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ninive,11.07.2008
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Las reglas básicas del Club del Reto.
1- Respetar tema y número de palabras
2- Los textos y las votaciones fuera de fecha no son válidos para la votación.
3- La fecha que marca la página es la que se toma en cuenta. La página tiene la hora de Berlín.
4- Los textos se envían con título y en privado al L.d.V. de EL_RETO_GANADORES
Votación:
1- La votación se efectúa en los días estipulados en el nick VotaReto (LDV en Privado) NO DEJAR VOTOS EN OTRO LADO
2- Votan sólo los participantes y sólo en la propia categoría.Los votantes tienen a disposición tres votos que adjudicarán según su parecer a dos participantes 4 votos a disposición( 3 y 1)
4- Los votos no van acompañados de consideraciones críticas o amistosas.
5- El ganador es quien reciba el mayor número de votos. El vice-ganador es quien le sigue en el puntaje por un punto, exceptuando los que han conseguido un punto es decir que los participantes que obtienen un punto no acceden a la categoría de Ganadores o Vice-ganadores.
6- La votación será secreta y controlada por dos cuenteros voluntarios.
7- Se publicarán los resultados de todos los participantes.
8- No se admiten comentarios ni agregados a los textos antes de la votación
9Un solo texto por cada participante
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ninive,11.07.2008
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El reto 10 comienza el b12 de julio y termina el 28 de julio. Las votaciones el 29 y 30 de julio/b
bTEMA:/b un invierno O un verano especial
El reto exige que el texto tenga dos finales .Suerte
No exceder las 450 palabras | |
EL_RETO_GANADORES,15.07.2008
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Mi vida sin Ricardo
Volver a recorrer en vacaciones los lugares ya recorridos con anterioridad pero en situación diferente, no suele ser una buena idea. Por lo menos, esa era la sensación que tenía a la semana de estar en la casa de la playa que todos los años alquilábamos con Ricardo y que había vuelto a alquilar este año, por un mes, pero sola.
A los dos días ya estaba arrepentida, todo lo que antes parecía encantador, pasó a parecerme insoportable.
Los desayunos en la confitería de Olga, situada estratégicamente sobre los acantilados, no me resultaban atractivos, por lo que decidí desayunar en la casa. Pasé esos primeros días encerrada, lamentándome de mi suerte.
Ricardo había tenido la mala idea de morirse durante el pasado invierno, sin darme tiempo a entender porqué me abandonaba a esta altura de nuestras vidas. Cuando comprendí que a los setenta años había perdido a mi esposo y compañero, me enojé con él. Me enojé porque la vida juntos había pasado demasiado rápido y yo hubiera necesitado tenerlo mucho más tiempo a mi lado, el tendría que haberme dejado ir primero, él sabía vivir solo, yo no.
No obstante, al llegar el verano decidí ir a la casa de la playa, él lo hubiera hecho, estaba segura. Fue mi gran error, Ricardo hubiera disfrutado de los recuerdos, yo odiaba que él se hubiera transformado en recuerdo.
Durante esa semana me martiricé sin salir de la casa, contando los días que me faltaban para regresar a mi departamento en la ciudad, pero una noche soñé con Ricardo y desperté con la imperiosa necesidad de abandonar mi encierro voluntario.
Mi primera parada fue la confitería de Olga, desayuné mirando por los amplios ventanales que ofrecían una vista espectacular. De pronto sentí como si algo se desprendiera de mi interior, como si la mano que me agarrotaba el corazón aflojara su presión y comencé a percibir toda la belleza que me rodeaba. Sin darme cuenta salí de la confitería y bajé a la playa, a medida que me acercaba a la orilla aceleré mi paso para llegar a esa línea que forma el agua contra la arena y parándome frente al mar, permití que la brisa me envolviera como un abrazo.
FINAL1 El cielo , las gaviotas, la arena, las dumas y el color azul verdoso de las aguas volvieron a ocupar su justo lugar, acepté que de ahora en más mis veranos y mi propia vida serían diferentes, pero también tuve la convicción de que aún habría cosas buenas para mí.
Supe que Ricardo había ingresado en mis sueños para abrir mi mente y comprendí que los recuerdos también serían de ahora en más algo bueno, porque los habíamos construido entre los dos.
FINAL 2 El cielo , las gaviotas, la arena, las dumas y el color azul verdoso de las aguas volvieron a ocupar su justo lugar, pero yo había quedado a la deriva y nunca podría recuperar lo perdido. Si pudiera hablar con Ricardo le explicaría que lo había intentado, creo que él me entendería
A la mañana ya estaba viajando de regreso a la ciudad, debería reencauzar mi vida de alguna manera, me llevaría tiempo hacerlo, pero de algo estaba segura, no volvería al mar.
