, es decir, los que dejan obras que el tiempo conserva para muchas generaciones futuras.
Por cierto, y viene de decir que la escritura misma es una obsesión, algo así como un estado patológico que envuelve las vidas de personas completamente inadecuadas a vivir en el munro real que les tocó en suerte, salvo excepciones, y que desean y no pueden hacer otra cosa, debido a esas obsesiones recurrentes y totalizantes, vivir en otros mundos, los de sus personajes, el mundo de las palabras, de la frase.
Menos mal que existieron "malos de la cabeza" como Cervantes, como Kafka, Joyce, Proust, Beckett, Goliarda Sapienza, Virginia Woolf, Miller o Bukowski, Feynman, Godel, Darwin, Einstein, Kant, Van Gogh..., que con sus obsesiones obsesivas cambiaron el mundo y nos mostraron otras ventanas por donde mirar parte del espectáculo.
NO se desea ser escritor, se escribe y punto. Escribidor es despectivo y muy usado por don meaney, ese alguien que quiere puntualizar que hay diferencias entre escribir bien o escribir mal, es como repetir hasta el cansancio que hay peces en el mar aunque hay peces en el mar... o sea...
Si se está poco loco o totalmente loco qué felicidad.
¿Los aplausómetros son de cuerda?
Sus letras Lucrezio, me han hecho reflexionar sobre el hecho de la utilización del arte (si lo fuese) por personajes satanicos y sanguinarios, como lo son el horrible colombiano aficionado a la muerte y a la tortura como es el "Gabo", nefasto nombre vergonzoso para america. Igual caso el del peruanito sicopata, despreciable torturador, satánico aficionado a las corridas de toro y como dicen en españa, soplapollas del rey, Mario Vergas Llosa.
Afortunadamente no ha nombrado a otros satánicos adoradores de la sangre como federico garcia lorca, o los mejicanos Agustin Lara o mario moreno alias Cantinflas.-
La gente cambia con los años, conforme te vuelves viejo lo que esperas de ti van dando la vuelta y si no te pones listo pueda que te sientas un poco atarantado.
Hace unos años era importante lo que decía y me decían, pero los años son sabios y transforman todas estas emociones en pasado.
Hoy prefiero observar, escuchar esas nuevas voces que van llegando a mi presente un tanto menos pretencioso, aprendo a admirar la perfección de sus manos, lo lindo de un sentimiento que en otros tiempos, no estaba dispuesto a detenerme.
La vida es demasiado hermosa, y es corta cuando quieres empaparte de todos.
No, a estas fechas... Lo más que quiero es que no acabe y quizás hasta la escriban otros.
LorenzoGarrido,18.09.2015
¿Por qué escribimos? La respuesta cambia con los años. Al principio escribimos para que nos alaben nuestros amigos o el profesor. Luego escribimos para autocomplacernos. Luego para autoflagelarnos. Finalmente, escribimos por costumbre, por lo mismo que uno no puede prescindir de la ducha cuando se ha acostumbrado a ella.
Por mi parte, hippie, todos esos "satánicos" que tú nombras cuentan con mi admiración y reconocimientos por la obra literaria que dejaron a sus espaldas.
Una cosa es la obra, otra es quien la escribió.
Aquí, en esta página de escribidores, hay gente que admira a Hitler, y eso está fuera de mi comprensión.
Me permito decirle Lucrezio, que antes de ser intelectual y lector, soy humanista y fiel a mis maestros, Pitágoras, Sócrates, Jesús, Beethoven y otros.
Jamás leería a un satánico como el colombiano marquez, o el español federico garcia, ni al peruanito vergas llosa. No escucho musica de los españoles torturadores joan manuel serrat, miguel bose, sabina y otros drogadictos. No veo peliculas de cantinflas, el actor mejicano aficionado a los toros y por tanto a la tortura, ni veo pinturas de picasso ni dalí, debido a que son dos vejetes españoles hijos de puta que pintaron al mundo la tortura y muerte de toros inocentes.
Lucrezio, no sea cómplice de satanismo.-
1933, Hitler dictamina ley de protección animal, todo torturador será severamente castigado.
2015, Ministro de Justicia de España : "Es la cultura y tradición de españa" Refiriendose a los criminales de tordepollas y a todos los torturadores españoles.
“El toreo es probablemente la riqueza poética y vital de España, increíblemente desaprovechada por escritores y artistas. Creo que los toros es la fiesta más culta que hay en el mundo”.
Para este imbecil hijo de puta, matar toros es lo más culto del mundo.
Alguien leería alguna obra de este sifilico de nacimiento ? Nadie.-
LorenzoGarrido,19.09.2015
Por suerte para la inmensa mayoría de nosotros, la obra es independiente al personaje. Caben todas las posibilidades, desde obra excelente y personaje nefasto a personaje bueno y obra ilegible. Juzgar a la obra por la calidad humana del autor es un ejercicio baldío, además de injusto. En ese caso, todas las obras deberían ser quemadas, porque ningún autor queda libre de culpa.
Alguien me dijo que no había uno solo sin culpa sobre el planeta. Ya lo creo.
LorenzoGarrido,21.10.2015
¿Por qué escribimos? En esta Página Azul escribimos para que nos lean; pero nosotros no leemos a los demás, no vaya a ser que la envidia nos corroa.
Nunca hasta la fecha había habido más escritores que lectores.
Por cada lector, cinco escriben. El mundo se ha llenado de escritores, a la vez que se ha vaciado de lectores.
Estas afirmaciones necesitan dos matizaciones:
Primera, así como hay televidentes, también hay lectores ocasionales: leen anuncios, artículos deportivos, recomendaciones de la Dirección General de Tráfico...
Segunda, todo escritor es también lector de sí mismo. Lo cual representa una ventaja o un inconveniente, depende del uso que hagamos de la facultad de leernos a nosotros mismos.
LorenzoGarrido,23.10.2015
La literatura me interesa cada vez menos.
Ocurren los siguientes contratiempos: La poesía está destinada a ser mala. Glorifico a las excepciones que contradicen esta regla.
Los buenos libros se quedan cortos cuando los comparo con las piezas de Shakespeare. Lo malo de haber leído a Shakespeare y haber disfrutado de Shakespeare, es que después de Shakespeare ya no hay hueco para ningún otro.
La literatura me aburre. Diez páginas del mejor libro, y acaba aburriéndome (a excepción de las obras de Shakespeare).
Si busco sentimiento me basta con escuchar un movimiento sinfónico de Mahler, de Beethoven, de Haydn, de Brukner y de tantos otros compositores inolvidables. La buena literatura suena más bien: es música, no se compone de letras, a excepción de las que logró reunir Shakespeare en unos pocos años de inspiración.
Escucho cinco minutos de Wagner y recibo con él todo el influjo que me pueda ofrecer una biblioteca compuesta de mil tomos.
En literatura todo es malo, salvo Shakespeare. Por eso me quedo con la música clásica, vale infinitamente más. ¡Qué pena que Shakespeare no fuera también compositor!
. Me parece un buen texto para el foro "monólogos", porque da para reflexionar.
El punto es que sería interesante conocer algo de ese recorrido por una cierta fracción de la literatura (es tan poco lo que permite leer una entera vida humana), para después llegar a esa fase de aburrimiento, de la cual te salva tan solo Shakespeare y algunos compositores de música clásica.
Seguramente has sido un lector fuerte. Al final de cuentas, como dice Henry Miller, son pocos los libros que en nuestra vida han constituido una experiencia vital.
Por su Emerson: cuando los libros nos aburren, siempre nos queda un recurso, vivir.
Tampoco está mal una sugerencia de Darwin (Autobiografía), aunque sería post- Shakespeare en tu caso. Dice el genio de la evolución que hasdta alrededor de los 30 años de edad, o un poco más, la poesía de diversos poetas le producía un gran placer. Prero ahora, pasados ya muchos años, simplemente no soporta leer ni siquiera una línea de versos. Incluso intentó leer a Shakespeare, pero lo encontró tan insoportablemente tedioso de producirle un malestar físico, y a Milton insoportablemente necio.
Entonces, aquí llega la sugerencia darwinesca: bendice a todos los novelistas, incluidos los de modesto nivel literario, porque por muchos años ls novelas de pura fantasía han sido par él una fuente de placer y de extraordinario consuelo, y a menudo, confiesa, bendice a los novelistas.