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EL_RETO_GANADORES,17.07.2008
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Hago notar que las 450 palabras son las del cuento con el primer final. El segundo final es gratis. | |
EL_RETO_GANADORES,19.07.2008
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VERANO DECISIVO
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Silvana se habia enamorado perdidamente del cadete Monteros. Se conocieron cuando ella andaba de paseo con sus padres en la capital, y el empezo a visitarla los fines de semana que tenia permiso, en el pueblito pintoresco donde ella habia nacido y donde ayudaba a su padre a atender la unica zapateria del lugar, de la que era propietario.
Quirinmaragua era un lugar perdido entre cerros verdes al que atravesaba un rio de aguas transparentes y heladas. El clima era perfecto y la vegetacion siempre verde, por las lluvias que, en ocasiones, caian por varios dias. Los visitantes eran recibidos por una profusion de flores de muchisimos colores que nacian espontaneamente en la vereda sinuosa que llevaba al centro de la ciudad.
Cuando Rogelio, que era el nombre del cadete Monteros, llegaba a visitar a Silvana, realizaban interminables caminatas por caminos bordeados de arboles milenarios y ella sentia que la vida no podia ser mas perfecta, andando por aquellos lugares tan bien conocidos por ella y de la mano de este hombre maravilloso. Porque aunque Rogelio no era aun un adulto, no habia en su persona nada de infantil. Su rostro, su pensamiento y su modo de hablar eran los de un hombre.
En esta ocasion, el le habia propuesto matrimonio. En apenas doce meses, le explico, dejaria los estudios y tendria asegurado un puesto en el ejercito. Podrian casarse y vivir dondequiera que la milicia dispusiera enviarlo.
La idea de ser su esposa, de compartir su cama y su vida, era algo que a ella le cortaba la respiracion. No concebia que pudiera haber felicidad mayor.
Pero por otro lado, el abandonar Quirinmaragua donde tan feliz habia sido, donde vivian sus padres y sus hermanos, la llenaba de tristeza. Sus amigas le aconsejaban que se olvidara del pueblo y se casara con el muchacho. Despues de todo, opinaban, esa es la ley de la vida y hasta la biblia asi lo indica.
Y asi, durante todo ese verano de 1947, Silvana se debatio entre las dos alternativas. La vida con el hombre que amaba, viviendo quien sabe donde o seguir en su amado pueblo con su familia.
PRIMER FINAL
Al aproximarse diciembre, Silvana supo que no habia eleccion posible. Su ser entero, su corazon y su cerebro le decian que debia irse con Rogelio Monteros. Sus padres accedieron, aunque tristes, a que los jovenes se casaran. Fue una fiesta que duro varios dias en el pueblo y que se recordo por siempre. Nadie pudo imaginar en ese entonces que Rogelio Monteros llegaria a ser, dos decadas mas tarde, el dictador mas feroz y duro de los varios que nuestro pais ha tenido.
SEGUNDO FINAL
Silvana tuvo que reconocer que a los diecisiete, no era aun el momento de adquirir tales compromisos. Amaba a Rogelio pero aun queria nadar en el rio con sus amigas, corretear por los charcos en el invierno y seguir disfrutando de su juventud y de su familia. Con lagrimas en los ojos, le dijo que NO al cadete Monteros y este se retiro, cabizbajo. Silvana nunca dejo de preguntarse, por el resto de su vida, si al haberse casado con el hubiera podido evitar que se convirtiera en el tristemente celebre “mano de hierro Monteros”.
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EL_RETO_GANADORES,20.07.2008
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Reflejo de verano.
Me recibió la arena caliente y las corridas de los bañistas con sus apuros debajo del sol, me acerque al agua y elegí un sitio vació donde dejar mis sandalias y la mochila, hasta que llegara mi familia.
Miré el borde reluciente de la playa y la tentadora frescura del agua, los pájaros revoloteando la superficie azul lejana y las zambullidas de la gente esquivando el azote de las olas.
Dejé mis cosas, me saque la remera y me senté esperando en el sitio que había demarcado para pasar la tarde. Me rodeaban los vecinos alejados, los paseantes, los vendedores de artesanías.
Lo noté a unos metros míos, sentado en medio de muchas toallas, bolsos y sandalias, mirando hacia el mar como buscando algo perdido. No tardé en darme cuenta que miraba a un grupo de chicos que jugueteaba entre las olas.
Era delgado, demasiado alto, demasiado desgarbado, con la cabeza revuelta de tanta sal en su pelo. Se le marcaban las costillas en su enrojecido cuerpo y arrodillado sobre las olvidadas pertenencias del grupo se podían ver sus piernas flacas doblarse sobre sus rodillas.
Esperaba tal vez alguna señal, quien sabe, del grupo lejano.
Dos chicas de su edad llegaron al revuelto de toallas y se sentaron junto a él. Detrás de ellas, dos muchachos las siguieron, las tomaron de las manos y las arrastraron entre risas al mar.
Él se quedo mirándolos cómo se iban.
Al rato el grupo volvió en masa y se acostó sobre las esteras, llenando de risas y gritos el vecindario de bañistas. Todos juntos cantando y retozando como cachorros, menos él a un costado, mirándolos con una sonrisa pero alejado del grupo.