Aprecia todo tipo de novelas, incluso aquellas apenas pasables, pero en todas debe haber una severa regla: el fin no debe ser trágico, y para ello propone que debería existir una ley al respecto.
Naturalmente, cada uno sabe dónde le aprieta el zapato. Lo importante, lorenzogarrido, es conversar, me parece.
Darwin bendice a los novelistas ? Bueno, yo considero a don Carlos un ensayista de primera línea, pero es una licencia que un científico no puede permitirse.
LorenzoGarrido,23.10.2015
¿Qué quiere decir un lector fuerte? Supongo que te refieres a alguien que ha leído mucho.
Estoy de acuerdo: esto que he publicado debería aparecer en monólogos. Tomo nota para el siguiente monologuismo que se me ocurra. El ensayismo lo dejo para los sabios, guy y demás entendidos en la materia. Bueno, el jueves me olvido de lo que acabo de decir y mando mi ensayo juanesco (de jueves, no de juan).
LorenzoGarrido,23.10.2015
Todos los compositores de música clásica son excelentes, a excepción de algunos franceses, que son mediocres, pero la mediocridad es un don en la música clásica. Es difícil que una obra de música clásica sea mala. Mi oído se ha acostumbrado a todo, incluso trago sin problemas la música cacofónica del siglo XX. Un par de tapones para los oídos, y todo suena estupendamente.
LorenzoGarrido,21.10.2015
''¿Por qué escribimos? En esta Página Azul escribimos para que nos lean; pero nosotros no leemos a los demás, no vaya a ser que la envidia nos corroa.
Nunca hasta la fecha había habido más escritores que lectores.
Por cada lector, cinco escriben. El mundo se ha llenado de escritores, a la vez que se ha vaciado de lectores.
Estas afirmaciones necesitan dos matizaciones:
Primera, así como hay televidentes, también hay lectores ocasionales: leen anuncios, artículos deportivos, recomendaciones de la Dirección General de Tráfico...
Segunda, todo escritor es también lector de sí mismo. Lo cual representa una ventaja o un inconveniente, depende del uso que hagamos de la facultad de leernos a nosotros mismos.''
Bueno, yo casi no escribo, uso la página azul como aprendizaje y para eso tengo que leerlos. Pocas veces dejo señal alguna de mi presencia, entonces... no todos escribimos para que nos lean. Pienso que son etapas, quizás los dos o tres años cuando fuimos nuevos hacíamos eso de escribir para alimentar el ego.
Generalizar es un error que cometemos continuamente.
Entre todo tipo de alaracas que se arman en los foros, siempre me llevo algo bueno. No pasa un solo día en que no aprenda algo nuevo de los que participan. Me siento afortunada.
La pregunta del foro es a la vez una afirmación. Por lo tanto, uno puede pensar que no es, necesariamente así.
Pienso que nosotros, como lectores o fruidores de literatura deberíamos tener muy claro qué es un escritor y qué es un escribano, un escribidor; como también qué es un artista y qué es un artesano. Se necesita para ello, ser honesto consigo mismo y dejarnos llevar por berrinches, falsas transgresiones, moralinas de dudosa sinceridad, auto-apuñalamientos, auto-persecusiones, y las diferencias incolmables aparecen, claras, diáfanas, generosas, desconcertantes y, sobretodo, incuestionables.
Ergo, nadie puede desear ser escritor. El verdadero escritor sospecha que algo misterioso, que una energía no aferrable en palabras, se insinúa, crece, lo atormenta, lo desconcierta, un volcán elabora un magma que ya no puede contener las cavernas de su ser más profundo, íntimo y desconocido. Entanto vive afondo, como si cada día fuese el último, y lee y lee furiosa y desesperadamente, buscando espíritus similares al suyo.
Rimbaud a los 14 años lo dijo todo, y después de liberar su big bang poético, calló para siempre. Era un escritor.
Concuerdo que para llegar a ser escritor se necesite nutrientes literarios, hambre de leer y enterarte de todo.
Respecto a berrinches y todo lo demás, bueno... eso es otro tema.- Hay muchos escritores clásicos que escribieron unas soberanas mierdas. Pienso que no hay escritor sin error. Sin montones de papeles arrojados a la basura y otros tantos impresos sin trascendencia.