La tarde continuó mientras yo presenciaba aquel reflejo de otro verano, en que otro muchacho demasiado alto, demasiado desgarbado, con la cabeza revuelta de tanta sal en su pelo; miraba a otro grupo inaccesible para él. Un verano amargo e inolvidable a la vez, en que las cosas no habían salido como se esperaba y en que el retorno a la ciudad había sido un alivio más que un pesar.
Miré, recordé y casi sentí la lejanía de quienes lo rodeaban y el vacío en el estómago que experimenté en aquellos tiempos tan lejanos ahora.
El grupo jugó y chilló hasta que el calor lo volvió a invitar al agua. De a uno y de la mano corrieron al mar y de a poco se quedó solo hasta que la última pareja desapareció entre las olas. Se acomodó en la arena con sus brazos extendidos hacia atrás y sus hombros pincharon el sol con su delgadez. Miró hacia los costados como para disimular su soledad sin sospechar mi vigilia.
Final 1
Nadie se percató de su presencia y nadie echó de menos su partida. Miró la hora en su reloj, levantó su toalla, se calzó sus sandalias y con toda su altura y delgadez caminó hacia los paradores en el borde de la playa. Se perdió entre la gente y lo último que vi de él fue su pelo revuelto por la sal.
Mi familia llegó al momento y mi mujer me preguntó que hacía. Con cierta tristeza le contesté que miraba un reflejo
Final 2
Nadie se percató de su presencia y nadie echó de menos su partida. Miró la hora en su reloj, levantó su toalla, calzó sus sandalias y con toda su altura y delgadez caminó hacia los paradores en el borde de la playa. Una chica bajita y regordeta lo esperaba en el borde de la playa, se colgó de su cuello, lo besó efusivamente y se perdió con ella entre la gente. Lo último que vi de él fue su pelo revuelto por la sal y el pareo colorido de ella bamboleándose.
Mi familia llegó al momento y mi mujer me preguntó que hacía. Con una sonrisa le contesté que miraba un reflejo.
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EL_RETO_GANADORES,22.07.2008
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Lecciones de verano.
Ahí estaba el misterio más grande; el de la vida y la muerte con el correr del agua en el arrollo, de golpe entendió la realidad; “la gente muere” había descubierto, un día él se encontraría en el ultimo instante de su existencia, aun no entendía bien la vida, y había descubierto aquello, y en su entendimiento simple formulo una premisa; “así como el agua pasa por un lugar, la vida pasa por el tiempo, y así como el agua no es la misma, la vida nunca es igual” filosofía profunda para un niño de 7 años. El caudal dejaría de alimentar al arroyo, también la vida un día dejaría de correr por su cuerpo.
Ese verano le trajo más lecciones; las hojas de los árboles eran seducidas por el viento y llevadas a la tierra, su viaje final. Las flores se suicidaban cerrando sus alas para dar paso a semillas nuevas.
Esa tarde para lavar su melancolía se metió al estanque; el agua fresca y calida lo recibió con una caricia sutil, conocía las diferentes profundidades del lugar, pero se aventuro más allá de la seguridad, su pobre experiencia como nadador lo llevo a hundirse y el agua lo abrazo fuertemente, mientras se hundía veía como las burbujas le daban la bienvenida a la profundidad del estanque y la muerte acaricio su rostro, con cada brazada crecía la desesperación y pensó que las lecciones aprendidas tendrían esa tarde una practica final.
Cada brazada era una lucha por sobrevivir, el agua se le introducía por nariz y boca y la vida se le escapaba por los ojos desorbitados, una brazada más y él sentía que era un instante menos de vida, cada brazada era más dolorosa y más cercana al fin. Afortunadamente se pudo agarrar de un tronco y se acerco a la orilla tosiendo y vomitando agua, aquella realidad había superado su aprendizaje del día, el dolor de la muerte supera a las conjeturas mentales.
Ahí en la orilla observaba el agua que pudo ser su tumbo y agradeció a la vida por todas las lecciones de ese día.
FINAL ALTERNATIVO
Braceo con todas sus fuerzas y a pesar de ello, su cuerpo pesado se iba hundiendo cada vez, sintió que la vida se le escapaba y que se graduaría dolorosamente de aquel verano, imprimió todas su fuerzas por que tenia toda la intensión de seguir descubriendo cosas de la vida. Sintió que un brazo lo agarro de los cabellos y lo jaló hacia arriba.
Su padre lo había salvado.
- ¿Qué te paso? Sabes perfectamente que no debes entrar a la parte profunda del estanque.
- Estaba descubriendo que la gente muere.
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EL_RETO_GANADOREs,24.07.2008
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bTener un cielo/b
Eran luces de neon. Era la nieve cayendo en otro lugar. Eran las pisadas, mías y tuyas, dando vueltas sin parar. Era la noche que no era noche. Ni la luna que se llenaba a pesar de estar en su cuarto de hora. No era el sol que manchaba la puesta en tu piel. No era el reloj que se negaba a ceder. Era armar un muñeco de nieve, sabiendo que mañana por la mañana, ya no iba a estar.
Ahora puedo refugiarme en la tarde, dejarme llorar. Abrir grande la boca sobre la ventana, dibujar rostros felices. Trazar diagonales y curvas a ver si consigo armar un panorama. Imagino los bosques chocando con montañas. Escalar sin equipamiento la cordillera de tu espalda. A veces la lluvia toma mis bocetos y salpica unas lágrimas.
Me encantaría tener un cielo. Parece un complot donde todos se niegan a brillar. Cuando despierto en medio de la noche, abrazado a mi almohada, siento el perfume bañándome en soledad.
A-
Podrías llegar
b-
Podrías no llegar nunca
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EL_RETO_GANADOREs,24.07.2008
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El reemplazante
Carolina llamaba a la farmacia con cualquier pretexto. Lo que en realidad quería saber era cómo iba con el reeplazante que quedaría a cargo de la farmacia durante nuestras vacaciones de verano.
El joven era atolondrado; encontraba los remedios con dificultad, titubeaba al ponerlos en su sitio, era también desordenado... Se hubiera dicho que el brillo de su flamante diploma lo hubiera enceguecido.
¡Pero caramba! ¡Un farmacéutico no es un almacenero! La nuestra es una profesión de responsabilidad, le comentaba a Carolina.
Otra vez el teléfono, ahora mi mujer me pedía que comprara pan antes ir a casa. Luego agregó como quien no quiere la cosa:
¿Y?¿ Qué tal ?
Miré con disimulo al aludido. En ese momento estaba atendiendo al toxicómano que nos manda el Departamento de Narcóticos. Venía todos los días para retirar las dos píldoras que completaban su cura de desintoxicación. Desde donde estaba leí nombre del remedio; Altlaxt.
Le respondí a mi esposa:Mejor, mejor...mucho mejor.
Ella reaccionó con vivacidad: ¿Ves? Tú siempre viendo negro. El muchacho necesitaba tiempo...en tres días más... .( Estaba desesperada por salir de vacaciones)
Mientras hablaba, entró en la farmacia la adolescente anoréxica de la esquina de enfrente. Tropezó con el drogadicto que salía como una flecha. Felipe había entrado al laboratorio, de manera que la atendí yo, sin dejar de hablar con Carolina.
La adolescente me entregó la receta de un calmante muy suave. Almanx Naturalmente con sus escasos treinta y cinco quilos, algo más fuerte podría terminar con ella.
Te dejo, Carolina, tengo gente, claro que saldremos de vacaciones.
Tres horas más tarde, cuando ya estábamos por cerrar, los movimientos del reemplazante eran frenéticos. Un continuo ir y venir, un interminable sacar y poner los medicinales de los estantes de la separanda. Le pregunté qué le pasaba que ya me tenía mareado. Su frente húmeda de sudor, brillaba roja como un semáforo.
-¿Qué busca Felipe?
- Vino el muchacho...ése..., el drogadicto del Departamento de...
- ¿Y?...
- ...y saqué dos pastillas de Altlax de la caja, como siempre ...
-¿Y...?
Felipe suspiró lastimeramente y con voz apenas perceptible masculló:
- ...y temo no haber puesto la caja en su lugar...Es....que no la veo...
Un repentino flash back me paralizó: volví a ver a la joven anoréxica chocar contra el drogadicto en la puerta, me ví a mí mismo, hablando por teléfono con Carolina, tomar automáticamente la receta de Almanx que la joven me entregaba, volverme hacia la separanda para tomar el sedativo. Sostenía el teléfono con el hombro, estaba muy distraído. La imagen fue tan viva, que comprendí que había cometido un error fatal.
Desde la calle llegó el ulular de una sirena que se apagó en la esquina de enfrente.-------------- FINAL 1
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Un repentino flash back me paralizó: volví a ver a la joven anoréxica chocar contra el drogadicto en la puerta, me ví a mí mismo, hablando por teléfono con Carolina, tomar automáticamente la receta que la joven me mostraba, volverme hacia la vitrina para tomar el sedativo. Sostenía el teléfono con el hombro, estaba muy distraído.
Un policía entró en la farmacia .
Un hombre fue atropellado ,tenía una bolsita de esta farmacia en la mano, probablemente usted sabe su identidad, está sin conocimiento y no tiene documentos, dijo.