Conocí a un señor que me dijo: 'Es que no sé tocar, pero soy maestro de música'. Me enseñó sus acreditaciones en bellas artes y no comprendí como era eso de que no sabía tocar, si impartía clases de música a los jóvenes de mi comunidad jajaja, fue que me explicó saberlo todo, sentir todo... pero ser tan sordo como uno de los más famosos músicos de los clásicos. Entonces tomó la guitarra y yo caí para atrás. O sea... ¡Cuánta belleza!
Lo bueno que no es músico. Así pues... Así aprende uno a no ser escritor, ni poeta ni nada, pero sentir y vibrar en la obra de aquel que sabe transmitir lo que no escucha.
''Las costumbres tradicionales no son independientes de los objetos. Esto es, en las costumbres,
hemos visto, que hay textos, hay música, hay baile, se canta, pero también hay objetos
relacionados con estas costumbres y que forman, en realidad, parte de lo que sería el patrimonio
tradicional. Arte, en principio, quiere decir “oficio”,
quiere decir “técnica”. De ahí que en algún momento haya tenido que distinguirse
a las “bellas artes”, un término que se hizo común a partir del siglo XVIII. ¿Por
qué? Porque hay otros oficios, otras técnicas que no tienen un componente o un valor estético.
Hoy en día, tal vez erróneamente, muchas veces se entiende por artesanía simplemente
aquello que lleva trabajo manual. Y no es exactamente lo mismo.
Cuando hablamos de artesanía, hablamos de una técnica, un oficio, transmitido por lo
general por la tradición oral, de padres a hijos, de maestros a aprendices, o por medio
de la práctica conjunta. En este sentido, la obra artesanal se puede decir que forma
parte de este patrimonio y que la comunidad en este objeto artesanal también encuentra
rasgos de identidad; que este objeto lo siente como propio.
El objeto que pertenece a la artesanía lo encontramos en muchos ámbitos. Básicamente
puede pertenecer al ámbito de lo cotidiano, como una cazuela de barro, una blusa bordada,
un sarape tejido o incluso una herramienta. Pero, también, el proceso artesanal sirve
para elaborar aquellos elementos que son distintivos de la fiesta o de una costumbre local. Puede
aparecer el lujo que engalana la fiesta o el vestido de una novia en una boda tradicional.
Pero, también, es el objeto sin el cual la fiesta no tiene identidad. Pensemos, por ejemplo,
en el Nacimiento de la Navidad, o en la máscara del carnaval o las “mulitas” del Día
de Corpus, que solamente se elaboran para ese día y tienen sentido en ese día.
Si pensamos en lo que es una artesanía tenemos que pensar en algo que se elabora con un producto,
una materia prima de la zona, con herramientas rudimentarias, lo cual no excluye herramientas
mecánicas que puedan aligerar algún trabajo; que tiene un sentido permanente o efímero
y que se elabora con un sentido tanto doméstico como especial.
Por otra parte, los griegos ya distinguían las artes en dos grupos. Hablaban de las “artes
superiores”, que eran aquellas que daban por resultado obras que se apreciaban por
medio de lo que aquellos hombres consideraban los sentidos “superiores”: la vista y
el oído. En este sentido, estamos hablando de la música, de la pintura, de la arquitectura.
Pero también había otras artes, que tenían que ver con lo que ellos llamaban los sentidos
“menores”: las “artes menores”. Y eran las que tenían que ver con esos sentidos
menores, como el gusto o el olfato; por lo tanto, estamos hablando, por ejemplo, de la
gastronomía o de la perfumería. En este sentido, podemos pensar que también la gastronomía
es una manifestación artesanal. Y es indudable que la gastronomía está muy relacionada
con costumbres, con fiestas. Entonces, el producto artesanal, el objeto,
la artesanía forma parte de ese patrimonio tradicional, sólo que en este caso no es
un patrimonio intangible, sino que es tangible, pero puede tener una vida absolutamente efímera
o conservarse incluso durante siglos. Eso es la artesanía, eso es el patrimonio
de la comunidad como objeto.''
Muy cierto, rh, la artesanía es una noble y hermosa actividad humana, y hay artesanos que modelando sus materias preferidas, greda, madera, piedra obtienen objetos de singular belleza; pero esto no niega la existencia de un Fidias o un Miguel Ángel, más bien todo lo contrario.