. Desde el laboratorio me llegó la voz de Felipe: Aquí está, la encontré, no se preocupe-----------FINAL 2
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EL_RETO_GANADORES,25.07.2008
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UN INVIERNO FRÍO Y LLUVIOSO
- Mira, Luis, este es el piano Pleyel que hicieron traer de París para que él compusiera. Los muros de estas celdas debieron conmoverse con aquellas notas tan emotivas. Aquí compuso varias polonesas, squerzos y preludios. Pero no consiguió curarse de su tuberculosis. Aquel invierno fue particularmente frío y lluvioso, algo inusitado en esta isla mediterránea de clima tan suave. Aquí, junto al ventanal, estaría ella sentada escuchando con calma, o tal vez sentada en la mesa haciendo anotaciones para sus novelas. ¡Qué caracteres tan dispares! Él, apacible, sensible, discreto, con la música como principal medio de expresión. Ella, fuerte y decidida, nada convencional. Estaba divorciada, vivía con los dos hijos habidos en su matrimonio, y había tenido varios amantes previamente a su actual relación con el músico. ¿Sabes que usaba ropa de hombre y fumaba puros? Para aquella época, un gran atrevimiento, incluso una provocación a los ojos de la conservadora sociedad de su tiempo. Para publicar sus libros usaba un seudónimo masculino, aunque se llamaba Aurore Dudevant. Hasta en su nombre y su apellido verdaderos había un claro significado de avanzada, como asignados ex profeso para alguien que desea tomar la delantera en todo.
Sí, fue aquí, entre estos anchos muros encalados, y tras estas ventanas con los marcos de madera pintados en azul. La leve claridad se colaba por los vidrios y se mezclaba en asombro con las melodías del piano. Seguro que las ondas de luz meridional se acompasaban en su marcha a los bucles sonoros de las polonesas, danzando con ellos por la verticalidad de las paredes hasta reflejarse con esplendor de formas en las vigas del techo. Era un ambiente especial para que la pluma se inspirara, y ella escribió un libro relatando lo que pasó aquel invierno con su amante y sus dos hijos. A él nunca le llama por su nombre en el libro, se refiere a él como nuestro artista o nuestro enfermo. La frustración por la persistencia de la enfermedad, y la diferencia de sus temperamentos debió hacerles pasar por momentos de tensión y enfrentamiento, lo que les decidió a anticipar su vuelta a París antes de que terminara el invierno. Pero ni la salud de él ni la relación entre ambos mejoró tras su regreso. Se separaron tras algunos años de relación tempestuosa, y él falleció poco después, con sólo 38 años de edad.
- Es una interesante historia, Laura, con un triste final. Pero me gustaría imaginarme qué habría pasado si aquel invierno no hubiera sido tan inclemente. Supón que aquellos meses transcurrieran entre leves brisas y suaves temperaturas. Esa calma se habría transmitido a la relación de nuestros personajes. La mejoría en la salud de él les animaría a prolongar su estancia en la isla, que se alargaría por dos años más. Regresaría a París completamente recuperado, su relación con la escritora se consolidaría, tendrían dos hijos más y llevarían una existencia feliz y artísticamente fecunda. Imagínatelo durante otros 40 años sacando al aire nuevos valses, mazurcas y nocturnos. A ellos habría añadido una bella serie de danzas, inspiradas en el folklore de la isla donde se curó, ¡Qué tesoro habría podido ofrecer al mundo de la música!
- Si, Luis, un bonito final. Lástima que los finales felices sean menos probables que los tormentosos.
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abulorio,25.07.2008
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se pidieron dos finales alternativos, este final pude considerarse doble y alternativo?
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EL_RETO_GANADORES,26.07.2008
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EL CUSUMBO
Ocurrió en el verano del 53. Como cada año, solíamos pasar vacaciones en la hacienda. El riachuelo que corría atrás de la casa de la abuela era un imán que me atraía. Así, cuando llegamos ya casi al atardecer, lo primero que hice, luego de saludar a la abuela, fue quitarme la ropa y correr hacia el arroyo. Tenía diez años y nada que tapar en la parte superior de mi cuerpo, conservé el calzonario por que aprendí de los lugareños que cualquier cosa es buena para atrapar un pez. Así vestida (desvestida) me lanzé al agua. El riachuelo era una pequeña corriente que bajaba desde el trapiche. No tendría más de ochenta centímetros de profundidad. El agua era tan clara que se podían ver las piedras del fondo, era tibia y traía aroma a caña de azúcar y miel. En las orillas, había logrado instalarse una colonia de pequeños peces que se paseaban entre las piernas del bañista. Más allá, como a unos 30 metros, había un recodo, donde prosperaba un frondoso árbol de hobitos, fruto dulce, perfumado y ligeramente ácido.
A los niños no se nos permitían estar solos en el arroyuelo después del atardecer. Desde tiempos inmemoriales se contaba la leyenda del “Cusumbo” . Quienes lo habían visto, decían que aparecía sólo en la noche, que sus ojos brillaban y en la mitad de la frente resplandecía un gran diamante. El Cusumbo había sido visto en varias ocasiones, muchos había tratado de agarrarlo. Aquel que lo atrapare debía darle muerte rompiendo su diamante, el animal se transformaría en oro y piedras preciosas.
Comenzaba a oscurecer. Yo seguía intentando atrapar un pez. Como no tenía red, opté por sacarme el calzonario y con él, al fin pude atrapar uno. La llamada de mi madre se repitió una vez más y decidí no desobedecerla, salí corriendo como estaba. Al llegar a casa recordé que mi prenda interior y mi pescado habían quedado allá. Como la gente mayor estaba entretenida, regresé por mis pertenencias.
Aún no había oscurecido totalmente. Pensando que no me echarían de menos continué jugando en el río.
PRIMER FINAL
De pronto escuché que desde el recodo venía un sonido extraño. Tímidamente me acerque al árbol de hobo y encontré un peludo animalito que jugaba cerca del agua. Era pequeño, se veía muy indefenso y no infundía temor. Me acerqué más y pude ver sus ojos de un rojo brillante, entre ellos resplandecía un cristal de mil colores. Corrí de regreso a casa y emocionada les dije que el Cusumbo estaba en el arroyo. Los allí presentes corrieron a buscarlo, pero no había ni siquiera una huella de él. Otra vez se dejó ver y luego desapareció, tal como contaba la leyenda.
SEGUNDO FINAL.
De pronto escuché que desde el recodo venía un sonido extraño. Tímidamente me acerque al árbol de hobo y encontré un peludo animalito que jugaba cerca del agua. Era pequeño, se veía muy indefenso y no infundía temor. Me acerqué más y pude ver sus ojos de un rojo brillante, entre ellos resplandecía un cristal de mil colores. Recordando lo que decía la leyenda, me armé de valor, busqué a tientas la piedra más grande que pude encontrar y le asesté certero piedrazo en la frente, al instante cayo convertido en piedras preciosas y fragmentos de oro. No se cómo la magia continuó. Desde entonces yo sigo recogiendo monedas de oro y piedras preciosas.
FIN
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el_reto_ganadores,27.07.2008
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DENTRO DEL BOLÍGRAFO
Sobrevivíamos en ese mundo negro, apretados entre millones de personajes e historias, todos entrelazados en una maraña espesa y aceitosa. Éramos amigos. Nos quisimos, nos odiamos, nos construimos bosques y playas con letras que germinaban como flores silvestres, siempre buscando la manera de convivir en sociedad. Acá nacimos, nos reprodujimos y padecimos el riesgo constante de dejar este lugar, que limitaba con la otra dimensión a partir del minúsculo orificio en el fondo.
En aquellos días el calor agobiaba nuestra oscura existencia, la espesura de la tinta adherida por doquier incrementaba la temperatura y nos convertía en un pegoste ambulante. Por eso, en pleno consenso de quienes coexistíamos en el cilindro, decidimos crearnos un invierno. Juntamos letras y escribimos Nieve, Viento, Frío, Granizo… camuflamos de blanco el lugar y restamos grados a la temperatura. En ese proceso, mientras congelábamos el lago para patinar, conocí a Andrea.
Recuerdo que tomé algunas vocales y consonantes que flotaban en el viento y construí para ella un rosal que brotaba desde el hielo asomando pétalos azules. Mordí unas erres, enes y otras letras jugando con ellas en mi boca para que me quedaran los dientes manchados de sonrisas, y en un derroche de galantería le hice un sol minúsculo, que guardaba en el bolsillo de su sweater para mantener las manos calientes. Ella a su vez me correspondió a su modo, aceptando mis presentes, sonriéndome siempre y queriéndome de esa manera silenciosa, casi clandestina. Desde entonces, para ella compuse amaneceres multicolores, para mí construyó crepúsculos inolvidables, y entre albores y ocasos nos pasamos el invierno descubriéndonos.
Pero la nuestra fue una historia inconclusa, carente de al menos un párrafo más. Ahora tengo trabado en el pecho ese momento perfecto que pudo suceder anoche, en nuestro último encuentro. Sólo con rozarla pude sentir la tinta caliente corriendo acelerada dentro de su cuerpo. En perfecta caligrafía pude leerle el deseo escrito en el vientre, oír la voz de sus senos llamando a mis labios mientras sobre la cama, decenas de palabras sugerían las cosas que deseábamos hacer. Estuvimos tan cerca… pero el estúpido escritor que vive afuera decidió que era el momento de llevársela, y la diluyó por el orificio, enviándola lejos de mí.
FINAL 1:
Aún no salgo de mi tristeza, de mi decepción. Se que será imposible recuperarla. Muchas líneas, muchas hojas nos separarán cuando sea mi turno de irme. Por eso enfilo mi rabia y frustración hacia ese autor de pacotilla que se concedió la autoridad para cambiarme el mundo. Sólo quiero salir, manchar su hoja, estropear su obra de alguna forma y vengar la afrenta. Espero paciente a que llegue mi momento, para arruinar su historia así como él arruinó la mía.
FINAL 2:
La observé partir, resignado. Pero luego entendí que Andrea llevaba mi vida consigo y me abalancé hacia el hoyo de luz, asido a una mínima esperanza.