No dije que lo negara, dije que todo tiene un valor y este se consigue según el talento. Te aseguro que si el señor que hace piñatas supiera pintar como Miguel Ángel colgarían piñatas en la capilla sixtina.
Yo vendí dos tres piñatas alguna vez. También fui payaso y junta botes. Mandé dinero a alguno de por acá que tuvo necesidad y algún otro quiso darme jajjajajja
Vendí nopales, pinté casas y las limpié, tuve un trabajo en alguna puesto importante de empresa internacional de autos y dos o tres veces me patearon el trasero en media calle.
¿Por qué tanto miedo a ser quien se es?
He pescado, arreglado y desarreglado un poco de todo. construí mi casa y la de mi madre y es verdaderamente hermoso tragarte un taco junto a los pescadores mientras filetean el producto para vender.
La vida es maravillosa, no sé por qué se habla tanto de escribir o no escribir, tal o cual persona que se va o que se queda que si come caga o que.
¿Por qué queremos ser escritores? (Buena prengunta)
Nosotros no escribimos cualquier cosa, hay pequeños mundos en nuestra mente que desean salir y yo solo; les doy el paso libre a través de mis manos o de un teclado, dejo salir a esos personajes que me hacen pensar en ellos, que son todo y a la vez nada.
Yo no tomé un libro por obligación sino por curiosidad, yo aprendí a leer pero no a escribir (escribí por primera vez a los cinco y medio) pero ya conocía las letras, me enamoré perdidamente de las historias ficticias y las palabras escritas en cualquier letrero y cualquier etiqueta, ahora solo quiero dar rienda suelta a todos los personajes que en mi mente albergan.
Nunca he deseado ser escritor. Estoy muy ocupado escribiendo. Y el desear nunca se me ha dado bien.
Otras ocupaciones humanas me aburren bastante. No fumo, no bebo, no envidio, y otros vicios no he conocido, por falta de coraje.
No me queda otra opción más que escribir.
henrym,15.09.2018
Yo no creo, aunque todo es posible en este mundo, y le creo a Teran, que alguien desee ser escritor, digamos racionalmente, si no tiene dedos para piano.
El escritor, el verdadero escritor, estoy seguro que no desea serlo, porque simple y llanamente siente que lo es, y que no puede dejar de serlo. Hay algo misterioso que lo impele a escribir. Es su modo de comunicar, de descubrirse, y no puede hacer nada con esta bendición o maldición.
Uno puede desear ser un buen o discreto escribidor o aficionado a la pluma, eso sí. Después de todo no sufre las penas del inferno para cincelar todo lo innecesario y dejar pulida esa gota de talento puro con que la vida lo dotó.
henrym,15.09.2018
… con que la vida lo dotó, como es el caso del verdadero escritor.
henrym,15.03.2019
No está dicho y tampoco es posible comprobar que todos los que chapucean con las palabras deseen llegar a ser escritores. Me inclino por creer lo contrario, esto es, que se trata de una breve temporada en la vida de la gran extra grande mayoría de los escribanos, escribidores, juntadores de palabras y frases, con sentidos relativos, pero sí muy importantes para el que las escribe, un poco menos para el que las lee, y si esta pasión o vicio lo acompañaba por el mayor tiempo posible en su breve estadía terrenal, muchísimo mejor.
Decía un entrenador de fútbol jineteado (de prestigio) que Messi ya a los 16 años era un genio y jugaba igual como lo hace hoy. Interpolando la idea, Messi nació escritor. En cambio, decía el susodicho que Ronaldo no es un genio, sino un grandísimo jugador, el mejor jugador del mundo excluyendo a la trilogía, pero no es un genio.
Sin embargo Ronaldo se hizo un gran jugador, con disciplina ferrea, con sudor y lágrimas, etc., y esto indica que un escribano con tenacidad ronaldesca podría llegar a ser un buen escritor o, al menos, un escritor como tanto de los famosos que escriben hoy, que poseen la inteligencia de saber individuar qué el lo que desean leer las legiones de no lectores que pululan los círculos externos de la literatura, y ganar dinero a paladas. Dan Brown, Coehlo, la de Harry Potter, Corin Tellado, Laila, et al.
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