Ahora estoy plasmado en la hoja. Andrea está justo a mi espalda, en la cara anterior. Lo se porque siento su olor que me llama e intento desplazarme entre las fibras del papel, para que me absorba y me traspase hasta ella. Se que pronto formaremos una palabra nueva e indivisible con nuestros cuerpos fundidos.
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EL_RETO_GANADORES,27.07.2008
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LA CANCIÓN DEL VERANO
Aquel verano había sido extraño. Los equipos de música no habían escupido machaconamente ninguna canción, los adolescentes no bailaban noche tras noche el mismo ritmo pegadizo en las discotecas, en la playa no había terminado harta de oír esa melodía inmunda que terminaba trasladada a los móviles. Sencillamente, ese año no existía la canción del verano.
Era un hecho insólito. Siempre, desde su más tierna infancia los veranos iban asociados a una cancioncilla que se colaba por el altavoz de la radio de su abuela, de su madre, del radio casete de su coche, por la ventana abierta de la vecina. Llegaba implacable unida a las altas temperaturas, las vacaciones y el interminable viaje con el coche cargado destino al pueblo donde pasarían su veraneo.
Canciones abominables pero que marcaban, verano tras verano, los abatares de su vida. La primera pandilla, las noches sin horarios, los amores adolescentes, las primeras vacaciones con amigos. Eran como un paréntesis en las modas musicales de turno, no importaba si ese año se llevaban las baladas o el bacalao, siempre estaban ahí, pegadizas, alegres y por encima de todo muy horteras.
Pasaba el verano y la canción no llegaba. Esto le parecía un mal presagio, la falta de esa canción no podía traer nada bueno. No hay verano que se precie que no tenga su canción.
El calor se marchó sin un símbolo. Nadie pareció darse cuenta de ello, quizás porque el país estaba pletórico. Habíamos ganado la Eurocopa y el Tour … pero no se había podido cantar la canción del verano. Ella no dejaba de mascullar que seguro que esto auguraba alguna desgracia, aunque después de que alguno de sus amigos se riese de sus miedos ya no lo comentaba.
Los meses siguientes marcaron cambios importantes en el panorama mundial. El mundo entró en recesión, la subida del petróleo y a la crisis inmobiliaria… Ella sabía cuál era la verdadera causa. El invierno fue aún más duro, pobreza, desempleo e inflación llevaban a la catástrofe.
1. Se sentía culpable por no tener el valor de gritar a los cuatro vientos lo que pensaba. ¡Si hubiese dado la voz de alarma podría haberlo remediado! murmuraba sentada en la acera de una céntrica calle frente a una botella de vodka con la que “celebraba” su rescisión de contrato en la multinacional dónde trabajaba, no se sabe muy bien si por la crisis o por su afición al alcohol.
2. Sabía cual era el verdadero motivo de esta crisis. Se prometió que nunca volvería a ocurrir, y desde su puesto de creativa en una gran multinacional de la música creó un programa del que saldrían cientos de canciones del verano. Lo llamó “Operación Triunfo”
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EL_RETO_GANADORES,27.07.2008
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Mañana último día para presentar textos.
29 y 30 se VOTA en VotaReto en PRIVADO 3 votos al mejor1 voto al segundo en preferencia. | |
EL_RETO_GANADORES,29.07.2008
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Hechos de Infiernos
Pensó que el verano era la época más propicia. Ya estaba harto de lavarse y cocinarse y además tener sexo por dinero como hacían todos no era lo que deseaba. Prefería traer de una vez a su mujer, aunque a veces tuviera que ser duro con ella hasta conseguir que se entregara. Es más: eso le daba más ganas de hacerlo. Y ya tenía el dinero suficiente para que se venga con el niño. Ese pequeño que no quiso tener y que lo miraba con ojos de huevo cada vez que ella gritaba o lloraba tras la golpiza. Y callaba. Otros a su edad al menos decían algo. Este no servía ni para eso.
El día amaneció pronto, y aún dudaba entre viajar y quedarse con el dinero para huir hacia el interior, donde no la hallara más. Pero El era capaz de volverse tan sólo para buscarla. Mejor sería hacer lo que le había pedido. Vistió al niño, hizo el atado de ropa y se fue hacia la costa, donde iban a reunirse.
El pequeño miraba todo con ojos ávidos, como si pudiera ver más alla de la oscuridad. La noche era cerrada y el aire fresco, la tarde había abrasado y quitaba las ganas de todo. Sintió naúseas. No por el vaivén, sino por el asco que le provocaba estar metida entre esa gente desconocida. De a ratos miraba al dueño de la embarcación que había venido para decirle que El la había mandado buscar, que el viaje estaba previsto para tal hora, sin preguntar nada más. Con el resto tan sólo tenía en común el drama de querer huír. ¿quería huir ella? ¿De qué? Ella tenía su propio infierno. El. Que ahora la esperaba.
El niño dormía en sus brazos cuando el motor dejó de funcionar. Su instinto no la había engañado: debería haberse quedado y huir al interior. A lo mejor no la encontraba. Pero ahora. O la esperaba la muerte o la esperaba vivir muriendo en cada golpe. Y matando al niño en cada golpe que recibía día a día.
FINAL UNO:
Fue un segundo, en medio de los gritos asustados se le ocurrió la salida. Lo llevó contra el pecho, y en un golpe seco que en el griterío no se escuchó, lo giró hasta romperlo, como estaba dormido no se resistió siquiera. Lo había salvado de lo que fuera.
El motor volvió a arrancar y todos vivaron ante la esperanza de llegar a la costa.
Aurora hubiera querido que no fuera así.
FINAL DOS
El motor volvió a escupir humo y retomó la marcha. Todos vivaron y empezaron a cantar en forma muy suave, como una alabanza. El canto le dio sueño y se abrazó al niño rogando que la embarcación hiciera agua, para salvarlos del infierno.
El se sentó a esperarlos. Una vez más se juró que esta vez todo iba a cambiar. Y se envolvió en las manos el rosario de cuentas de madera que la vecina le había enseñado a rezar en todos esos meses separado de su mujer e hijo. Se prometió que cambiaría. Y quiso creer que sería verdad.
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el_reto_ganadores,31.07.2008
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RESULTADOS RETO 10/2008
PROSA
(11 participantes)
* Ganador con 10 votos:
"El Cusumbo" de bavefenixazul/b
7 votos:
"Hechos de infierno" de indhira
6 votos:
"Reflejo de verano" de abalorio
“Lecciones de verano” de emidhez
“Dentro del bolígrafo” de yomismosoy
4 votos:
"Tener un cielo" de dreamcatcher
3 votos:
"El reemplazante" de kanenas
1 voto:
“Mi vida sin Ricardo” de gmmagdalena
Sin votación:
"Verano decisivo" de galadrielle
“Un invierno frío y lluvioso” de altorcan
Total: 44 votos
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yomismosoy,31.07.2008
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Felicitaciones a Avefenixazul por un relato maravilloso. Sin intención de menospreciar el trabajo de todos los restantes (incluyéndome), "El Cusumbo" me sonó ganador desde el momento en que lo leí. Bienvenidos aquellos que se incorporaron al reto por primera vez, o aquellos que están retomándolo. Como siempre, es un gustazo competir con tan gente tan talentosa. Nos vemos en el próximo reto! | |
m_a_g_d_a2000,31.07.2008
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Enhorabuena a la ganadora, y de nuevo un placer participar en los retos. | |
dreamcatcher,31.07.2008
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Felicitaciones a los ganadores y a los participantes. Gracias a todos | |
EMIHDEZ,31.07.2008
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Felicitaciones al ganador(ora) un abrazo y cotinuamos en esta hermosa aventura! | |
gmmagdalena,31.07.2008
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Felicitaciones Avecita, es un cuento precioso. Felicitaciones a todos porque todos fueron excelentes. Gracias maestruchi. Besos a todos. Magda | |
neus_de_juan,31.07.2008
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Pido disculpas por la omisión de uno de los textos participantes. Aquí va la lista, esta vez completa.
ineus_de_juan/i
RESULTADOS RETO 10/2008
PROSA
(11 participantes)
* Ganador con 10 votos:
"El Cusumbo" de bavefenixazul/b
7 votos:
"Hechos de infierno" de indhira
6 votos:
"Reflejo de verano" de abalorio
“Lecciones de verano” de emidhez
“Dentro del bolígrafo” de yomismosoy
4 votos:
"Tener un cielo" de dreamcatcher
3 votos:
"El reemplazante" de kanenas
1 voto:
“Mi vida sin Ricardo” de gmmagdalena
"La canción del verano" de m_a_g_d_a2000
Sin votación:
"Verano decisivo" de galadrielle
“Un invierno frío y lluvioso” de altorcan
Total: 44 votos
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avefenixazul,01.08.2008
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Gracias a todos los que me eligieron y también a los que no. Felicitaciones a todos los participantes, debió ser muy difícil escoger un ganador, todos los cuentos eran muy buenos. Gracias a los organizadores. Es un placer participar. (aunque no gane ) | |
margarita-zamudio,01.08.2008
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Mi enhorabuena a todos. Perdonadme el no haber podido participar ni votar. | |
Sofiama,02.08.2008
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Mi querida amiga, claro que merecías ganar. Un gran abrazo campeona, un gran abrazo. | |
gmmagdalena,02.08.2008
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TU CUENTO era imbatible Avecita. Un beso | |
Ninive,02.08.2008
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Les recuerdo que los que quieren escribir "más largo "tienen a disposición el SuperReto de 1000 palabras, que corre paralelo a este en foro crítica. | |
dreamcatcher,03.08.2008
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Hola, se que no es mi don dar las gracias, pero casi nunca participo en concursos pq mi prosa no es prosa, pero ahora algunos me votaron y eso me impulsa a creer que poco a poco algo bien estoy haciendo.
Desde ya muchas gracias por su atencion
Dc | |
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